El tremendo esfuerzo que realizan los costaleros de la Hermandad de la Santa Cruz, especialmente los del paso del Señor de la Presentación al Pueblo, encuentran a cada paso, a cada levantá y a cada chicotá, el aplauso sincero y cerrado del público, que agradece esa forma tan especial de llevar un paso y la alegría que transmite. Esto y mucho más ocurrió en Dos Hermanas este Lunes Santo.
Segundo día de la Semana Santa nazarena y segunda jornada repleta de primavera, de sol, de buenas temperaturas y, de nuevo, de tanta gente que quiere aprovecharlo para vivir la calle y sus cofradías. Y cuando se trata de la Hermandad de la Santa Cruz, su barrio parece seguirla casi al completo allá por donde va, ya sea en la salida, en el tradicional paso por la Pasarela, en la Plazoleta de Valme, en la Carrera Oficial o, de nuevo, en el regreso a las calles de su feligresía, donde el palio de la Virgen del Amor y Sacrificio hizo su entrada sobre las 02:45 horas de este martes, completando una Estación de Penitencia ejemplar en todos los aspectos.
La especial idiosincrasia de esta cofradía se percibe desde mucho antes de que las puertas de la capilla de Santa Cruz se abrieran, con los constantes abrazos y deseos de buen camino que hace que todos parezcan miembros de una gran familia, porque todos se conocen, todos se llaman por sus nombres y todos se quieren. Un hermanamiento que se convierte en pura emoción y, en muchos casos, en lágrimas vivas.
Si a ello se añade el pellizco de la emoción, es imposible ya mantenerse al margen de estas constantes vivencias. Como ocurrió cuando el capataz del Señor, Jesús García Ramírez, brindó a su compañero del paso de la Virgen la primera levantá, que fue dedicada de hijo, de José Manuel Pedrera Colorado, a padre, a José Manuel Pedrera Pérez, que este año decidió cambiar la voz de mando por las trabajaderas. Emotivo momento en el que el hijo no pudo reprimir las lágrimas.
Desde que esta cofradía puso el pie en la calle y hasta que se recogió, de nuevo brindó una tarde y noche para el recuerdo de todos los que la siguieron en sus distintos puntos del recorrido, y haciendo recordar a muchos que no hace falta irse a Sevilla para ver buena Semana Santa..., que aquí en Dos Hermanas la hay y, además, repleta de constantes sentimientos.
Imágenes del Lunes Santo
Segundo día de la Semana Santa nazarena y segunda jornada repleta de primavera, de sol, de buenas temperaturas y, de nuevo, de tanta gente que quiere aprovecharlo para vivir la calle y sus cofradías. Y cuando se trata de la Hermandad de la Santa Cruz, su barrio parece seguirla casi al completo allá por donde va, ya sea en la salida, en el tradicional paso por la Pasarela, en la Plazoleta de Valme, en la Carrera Oficial o, de nuevo, en el regreso a las calles de su feligresía, donde el palio de la Virgen del Amor y Sacrificio hizo su entrada sobre las 02:45 horas de este martes, completando una Estación de Penitencia ejemplar en todos los aspectos.
La especial idiosincrasia de esta cofradía se percibe desde mucho antes de que las puertas de la capilla de Santa Cruz se abrieran, con los constantes abrazos y deseos de buen camino que hace que todos parezcan miembros de una gran familia, porque todos se conocen, todos se llaman por sus nombres y todos se quieren. Un hermanamiento que se convierte en pura emoción y, en muchos casos, en lágrimas vivas.
Si a ello se añade el pellizco de la emoción, es imposible ya mantenerse al margen de estas constantes vivencias. Como ocurrió cuando el capataz del Señor, Jesús García Ramírez, brindó a su compañero del paso de la Virgen la primera levantá, que fue dedicada de hijo, de José Manuel Pedrera Colorado, a padre, a José Manuel Pedrera Pérez, que este año decidió cambiar la voz de mando por las trabajaderas. Emotivo momento en el que el hijo no pudo reprimir las lágrimas.
Desde que esta cofradía puso el pie en la calle y hasta que se recogió, de nuevo brindó una tarde y noche para el recuerdo de todos los que la siguieron en sus distintos puntos del recorrido, y haciendo recordar a muchos que no hace falta irse a Sevilla para ver buena Semana Santa..., que aquí en Dos Hermanas la hay y, además, repleta de constantes sentimientos.
Imágenes del Lunes Santo
F. G. / REDACCIÓN