La Asociación Nazarena por la Integración del Disminuido Psqíquico (ANIDI) ha puesto en conocimiento de la Federación Andaluza de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEADS) y de sus abogados el hecho ocurrido el pasado sábado en una cafetería nazarena cuando, según se ha denunciado, un grupo de discapacitados intelectuales fueron echados por el propietario de dicho establecimiento.
"Lo que ha ocurrido es muy fuerte, pero de momento lo que hemos hecho es poner el caso en manos de la Federación y de nuestros abogados, y, mientras tanto, debemos ser cautos". El presidente de ANIDI, Francisco Manuel Álvarez, expresaba con estas breves palabras la situación en la que se encuentran hasta el momento los hechos ocurridos el pasado sábado, día 28 de mayo, cuando un grupo de discapacitados psíquicos que participan en unas sesiones de integración, que supone, entre otras actividades, la de salir a dar un paseo y merendar en alguna cafetería de la ciudad, fueron al parecer expulsados por el propietario de la cafetería 'Millenium', de Dos Hermanas.
La denuncia realizada en este sentido a través de las redes sociales dio a conocer un hecho que cuenta con una versión y sobre la que, hasta ahora, no ha sido contestada por el dueño de dicho establecimiento, ya que cuando este Diario Digital se puso en contacto con el mismo, a través de un conocido, éste se limitó a comunicar que no iba a realizar ningún tipo de declaraciones y que el caso lo había puesto en manos de su abogado.
La única versión conocida por parte del propio establecimiento es la realizada a título particular por un empleado -al menos se identifica así- a través de Facebook, en la que niega los hechos tal como fueron relatados por monitores y padres de los discapacitados afectados, señalando que tan sólo se limitaron por parte del bar a indicar a una de las monitoras que callara a uno niño "que estaba muy excitado" y cuya respuesta fue: "¿Yo? Yo no puedo callarlo. Cállalo tú". "Basta ya de tanta difamación", concluye este trabajador.
Versión de los voluntarios
¿Y qué fue lo que se denunció? Una de las versiones más extendidas mostradas en Facebook -aunque hay otras- es la que cuenta que un grupo de minusválidos psíquicos con personal voluntario de ANIDI, que apoyan a estas familias "a la hora de salir un rato a dar una vuelta por el pueblo", al verlos el propietario del establecimiento les recibió diciendo textualmente, según una de las voluntarias: "... Cuando os he visto llegar me han entrado ganas de cerrar el chiringuito".
Esta persona explica en Facebook que al principio creían que podría tratarse de una broma, pero que luego comprobaron que no, "que era en serio", ya que "le molestaban los gritos y las risas de felicidad de uno de estos chicos y no quería que estuvieran allí", de forma que "los echaron... literalmente".
"Esto no puede ocurrir..., sencillamente no puede ocurrir", concluía quien relataba estos hechos, al tiempo que adelantaba que se estaban planteando la presentación de una demanda contra la citada cafetería por actuar de esta forma contra "unos chavales que al contrario de causar molestias nos alegran y nos sacan una sonrisa con su alegría contagiosa".
Este martes, el delegado de Participación Ciudadana mantuvo un encuentro con el padre de uno de los chicos que se encontraba en el bar Millenium, y comentó tras el mismo que habían puesto tanto a su disposición como a la de ANIDI los servicios jurídicos de la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor), por si quisieran presentar alguna reclamación -como así parece que va a ocurrir-, pero aclarando que desconocían la versión del propietario del establecimiento y que próximamente lo citarían para que éste se explicara.
De momento, lo único cierto es que hay indignación tanto por una parte como por la otra y que, si llega el caso a una instancia municipal o judicial, serán éstas las que, escuchando a unos y otros y con las máximas pruebas, determinen qué ha ocurrido y si los hechos son constitutivos de sanción o pena.
"Lo que ha ocurrido es muy fuerte, pero de momento lo que hemos hecho es poner el caso en manos de la Federación y de nuestros abogados, y, mientras tanto, debemos ser cautos". El presidente de ANIDI, Francisco Manuel Álvarez, expresaba con estas breves palabras la situación en la que se encuentran hasta el momento los hechos ocurridos el pasado sábado, día 28 de mayo, cuando un grupo de discapacitados psíquicos que participan en unas sesiones de integración, que supone, entre otras actividades, la de salir a dar un paseo y merendar en alguna cafetería de la ciudad, fueron al parecer expulsados por el propietario de la cafetería 'Millenium', de Dos Hermanas.
La denuncia realizada en este sentido a través de las redes sociales dio a conocer un hecho que cuenta con una versión y sobre la que, hasta ahora, no ha sido contestada por el dueño de dicho establecimiento, ya que cuando este Diario Digital se puso en contacto con el mismo, a través de un conocido, éste se limitó a comunicar que no iba a realizar ningún tipo de declaraciones y que el caso lo había puesto en manos de su abogado.
La única versión conocida por parte del propio establecimiento es la realizada a título particular por un empleado -al menos se identifica así- a través de Facebook, en la que niega los hechos tal como fueron relatados por monitores y padres de los discapacitados afectados, señalando que tan sólo se limitaron por parte del bar a indicar a una de las monitoras que callara a uno niño "que estaba muy excitado" y cuya respuesta fue: "¿Yo? Yo no puedo callarlo. Cállalo tú". "Basta ya de tanta difamación", concluye este trabajador.
Versión de los voluntarios
¿Y qué fue lo que se denunció? Una de las versiones más extendidas mostradas en Facebook -aunque hay otras- es la que cuenta que un grupo de minusválidos psíquicos con personal voluntario de ANIDI, que apoyan a estas familias "a la hora de salir un rato a dar una vuelta por el pueblo", al verlos el propietario del establecimiento les recibió diciendo textualmente, según una de las voluntarias: "... Cuando os he visto llegar me han entrado ganas de cerrar el chiringuito".
Esta persona explica en Facebook que al principio creían que podría tratarse de una broma, pero que luego comprobaron que no, "que era en serio", ya que "le molestaban los gritos y las risas de felicidad de uno de estos chicos y no quería que estuvieran allí", de forma que "los echaron... literalmente".
"Esto no puede ocurrir..., sencillamente no puede ocurrir", concluía quien relataba estos hechos, al tiempo que adelantaba que se estaban planteando la presentación de una demanda contra la citada cafetería por actuar de esta forma contra "unos chavales que al contrario de causar molestias nos alegran y nos sacan una sonrisa con su alegría contagiosa".
Este martes, el delegado de Participación Ciudadana mantuvo un encuentro con el padre de uno de los chicos que se encontraba en el bar Millenium, y comentó tras el mismo que habían puesto tanto a su disposición como a la de ANIDI los servicios jurídicos de la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor), por si quisieran presentar alguna reclamación -como así parece que va a ocurrir-, pero aclarando que desconocían la versión del propietario del establecimiento y que próximamente lo citarían para que éste se explicara.
De momento, lo único cierto es que hay indignación tanto por una parte como por la otra y que, si llega el caso a una instancia municipal o judicial, serán éstas las que, escuchando a unos y otros y con las máximas pruebas, determinen qué ha ocurrido y si los hechos son constitutivos de sanción o pena.
F. G. / REDACCIÓN