¿Por qué nos bronceamos al tomar el sol? ¿Cuáles son los efectos perjudiciales a largo plazo? ¿Es seguro el bronceado artificial? Esta y otras cuestiones son respondidas en el presente artículo por el doctor Joaquín Francisco Domínguez Escobar, director médico del Hospital San Agustín de Dos Hermanas, en el que reflexiona sobre las precauciones que se deben adoptar ante la exposición solar.
Llega el verano y con éste el propósito de relajarnos y tomar el sol para broncearnos. Sabemos que la exposición a la luz solar tiene múltiples beneficios, pero también algún que otro inconveniente. Los rayos ultravioleta producen un efecto perjudicial en nuestra piel. Tomar el sol sin protección se convierte entonces en una imprudencia. Se hace obligatorio adoptar medidas preventivas para evitar la sobreexposición.
¿Por qué nos bronceamos al tomar el sol?
El color que adopta nuestra piel ante la exposición solar es proporcionado por un pigmento llamado melanina. Cuando los rayos ultravioleta dañan la piel, ésta fabrica más melanina como mecanismo protector para un futuro. El bronceado, por tanto, es un signo de que la piel se ha dañado, y la piel bronceada puede seguir dañándose si continúa exponiéndose a la radiación ultravioleta. Por otra parte, las personas de piel más clara (menor concentración de melanina), sufren con mayor facilidad quemaduras solares con una exposición breve (10-15 minutos).
Efectos perjudiciales a largo plazo.
La exposición a los rayos ultravioleta favorece a largo plazo el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de problemas oculares, como el desarrollo de cataratas, la degeneración macular y daño en la córnea. Pero lo más relevante es que ante una sobreexposición a los rayos ultravioleta prolongada en el tiempo (años) existe un gran riesgo de desarrollar un cáncer en la piel. Esta es la principal causa de los cánceres de piel, entre los que se encuentran el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y, al más maligno de todos, el melanoma.
¿Es seguro el bronceado artificial?
El bronceado artificial no es una alternativa segura al bronceado solar. Las camas, las cabinas y las lámparas de bronceado producen una cantidad de radiación UV similar a la del sol. El daño en la piel (el bronceado o una quemadura) debido al bronceado artificial, al igual que el daño procedente de la luz solar, incrementa el riesgo de envejecimiento de la piel, cáncer de piel y problemas oculares.
¿Se puede tomar el sol si se toman medicamentos?
Existe un gran desconocimiento sobre los posibles efectos nocivos que pueden aparecer si nos exponemos a la radiación ultravioleta cuando tomamos de forma habitual un medicamento. Son muchos los fármacos fotosensibilizantes; es decir, que pueden provocar efectos nocivos en nuestra piel si ésta se expone a la radiación ultravioleta. Estos efectos negativos pueden aparecer de dos formas: bien mediante reacciones de fotosensibilidad o bien por fototoxicidad. En el primer caso, se trata de una reacción alérgica en el organismo debido a la transformación del fármaco que nos aplicamos por la acción de la radiación UV en la piel. Se suele dar en medicamentos que aplicamos sobre la piel. Sin embargo, las más frecuentes son las reacciones fototóxicas, que consisten en que el fármaco absorbe la radiación y libera energía produciendo un daño celular. Este efecto suele darse en medicamentos administrados por vía oral.
¿Qué fármacos son los más fotosensibilizantes?
Para comprobar si un medicamento es fotosensibilizante o no hemos de leer su prospecto, donde nos lo indicará. Entre los fármacos que pueden producir reacciones alérgicas al administrarlos por vía tópica se encuentran: los antihistamínicos, los corticoides, los antiacneicos o los anestésicos locales. También muchos de los componentes de productos cosméticos pueden producir alergias. Por eso no se recomienda ir maquillada o perfumada a la playa. Los fármacos fotosensibilizantes más frecuentes que se toman por vía oral son: algunos antibióticos, antiacneicos, antidepresivos, antihistamínicos, antiinflamatorios, anticonceptivos, antihipertensivos, antidiabéticos orales, hipocolesterolemiantes, psicofármacos y protectores de estómago. La lista de ambos grupos es amplia, por lo que si no se puede suspender el tratamiento, lo correcto es no exponerse al sol, o bien usar un factor de protección solar máximo y tomar la medicación, si fuera posible, al final del día.
¿Cómo protegernos de los rayos ultravioleta?
Cuando tomemos el sol hemos de aplicarnos un factor de protección solar de amplio espectro y resistente al agua con un FPS como mínimo de 30, preferiblemente de 50. Se ha aplicar antes de salir, en suficiente cantidad y repetir cada dos horas de exposición solar continuada. Es aconsejable no exponerse al sol en el período de tiempo de mayor radiación (entre las 10:00 y las 16:00 horas). No debemos olvidar que durante los días nublados, puede aumentar la radiación UV, y que la arena de la playa actúa como reflectante. Para permanecer en el exterior, es aconsejable utilizar gafas de sol y un sombrero de ala ancha. Es importante limitar el tiempo de la exposición y buscar la sombra. La ropa debe proteger todas las partes de cuerpo posibles (mangas largas, pantalones y vestidos largos).
¿Cómo debemos actuar ante una quemadura solar?
Si se produce una quemadura solar es aconsejable aplicar paños fríos, o tomar un baño con agua tibia o fría, y si el dolor es intenso, analgésicos de primer nivel como ibuprofeno o paracetamol. Se ha de beber abundante agua para estar bien hidratado. Si no se han producido quemaduras de segundo grado (ampollas en la piel), se puede aplicar una crema hidratante o gel de aloe vera para calmar las molestias. Por último, las quemaduras solares extremas pueden dar lugar a situaciones de emergencia como shock, deshidratación, golpe de calor y otras reacciones graves. Si aparecen síntomas de taquicardia, respiración rápida, mareos, desmayos, náuseas, escalofríos, fiebre o dolor de cabeza con una quemadura solar, se ha de acudir a un servicio de urgencias.
Llega el verano y con éste el propósito de relajarnos y tomar el sol para broncearnos. Sabemos que la exposición a la luz solar tiene múltiples beneficios, pero también algún que otro inconveniente. Los rayos ultravioleta producen un efecto perjudicial en nuestra piel. Tomar el sol sin protección se convierte entonces en una imprudencia. Se hace obligatorio adoptar medidas preventivas para evitar la sobreexposición.
¿Por qué nos bronceamos al tomar el sol?
El color que adopta nuestra piel ante la exposición solar es proporcionado por un pigmento llamado melanina. Cuando los rayos ultravioleta dañan la piel, ésta fabrica más melanina como mecanismo protector para un futuro. El bronceado, por tanto, es un signo de que la piel se ha dañado, y la piel bronceada puede seguir dañándose si continúa exponiéndose a la radiación ultravioleta. Por otra parte, las personas de piel más clara (menor concentración de melanina), sufren con mayor facilidad quemaduras solares con una exposición breve (10-15 minutos).
Efectos perjudiciales a largo plazo.
La exposición a los rayos ultravioleta favorece a largo plazo el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de problemas oculares, como el desarrollo de cataratas, la degeneración macular y daño en la córnea. Pero lo más relevante es que ante una sobreexposición a los rayos ultravioleta prolongada en el tiempo (años) existe un gran riesgo de desarrollar un cáncer en la piel. Esta es la principal causa de los cánceres de piel, entre los que se encuentran el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y, al más maligno de todos, el melanoma.
¿Es seguro el bronceado artificial?
El bronceado artificial no es una alternativa segura al bronceado solar. Las camas, las cabinas y las lámparas de bronceado producen una cantidad de radiación UV similar a la del sol. El daño en la piel (el bronceado o una quemadura) debido al bronceado artificial, al igual que el daño procedente de la luz solar, incrementa el riesgo de envejecimiento de la piel, cáncer de piel y problemas oculares.
¿Se puede tomar el sol si se toman medicamentos?
Existe un gran desconocimiento sobre los posibles efectos nocivos que pueden aparecer si nos exponemos a la radiación ultravioleta cuando tomamos de forma habitual un medicamento. Son muchos los fármacos fotosensibilizantes; es decir, que pueden provocar efectos nocivos en nuestra piel si ésta se expone a la radiación ultravioleta. Estos efectos negativos pueden aparecer de dos formas: bien mediante reacciones de fotosensibilidad o bien por fototoxicidad. En el primer caso, se trata de una reacción alérgica en el organismo debido a la transformación del fármaco que nos aplicamos por la acción de la radiación UV en la piel. Se suele dar en medicamentos que aplicamos sobre la piel. Sin embargo, las más frecuentes son las reacciones fototóxicas, que consisten en que el fármaco absorbe la radiación y libera energía produciendo un daño celular. Este efecto suele darse en medicamentos administrados por vía oral.
¿Qué fármacos son los más fotosensibilizantes?
Para comprobar si un medicamento es fotosensibilizante o no hemos de leer su prospecto, donde nos lo indicará. Entre los fármacos que pueden producir reacciones alérgicas al administrarlos por vía tópica se encuentran: los antihistamínicos, los corticoides, los antiacneicos o los anestésicos locales. También muchos de los componentes de productos cosméticos pueden producir alergias. Por eso no se recomienda ir maquillada o perfumada a la playa. Los fármacos fotosensibilizantes más frecuentes que se toman por vía oral son: algunos antibióticos, antiacneicos, antidepresivos, antihistamínicos, antiinflamatorios, anticonceptivos, antihipertensivos, antidiabéticos orales, hipocolesterolemiantes, psicofármacos y protectores de estómago. La lista de ambos grupos es amplia, por lo que si no se puede suspender el tratamiento, lo correcto es no exponerse al sol, o bien usar un factor de protección solar máximo y tomar la medicación, si fuera posible, al final del día.
¿Cómo protegernos de los rayos ultravioleta?
Cuando tomemos el sol hemos de aplicarnos un factor de protección solar de amplio espectro y resistente al agua con un FPS como mínimo de 30, preferiblemente de 50. Se ha aplicar antes de salir, en suficiente cantidad y repetir cada dos horas de exposición solar continuada. Es aconsejable no exponerse al sol en el período de tiempo de mayor radiación (entre las 10:00 y las 16:00 horas). No debemos olvidar que durante los días nublados, puede aumentar la radiación UV, y que la arena de la playa actúa como reflectante. Para permanecer en el exterior, es aconsejable utilizar gafas de sol y un sombrero de ala ancha. Es importante limitar el tiempo de la exposición y buscar la sombra. La ropa debe proteger todas las partes de cuerpo posibles (mangas largas, pantalones y vestidos largos).
¿Cómo debemos actuar ante una quemadura solar?
Si se produce una quemadura solar es aconsejable aplicar paños fríos, o tomar un baño con agua tibia o fría, y si el dolor es intenso, analgésicos de primer nivel como ibuprofeno o paracetamol. Se ha de beber abundante agua para estar bien hidratado. Si no se han producido quemaduras de segundo grado (ampollas en la piel), se puede aplicar una crema hidratante o gel de aloe vera para calmar las molestias. Por último, las quemaduras solares extremas pueden dar lugar a situaciones de emergencia como shock, deshidratación, golpe de calor y otras reacciones graves. Si aparecen síntomas de taquicardia, respiración rápida, mareos, desmayos, náuseas, escalofríos, fiebre o dolor de cabeza con una quemadura solar, se ha de acudir a un servicio de urgencias.
DOCTOR JOAQUÍN Fº DOMÍNGUEZ ESCOBAR, DIRECTOR MÉDICO DEL HOSPITAL SAN AGUSTÍN