La muerte de la nazarena Ana María Gata González, ocurrida el 20 de agosto de 2014 cuando hacía submarinismo en una isla del archipiélago de Indonesia, supuso en Dos Hermanas una gran muestra de dolor no sólo por parte de sus familiares, sino de todos aquellos que la conocieron. Este jueves, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento, la familia ofrece a las 20:00 horas una misa en el Ave María.
Ana María Gata González, de 40 años de edad y que regentaba una óptica, 'Ojos de Gata', en la Avenida de España, falleció el pasado 20 de agosto cuando practicaba submarinismo en aguas de la Isla de Flores, una de las más de 17.000 que integran el archipiélago de Indonesia y que se encuentra a unos 800 kilómetros de Bali.
Al sufrimiento de su familia por el dolor de su repentina muerte, se unió el hecho de que se produjera en un lugar muy remoto, lo que dificultó bastante todos los trámites para procurar su repatriación hasta España, hecho que no se pudo producir hasta ocho días después de su fallecimiento.
Desde el mismo instante en el que se conoció la trágica noticia, las manifestaciones de dolor fueron constantes, ya que tanto la propia Ana Gata como su familia son muy conocidas en Dos Hermanas. En el caso de ella, por el propio ejercicio de su profesión y por su carácter introvertido, y, en el de la familia, por cuanto su padre, Domingo Gata, fue mecánico industrial hasta su jubilación en la empresa Vicasa, y su madre, Josefa González, fallecida en el año 2008, fue maestra de Primaria y directora de los colegios Vicente Aleixandre y Jesús del Gran Poder, en Dos Hermanas.
Este jueves, día 20 de agosto, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento, la familia de Ana Gata ofrecerá una misa en la Parroquia del Ave María, a las 20:00 horas. Será entonces el momento de recordar a una mujer alegre, de espíritu libre, aficionada a los viajes a lugares que se encontraban siempre fuera de las rutas más comerciales, amante del deporte y del submarinismo y que murió "haciendo lo que quería", como recordó por entonces su hermano Víctor.
Ana María Gata González, de 40 años de edad y que regentaba una óptica, 'Ojos de Gata', en la Avenida de España, falleció el pasado 20 de agosto cuando practicaba submarinismo en aguas de la Isla de Flores, una de las más de 17.000 que integran el archipiélago de Indonesia y que se encuentra a unos 800 kilómetros de Bali.
Al sufrimiento de su familia por el dolor de su repentina muerte, se unió el hecho de que se produjera en un lugar muy remoto, lo que dificultó bastante todos los trámites para procurar su repatriación hasta España, hecho que no se pudo producir hasta ocho días después de su fallecimiento.
Desde el mismo instante en el que se conoció la trágica noticia, las manifestaciones de dolor fueron constantes, ya que tanto la propia Ana Gata como su familia son muy conocidas en Dos Hermanas. En el caso de ella, por el propio ejercicio de su profesión y por su carácter introvertido, y, en el de la familia, por cuanto su padre, Domingo Gata, fue mecánico industrial hasta su jubilación en la empresa Vicasa, y su madre, Josefa González, fallecida en el año 2008, fue maestra de Primaria y directora de los colegios Vicente Aleixandre y Jesús del Gran Poder, en Dos Hermanas.
Este jueves, día 20 de agosto, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento, la familia de Ana Gata ofrecerá una misa en la Parroquia del Ave María, a las 20:00 horas. Será entonces el momento de recordar a una mujer alegre, de espíritu libre, aficionada a los viajes a lugares que se encontraban siempre fuera de las rutas más comerciales, amante del deporte y del submarinismo y que murió "haciendo lo que quería", como recordó por entonces su hermano Víctor.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN
