Gerry Adams es para el mundo entero el político que fue capaz de sacar de la cabeza de los terroristas del IRA la idea de que para conseguir sus fines era imprescindible el uso de la violencia. Ya antes de los años noventa comenzó a negociar en secreto con todos sus enemigos los preceptos necesarios para conseguir la paz y la integración de toda su gente en la vida democrática.
El servicio secreto interior de Gran Bretaña, el MI5, siempre había estado buscando topos que infiltrar en las filas del IRA y de su brazo político. Lo consiguió muchas veces, aunque en algunos casos fueron descubiertos y sus colaboradores acabaron tirados con dos tiros en la sien en cualquier esquina.
De cara a las negociaciones que se llevaron a cabo en los años noventa, consiguieron captar a Roy McShane, un hombre pequeño de pelo blanco, al que sus compañeros llamaban cariñosamente La rata. Borrachín y mujeriego, vivía solo en el barrio de Falls, uno de los bastiones del IRA en el Ulster. Cada día se le veía en sus horas de relax bebiendo cerveza con militantes de su grupo.
Tal era la confianza que despertaba entre su gente, que Gerry Adams no dudó ni un momento cuando le propusieron convertirle en su chófer. La persona que debería trasladarle de un sitio a otro, de reunión secreta en reunión secreta. Ese tiempo siempre lo aprovechaba para compartir con sus socios el contenido de los encuentros y su reacción frente a las propuestas que le habían hecho. La rata era de plena confianza y no tenía nada que ocultarle.
En 1994 se intensificaron las reuniones para alcanzar la paz, con el IRA anunciando treguas que luego rompía para más tarde volver a establecerlas. Fueron unos años muy intensos que tuvieron su colofón en 1998 con el Acuerdo de Belfast, más conocido como el Acuerdo de Viernes Santo, el día en que se firmó.
Diez años más tarde, exactamente el 7 de febrero de 2008, agentes del MI5 sacaron de su casa a Roy McShane con destino desconocido. Tantos años después, había habido una filtración que demostraba que durante una gran parte de su vida había sido un topo del servicio secreto inglés, al que pasaba información secreta sobre su jefe.
Al volante del Mercedes blanco blindado en el que llevaba a Gerry Adams, comunicó información de gran valía sobre todo lo que realmente pensaba su jefe y sobre los siguientes movimientos que pensaba dar en el tablero de ajedrez que fue la lucha por el fin del terrorismo. Roy McShane, La rata vivirá el resto de su vida en paradero desconocido.
El servicio secreto interior de Gran Bretaña, el MI5, siempre había estado buscando topos que infiltrar en las filas del IRA y de su brazo político. Lo consiguió muchas veces, aunque en algunos casos fueron descubiertos y sus colaboradores acabaron tirados con dos tiros en la sien en cualquier esquina.
De cara a las negociaciones que se llevaron a cabo en los años noventa, consiguieron captar a Roy McShane, un hombre pequeño de pelo blanco, al que sus compañeros llamaban cariñosamente La rata. Borrachín y mujeriego, vivía solo en el barrio de Falls, uno de los bastiones del IRA en el Ulster. Cada día se le veía en sus horas de relax bebiendo cerveza con militantes de su grupo.
Tal era la confianza que despertaba entre su gente, que Gerry Adams no dudó ni un momento cuando le propusieron convertirle en su chófer. La persona que debería trasladarle de un sitio a otro, de reunión secreta en reunión secreta. Ese tiempo siempre lo aprovechaba para compartir con sus socios el contenido de los encuentros y su reacción frente a las propuestas que le habían hecho. La rata era de plena confianza y no tenía nada que ocultarle.
En 1994 se intensificaron las reuniones para alcanzar la paz, con el IRA anunciando treguas que luego rompía para más tarde volver a establecerlas. Fueron unos años muy intensos que tuvieron su colofón en 1998 con el Acuerdo de Belfast, más conocido como el Acuerdo de Viernes Santo, el día en que se firmó.
Diez años más tarde, exactamente el 7 de febrero de 2008, agentes del MI5 sacaron de su casa a Roy McShane con destino desconocido. Tantos años después, había habido una filtración que demostraba que durante una gran parte de su vida había sido un topo del servicio secreto inglés, al que pasaba información secreta sobre su jefe.
Al volante del Mercedes blanco blindado en el que llevaba a Gerry Adams, comunicó información de gran valía sobre todo lo que realmente pensaba su jefe y sobre los siguientes movimientos que pensaba dar en el tablero de ajedrez que fue la lucha por el fin del terrorismo. Roy McShane, La rata vivirá el resto de su vida en paradero desconocido.
FERNANDO RUEDA