Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas desde hace 32 años, se presenta a las que serán, con toda seguridad, sus últimas Elecciones Municipales. Y lo hace con el convencimiento de que puede volver a revalidar la mayoría absoluta, pero preparado para que, si no fuera así, ser consciente de que incluso en este caso su trabajo, como persona de consenso, aún sería más necesario.
- Se encuentra viviendo su novena campaña electoral. ¿Se ha diferenciado ésta en algo de todas las anteriores?
- Hasta la fecha, para nosotros está siendo una campaña tranquila y sin crispación. No tiene nada que ver, por ejemplo, con la campaña de hace cuatro años, que fue virulenta, con ataques personales y que se convirtió en un sin vivir no sólo durante la campaña, sino desde muchos meses antes. Pero, además, hay una diferencia importante: hay más formaciones que nunca que se presentan, a las que hay que saludar porque eso quiere decir que hay más deseos participativos. Otra cosa es que parte de estas formaciones, desgraciadamente, lleguen sin haber sido capaces de aglutinarse después de un tiempo trabajando en formar una sola lista, y que, al final, cuando ha llegado la parte más de miseria humana, como es la configuración de las listas, pues se hayan roto.
- Siempre que llegan unas elecciones, se trabaja para alcanzar unas metas, pero, en este caso, ¿se encuentra usted preparado para lo que pueda ocurrir?
- Sí. Todos tenemos que estar preparados, entre otras cosas porque uno puede poner de su parte todo lo que esté en sus posibilidades y en lo que su partido le arrope, pero al final estamos ante una decisión popular, en la que pueden influir muchos factores, desde los locales, a los que se desenvuelven en todo el país, porque seguimos atravesando por una situación que tiene su peso en el estado anímico de la gente y cada uno lo puede interpretar de una manera. Lógicamente, esa es una de las razones por las que yo he aceptado volver a presentarme, porque creo que en esta situación de crispación general, a nivel local la complementaría si no me presentara, y creo que la confianza que siempre han puesto en nosotros pues hace que no pudiera adoptar la decisión egoísta de no presentarme, porque en estos momentos creo que podría contribuir a una cierta serenidad y a recuperar esa confianza en una forma de hacer política.
- A diferencia de las anteriores campañas, ¿cree que la crisis económica y la situación por la que atraviesan muchas familias está marcando especialmente estas elecciones?
- Es algo a lo que desde lo local no te puedes abstraer, por mucho que tengas más o menos competencias. En lo local se da la contradicción de que viviendo en un mundo globalizado, la legislación que tenemos procede de fuera de nuestras fronteras, que, siendo bueno, la gente lo que necesita también es su vida concreta, que la encuentra el municipio donde vive. Entonces, sea en mayor medida o no competencia municipal el tema de la creación de empleo, indudablemente si estás cerca de los ciudadanos pues tienes que compartir con ellos el sufrimiento de que se encuentren en paro. Y es normal que esa sea la mayor preocupación que tengamos.
- ¿Y qué se puede hacer desde un Ayuntamiento?
- Pues poner todos los medios de infraestructuras necesarios para que nuestros proyectos sean tan deseables como para vengan a nuestra ciudad, y, luego, tratar de generar a su vez esa confianza en los sectores en los que tienen que desenvolverse. Otra cosa, que yo creo que es necesaria en este país, es una política industrial, y ello lo tiene que hacer, desde un consenso, el Gobierno de la nación. Pero lo que está en nuestras manos, que es sentar esas bases, creo que en principio la cubrimos. Otra cosa es que haya empleo o no. Indudablemente, si se analiza en estos años lo poquito que parece que empieza a moverse la economía y algunos proyectos que empiezan a asentarse, pues está claro que Dos Hermanas está ahí bien situada.
- La gran mayoría de los candidatos de otras formaciones que concurren a estas elecciones, cuando este Diario Digital les ha preguntado por Dos Hermanas, hablan de una ciudad muerta y que en los últimos cuatro años ha estado prácticamente en inacción. No sé si tiene usted el mismo criterio.
- No lo puedo tener, naturalmente. Dos Hermanas es una ciudad muy viva, y no creo que haya un lugar con más dinamismo social que el nuestro. La actividad que aquí hay en lo cultural, en lo deportivo, en las peñas, en las asociaciones, donde contamos con más de cuatrocientas, demuestran que en su gran mayoría están vivas, y en ese sentido somos incluso referencia. En otras palabras, hasta Dos Hermanas vienen de otras ciudades, europeas, sudamericanas y africanas, a conocer cuál es nuestro modelo asociativo. Entonces, a lo mejor esos partidos que dicen que estamos muertos es que no conocen estos detalles. Por otro lado, y a pesar de la crisis, somos un municipio que presupuestariamente ha sabido seguir atendiendo en estos últimos cuatro años hasta la última necesidad que haya habido en el último rincón del pueblo, y aquí puedo asegurar que no hay diferencias entre el Centro y Cerro Blanco, por poner un ejemplo. Están atendidas todas las necesidades y demandas que hay, y eso es, aunque es algo que la gente no aprecia, porque hay un diálogo constante y directo con todas esas entidades. Frente a todas esas cosas, en relación a las grades decisiones de desarrollo de este municipio, pues vemos que, pese a haberse ralentizado, éstas siguen vivas, como ocurre con el caso de Megapark, de Entrenúcleos o de la Universidad de Loyola. Pero es que en otros sitios no hay nada. Y, si no, que me digan a mí ejemplos de otros municipios donde haya vida.
- Estas mismas formaciones entienden, según sus impresiones, que el PSOE no va a sacar mayoría absoluta en estas Elecciones Municipales, y que ello es sinónimo de que usted no permanecería en el Ayuntamiento más de un mes.
- En primer lugar, nos encontramos en las puertas de unas Elecciones y nosotros no sólo estamos trabajando para tener una mayoría suficiente, sino incluso una mayoría absoluta. Pero si el resultado de las Elecciones es que nos dan sólo una mayoría, sin ser absoluta, yo entiendo que todavía sería más necesario mi trabajo. Y lo sería para intentar el consenso y el diálogo entre todos. El otro día comentaba con mis compañeros que en este mandado se han celebrado 48 plenos, con un promedio de doce por año, en los que se han tomado más de quinientas decisiones, y sólo en treinta de ellas el PSOE ha tenido que votar en solitario, mientras que el resto fueron por unanimidad de todos los grupos y, en los que no ocurrió así, siempre al menos contando con los votos a favor del PSOE y del PP o de IU. Esto quiere decir, simplemente, que aunque hemos tenido mayoría absoluta, no es nuestro estilo ni nuestra forma de ser el arrollar a nadie, sino que se trata de un camino de consenso, de forma que si no sacáramos la mayoría absoluta en estas elecciones, todavía creo que mi trabajo sería aún más necesario.
- ¿Se siente usted satisfecho con su labor en estos últimos cuatro años?
- Pues han sido años en los que, con las dificultades que ha habido, puedo encontrarme más satisfecho que en cualquier otro mandato. Puedo sentir, sin duda, la angustia de muchas personas que hablan conmigo en la calle o que acuden a mi despacho contándome sus problemas, y a las que procuramos siempre por diversas vías. Pero, al mismo tiempo, el haber logrado atravesar esta crisis sin suprimir ninguna actividad humana, que es lo primero que a mí me importa en cuanto a lo que es la cohesión social, pues es algo a tener en cuenta. Pero es que no sólo se han mantenido, sino que incluso han aumentado, como es el caso de las aportaciones al área de Servicios Sociales para atender necesidades vitales, o todos los programas de empleo a los que nos hemos acogido, y sin olvidar que los grandes proyectos de nuestra ciudad siguen vivos. Pero es que dentro de las cosas necesarias del día a día, pues se han abierto cuatro colegios, dos guarderías, centros de mayores, centros de atención a niños con parálisis cerebral, y manteniendo, además, una economía equilibrada. Y esto sólo es posible hacerlo contando con la complicidad de los vecinos y con un equipo de trabajo que lo hace honestamente. Por tanto, en estos cuatro años hay que quedarse con esa satisfacción de que se ha podido superar.
- ¿Y cuál es la Dos Hermanas que tiene en su mente para el futuro?
- Yo pertenezco a una generación en la que se valora muchísimo la convivencia pacífica, en libertad y en justicia. Siempre he soñado desde niño con dedicarme a los demás, y, por tanto, para mí ver que Dos Hermanas se va consolidando en el futuro como un modelo de convivencia y libertad, donde hay igualdad de oportunidades, educación y cultura, pues ves que es la ciudad por la que trabajamos, aunque sé que esto es algo que no se valora lo suficiente. Pero, por encima de todo, hay un hecho que marcará en su día esta ciudad y que son las dos universidades, la Pablo de Olavide y la Loyola, sobre las que estamos volcados para que se lleven bien y sumen, algo que estamos logrando. Entonces, tener el privilegio de contar con una ciudad con dos universidades..., es que las grandes capitales del mundo no se pueden concebir hoy sin ellas, como una Salamanca o una Granada a las que si les quitas las universidades es como si les quitaras todo. Por eso digo que todavía no se es consciente, de forma general, de lo que eso puede significar. Si conseguimos que las dos universidades enraícen en el pueblo y que trabajen en común, y que el Ayuntamiento sea puente entre ambas, pues ahí puede estar el mayor éxito de futuro de Dos Hermanas.
- Se encuentra viviendo su novena campaña electoral. ¿Se ha diferenciado ésta en algo de todas las anteriores?
- Hasta la fecha, para nosotros está siendo una campaña tranquila y sin crispación. No tiene nada que ver, por ejemplo, con la campaña de hace cuatro años, que fue virulenta, con ataques personales y que se convirtió en un sin vivir no sólo durante la campaña, sino desde muchos meses antes. Pero, además, hay una diferencia importante: hay más formaciones que nunca que se presentan, a las que hay que saludar porque eso quiere decir que hay más deseos participativos. Otra cosa es que parte de estas formaciones, desgraciadamente, lleguen sin haber sido capaces de aglutinarse después de un tiempo trabajando en formar una sola lista, y que, al final, cuando ha llegado la parte más de miseria humana, como es la configuración de las listas, pues se hayan roto.
- Siempre que llegan unas elecciones, se trabaja para alcanzar unas metas, pero, en este caso, ¿se encuentra usted preparado para lo que pueda ocurrir?
- Sí. Todos tenemos que estar preparados, entre otras cosas porque uno puede poner de su parte todo lo que esté en sus posibilidades y en lo que su partido le arrope, pero al final estamos ante una decisión popular, en la que pueden influir muchos factores, desde los locales, a los que se desenvuelven en todo el país, porque seguimos atravesando por una situación que tiene su peso en el estado anímico de la gente y cada uno lo puede interpretar de una manera. Lógicamente, esa es una de las razones por las que yo he aceptado volver a presentarme, porque creo que en esta situación de crispación general, a nivel local la complementaría si no me presentara, y creo que la confianza que siempre han puesto en nosotros pues hace que no pudiera adoptar la decisión egoísta de no presentarme, porque en estos momentos creo que podría contribuir a una cierta serenidad y a recuperar esa confianza en una forma de hacer política.
- A diferencia de las anteriores campañas, ¿cree que la crisis económica y la situación por la que atraviesan muchas familias está marcando especialmente estas elecciones?
- Es algo a lo que desde lo local no te puedes abstraer, por mucho que tengas más o menos competencias. En lo local se da la contradicción de que viviendo en un mundo globalizado, la legislación que tenemos procede de fuera de nuestras fronteras, que, siendo bueno, la gente lo que necesita también es su vida concreta, que la encuentra el municipio donde vive. Entonces, sea en mayor medida o no competencia municipal el tema de la creación de empleo, indudablemente si estás cerca de los ciudadanos pues tienes que compartir con ellos el sufrimiento de que se encuentren en paro. Y es normal que esa sea la mayor preocupación que tengamos.
- ¿Y qué se puede hacer desde un Ayuntamiento?
- Pues poner todos los medios de infraestructuras necesarios para que nuestros proyectos sean tan deseables como para vengan a nuestra ciudad, y, luego, tratar de generar a su vez esa confianza en los sectores en los que tienen que desenvolverse. Otra cosa, que yo creo que es necesaria en este país, es una política industrial, y ello lo tiene que hacer, desde un consenso, el Gobierno de la nación. Pero lo que está en nuestras manos, que es sentar esas bases, creo que en principio la cubrimos. Otra cosa es que haya empleo o no. Indudablemente, si se analiza en estos años lo poquito que parece que empieza a moverse la economía y algunos proyectos que empiezan a asentarse, pues está claro que Dos Hermanas está ahí bien situada.
- La gran mayoría de los candidatos de otras formaciones que concurren a estas elecciones, cuando este Diario Digital les ha preguntado por Dos Hermanas, hablan de una ciudad muerta y que en los últimos cuatro años ha estado prácticamente en inacción. No sé si tiene usted el mismo criterio.
- No lo puedo tener, naturalmente. Dos Hermanas es una ciudad muy viva, y no creo que haya un lugar con más dinamismo social que el nuestro. La actividad que aquí hay en lo cultural, en lo deportivo, en las peñas, en las asociaciones, donde contamos con más de cuatrocientas, demuestran que en su gran mayoría están vivas, y en ese sentido somos incluso referencia. En otras palabras, hasta Dos Hermanas vienen de otras ciudades, europeas, sudamericanas y africanas, a conocer cuál es nuestro modelo asociativo. Entonces, a lo mejor esos partidos que dicen que estamos muertos es que no conocen estos detalles. Por otro lado, y a pesar de la crisis, somos un municipio que presupuestariamente ha sabido seguir atendiendo en estos últimos cuatro años hasta la última necesidad que haya habido en el último rincón del pueblo, y aquí puedo asegurar que no hay diferencias entre el Centro y Cerro Blanco, por poner un ejemplo. Están atendidas todas las necesidades y demandas que hay, y eso es, aunque es algo que la gente no aprecia, porque hay un diálogo constante y directo con todas esas entidades. Frente a todas esas cosas, en relación a las grades decisiones de desarrollo de este municipio, pues vemos que, pese a haberse ralentizado, éstas siguen vivas, como ocurre con el caso de Megapark, de Entrenúcleos o de la Universidad de Loyola. Pero es que en otros sitios no hay nada. Y, si no, que me digan a mí ejemplos de otros municipios donde haya vida.
- Estas mismas formaciones entienden, según sus impresiones, que el PSOE no va a sacar mayoría absoluta en estas Elecciones Municipales, y que ello es sinónimo de que usted no permanecería en el Ayuntamiento más de un mes.
- En primer lugar, nos encontramos en las puertas de unas Elecciones y nosotros no sólo estamos trabajando para tener una mayoría suficiente, sino incluso una mayoría absoluta. Pero si el resultado de las Elecciones es que nos dan sólo una mayoría, sin ser absoluta, yo entiendo que todavía sería más necesario mi trabajo. Y lo sería para intentar el consenso y el diálogo entre todos. El otro día comentaba con mis compañeros que en este mandado se han celebrado 48 plenos, con un promedio de doce por año, en los que se han tomado más de quinientas decisiones, y sólo en treinta de ellas el PSOE ha tenido que votar en solitario, mientras que el resto fueron por unanimidad de todos los grupos y, en los que no ocurrió así, siempre al menos contando con los votos a favor del PSOE y del PP o de IU. Esto quiere decir, simplemente, que aunque hemos tenido mayoría absoluta, no es nuestro estilo ni nuestra forma de ser el arrollar a nadie, sino que se trata de un camino de consenso, de forma que si no sacáramos la mayoría absoluta en estas elecciones, todavía creo que mi trabajo sería aún más necesario.
- ¿Se siente usted satisfecho con su labor en estos últimos cuatro años?
- Pues han sido años en los que, con las dificultades que ha habido, puedo encontrarme más satisfecho que en cualquier otro mandato. Puedo sentir, sin duda, la angustia de muchas personas que hablan conmigo en la calle o que acuden a mi despacho contándome sus problemas, y a las que procuramos siempre por diversas vías. Pero, al mismo tiempo, el haber logrado atravesar esta crisis sin suprimir ninguna actividad humana, que es lo primero que a mí me importa en cuanto a lo que es la cohesión social, pues es algo a tener en cuenta. Pero es que no sólo se han mantenido, sino que incluso han aumentado, como es el caso de las aportaciones al área de Servicios Sociales para atender necesidades vitales, o todos los programas de empleo a los que nos hemos acogido, y sin olvidar que los grandes proyectos de nuestra ciudad siguen vivos. Pero es que dentro de las cosas necesarias del día a día, pues se han abierto cuatro colegios, dos guarderías, centros de mayores, centros de atención a niños con parálisis cerebral, y manteniendo, además, una economía equilibrada. Y esto sólo es posible hacerlo contando con la complicidad de los vecinos y con un equipo de trabajo que lo hace honestamente. Por tanto, en estos cuatro años hay que quedarse con esa satisfacción de que se ha podido superar.
- ¿Y cuál es la Dos Hermanas que tiene en su mente para el futuro?
- Yo pertenezco a una generación en la que se valora muchísimo la convivencia pacífica, en libertad y en justicia. Siempre he soñado desde niño con dedicarme a los demás, y, por tanto, para mí ver que Dos Hermanas se va consolidando en el futuro como un modelo de convivencia y libertad, donde hay igualdad de oportunidades, educación y cultura, pues ves que es la ciudad por la que trabajamos, aunque sé que esto es algo que no se valora lo suficiente. Pero, por encima de todo, hay un hecho que marcará en su día esta ciudad y que son las dos universidades, la Pablo de Olavide y la Loyola, sobre las que estamos volcados para que se lleven bien y sumen, algo que estamos logrando. Entonces, tener el privilegio de contar con una ciudad con dos universidades..., es que las grandes capitales del mundo no se pueden concebir hoy sin ellas, como una Salamanca o una Granada a las que si les quitas las universidades es como si les quitaras todo. Por eso digo que todavía no se es consciente, de forma general, de lo que eso puede significar. Si conseguimos que las dos universidades enraícen en el pueblo y que trabajen en común, y que el Ayuntamiento sea puente entre ambas, pues ahí puede estar el mayor éxito de futuro de Dos Hermanas.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN