De nuevo se trató de una fiesta en la que se entremezclaron todo tipo de animales domésticos, especialmente perros, gatos y hámster, pero también otros que son más complicados para ser transportados, como peces de distinto tipo. Y allí, en la puerta de la Parroquia de La Oliva, se les repartió este sábado agua bendita a todos con motivo de la festividad de San Antón, protector de los animales.
Por tercer año consecutivo, la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva de Dos Hermanas convocaba a sus feligreses para que llevaran a sus mascotas para que éstas fuera bendecidas. Y aquello la verdad es que se convirtió en una jauría amistosa, en la que se entremezclaron todo tipo de animales domésticos, especialmente perros y gatos, pero también aves como canarios o inseparables, además de peces, tortugas y hámster.
Todos pasaron, con paciencia, ante la presencia del párroco de este templo, don Rafael Fiol García de la Borbolla, viviéndose por espacio de casi una hora escenas muy curiosas y anecdóticas.
Por tercer año consecutivo, la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva de Dos Hermanas convocaba a sus feligreses para que llevaran a sus mascotas para que éstas fuera bendecidas. Y aquello la verdad es que se convirtió en una jauría amistosa, en la que se entremezclaron todo tipo de animales domésticos, especialmente perros y gatos, pero también aves como canarios o inseparables, además de peces, tortugas y hámster.
Todos pasaron, con paciencia, ante la presencia del párroco de este templo, don Rafael Fiol García de la Borbolla, viviéndose por espacio de casi una hora escenas muy curiosas y anecdóticas.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN