Un grupo de pacientes y profesionales de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha vuelto a realizar, por séptimo año consecutivo, el Camino de Santiago como actividad rehabilitadora. El 'Camino Primitivo' ha sido la ruta elegida en esta ocasión, habiendo contado con la participación de 49 personas que en siete etapas han recorrido un total de 111 kilómetros.
La iniciativa, nuevamente organizada por este centro hospitalario, ha conseguido afianzarse entre los pacientes con dolencias coronarias cumpliendo cada año su doble objetivo: estimular hábitos saludables de vida aprendidos en dicha unidad clínica y adquirir beneficios psicológicos, a través de la convivencia con otras personas que padecen problemas de salud similares.
Tras haber completado en años anteriores otros tantos itinerarios señeros, tales como el `Camino Inglés´, el `Camino Portugués´, el `Camino Francés´, el `Camino Sanabrés´ o `El Salvador´; este año los peregrinos sevillanos han realizado la primera fase del `Camino Primitivo´. Una ruta considerada como el primer Camino conocido, la que tomó Alfonso II el Casto (siglo IX) para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago.
De este modo, pacientes coronarios, junto con familiares y profesionales voluntarios del hospital sevillano, se han internado por Asturias y Galicia. Partiendo de Oviedo, han pasado por las localidades de Grado, Salas, Tineo, Borres, Puerto del Palo y La Mesa.
Sin embargo, en esta ocasión el Camino ha albergado un significado especial como resultado del emotivo homenaje dirigido a dos asiduos participantes de esta iniciativa que fallecieron recientemente. En una de las cimas del recorrido, sus compañeros han plantado un árbol que simbólicamente deja huella del recuerdo de José Antonio Conejo y Ana Jiménez.
Pioneros en la rehabilitación cardíaca
Esta actividad se enmarca en el conjunto de acciones organizadas desde el Programa de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Valme y sirve de estímulo y ejemplo para muchos pacientes con estas patologías. Según la coordinadora de la iniciativa, la enfermera Margarita Reina, “este peregrinaje se ha convertido en un clásico cada año conformando un escudo de sentimientos positivos desde los cuales los pacientes cardiacos y sus familias afrontan la enfermedad y enfrentan la adversidad”.
Como valor añadido, estos peregrinos sevillanos destacan la confraternidad experimentada durante todo el camino; así como la acentuada cohesión del grupo. Unas manifestaciones que demuestran la consolidación de esta actividad mediante la cual se expresa la importancia del ejercicio físico como hábito saludable.
La Unidad de Prevención y Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha conseguido rehabilitar en torno a 4.000 pacientes en sus 24 años de funcionamiento. La calidad del servicio que ofrece, la satisfacción manifiesta por parte de los ciudadanos que han pasado por ella y la labor social en el fomento del asociacionismo la catalogan entre las primeras del país.
El trabajo de este dispositivo está orientado hacia la educación, control y manejo de la enfermedad cardíaca en general. Su labor se enmarca en las líneas estratégicas impulsadas por el Plan Integral de Atención a las Cardiopatías de Andalucía, diseñado por la Consejería de Salud. Una estrategia global que contempla un conjunto de medidas con las que se pretende abordar todo el proceso de la enfermedad cardiaca, desde la prevención de factores de riesgo (diabetes, hipertensión, obesidad, alteraciones de los niveles normales de colesterol y triglicéridos, tabaquismo y sedentarismo), hasta el mantenimiento físico, un programa educativo o la intervención psicológica.
Formada por un equipo multidisciplinar, fue pionera en su implantación en Andalucía y constituye un referente para la veintena de dispositivos de Rehabilitación Cardiaca existentes actualmente en la comunidad andaluza. Sus más de 20 años de experiencia avalan su atención de excelencia a los ciudadanos con patologías cardiacas mediante una asistencia integral.
La iniciativa, nuevamente organizada por este centro hospitalario, ha conseguido afianzarse entre los pacientes con dolencias coronarias cumpliendo cada año su doble objetivo: estimular hábitos saludables de vida aprendidos en dicha unidad clínica y adquirir beneficios psicológicos, a través de la convivencia con otras personas que padecen problemas de salud similares.
Tras haber completado en años anteriores otros tantos itinerarios señeros, tales como el `Camino Inglés´, el `Camino Portugués´, el `Camino Francés´, el `Camino Sanabrés´ o `El Salvador´; este año los peregrinos sevillanos han realizado la primera fase del `Camino Primitivo´. Una ruta considerada como el primer Camino conocido, la que tomó Alfonso II el Casto (siglo IX) para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago.
De este modo, pacientes coronarios, junto con familiares y profesionales voluntarios del hospital sevillano, se han internado por Asturias y Galicia. Partiendo de Oviedo, han pasado por las localidades de Grado, Salas, Tineo, Borres, Puerto del Palo y La Mesa.
Sin embargo, en esta ocasión el Camino ha albergado un significado especial como resultado del emotivo homenaje dirigido a dos asiduos participantes de esta iniciativa que fallecieron recientemente. En una de las cimas del recorrido, sus compañeros han plantado un árbol que simbólicamente deja huella del recuerdo de José Antonio Conejo y Ana Jiménez.
Pioneros en la rehabilitación cardíaca
Esta actividad se enmarca en el conjunto de acciones organizadas desde el Programa de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Valme y sirve de estímulo y ejemplo para muchos pacientes con estas patologías. Según la coordinadora de la iniciativa, la enfermera Margarita Reina, “este peregrinaje se ha convertido en un clásico cada año conformando un escudo de sentimientos positivos desde los cuales los pacientes cardiacos y sus familias afrontan la enfermedad y enfrentan la adversidad”.
Como valor añadido, estos peregrinos sevillanos destacan la confraternidad experimentada durante todo el camino; así como la acentuada cohesión del grupo. Unas manifestaciones que demuestran la consolidación de esta actividad mediante la cual se expresa la importancia del ejercicio físico como hábito saludable.
La Unidad de Prevención y Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha conseguido rehabilitar en torno a 4.000 pacientes en sus 24 años de funcionamiento. La calidad del servicio que ofrece, la satisfacción manifiesta por parte de los ciudadanos que han pasado por ella y la labor social en el fomento del asociacionismo la catalogan entre las primeras del país.
El trabajo de este dispositivo está orientado hacia la educación, control y manejo de la enfermedad cardíaca en general. Su labor se enmarca en las líneas estratégicas impulsadas por el Plan Integral de Atención a las Cardiopatías de Andalucía, diseñado por la Consejería de Salud. Una estrategia global que contempla un conjunto de medidas con las que se pretende abordar todo el proceso de la enfermedad cardiaca, desde la prevención de factores de riesgo (diabetes, hipertensión, obesidad, alteraciones de los niveles normales de colesterol y triglicéridos, tabaquismo y sedentarismo), hasta el mantenimiento físico, un programa educativo o la intervención psicológica.
Formada por un equipo multidisciplinar, fue pionera en su implantación en Andalucía y constituye un referente para la veintena de dispositivos de Rehabilitación Cardiaca existentes actualmente en la comunidad andaluza. Sus más de 20 años de experiencia avalan su atención de excelencia a los ciudadanos con patologías cardiacas mediante una asistencia integral.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN