Diego de Dios Ronda murió tras recibir varios golpes en la cabeza asestados presuntamente por su sobrino, Francisco Javier Román de Dios, según ha informado este martes el periódico 'Diario de Sevilla', basado en el informe de la autopsia de la víctima al que ha tenido acceso. Algunos de los testigos de este caso, ocurrido el pasado 26 de febrero, declararon ayer ante el juez.
Según la autopsia, la víctima fue descuartizada por su sobrino, que se deshizo de partes blandas y vísceras del cuerpo arrojándolas al retrete, amputando luego las extremidades, envolviéndolas y enterrándolas en una zona próxima a donde se están llevando a cabo las obras del futuro Parque Empresarial Megapark, en la Carretera de la Isla.
Los forenses, según la información de 'Diario de Sevilla', han contabilizado hasta una decena de golpes en la cabeza, todos ellos practicados con dos herramientas: una picota y una machota. El golpe que resultó mortal de necesidad fue asestado por este último utensilio. Horas después de cometer el crimen, el presunto asesino salió de su casa y se tomó una cerveza en un bar de Dos Hermanas. Allí rompió a llorar y el camarero le preguntó qué le ocurría, a lo que el asesino respondió que su tío le había echado de su casa.
El crimen ocurrió entre las nueve y las doce de la noche del viernes 26 de febrero en un piso de la calle Las Cabezas de San Juan de Dos Hermanas. En este domicilio había acogido la víctima a su sobrino, al que su madre había echado de su casa en Cataluña por su adicción a la cocaína. Probablemente fuera éste el motivo de la discusión que acabó con Francisco Javier Román matando a golpes y descuartizando después a su tío Diego.
Cinco testigos comparecieron ayer ante el juez de Instrucción 5 de Dos Hermanas. Son vecinos del bloque y los encargados de la bodega Sebastián, a la que era asidua la víctima, y que fueron quienes se extrañaron porque llevaba tres días sin aparecer por el negocio. Los dos hosteleros se acercaron a la casa de su cliente y llamaron a la Policía al sospechar de la actitud del sobrino, que dijo no tener noticias de su tío desde el viernes.
Según la autopsia, la víctima fue descuartizada por su sobrino, que se deshizo de partes blandas y vísceras del cuerpo arrojándolas al retrete, amputando luego las extremidades, envolviéndolas y enterrándolas en una zona próxima a donde se están llevando a cabo las obras del futuro Parque Empresarial Megapark, en la Carretera de la Isla.
Los forenses, según la información de 'Diario de Sevilla', han contabilizado hasta una decena de golpes en la cabeza, todos ellos practicados con dos herramientas: una picota y una machota. El golpe que resultó mortal de necesidad fue asestado por este último utensilio. Horas después de cometer el crimen, el presunto asesino salió de su casa y se tomó una cerveza en un bar de Dos Hermanas. Allí rompió a llorar y el camarero le preguntó qué le ocurría, a lo que el asesino respondió que su tío le había echado de su casa.
El crimen ocurrió entre las nueve y las doce de la noche del viernes 26 de febrero en un piso de la calle Las Cabezas de San Juan de Dos Hermanas. En este domicilio había acogido la víctima a su sobrino, al que su madre había echado de su casa en Cataluña por su adicción a la cocaína. Probablemente fuera éste el motivo de la discusión que acabó con Francisco Javier Román matando a golpes y descuartizando después a su tío Diego.
Cinco testigos comparecieron ayer ante el juez de Instrucción 5 de Dos Hermanas. Son vecinos del bloque y los encargados de la bodega Sebastián, a la que era asidua la víctima, y que fueron quienes se extrañaron porque llevaba tres días sin aparecer por el negocio. Los dos hosteleros se acercaron a la casa de su cliente y llamaron a la Policía al sospechar de la actitud del sobrino, que dijo no tener noticias de su tío desde el viernes.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN