Año a año se repiten muchas tradiciones, pero siempre es diferente. Por supuesto, porque los niños y niñas que acuden al encuentro con la Virgen de Valme suelen ser cada año distintos. Y también porque suele producirse algún aspecto novedoso. Este año, el principal estuvo en el hecho de que fuera el propio párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, quien presentara a los pequeños.
Uno a uno, don Manuel Sánchez de Heredia, por expreso deseo suyo, fue cogiendo a los niños y niñas que fueron pasando ante el Altar Mayor, y presentándolos a la Virgen de Valme. Y, así, hasta casi el centenar. Y todo en un ambiente de nuevo festivo, con madres y padres, y también muchos abuelos, que no quisieron faltar a una tradición que se viene realizando en nuestra ciudad desde hace unos 25 años.
La Virgen de Valme, colocada a los pies del Altar Mayor, lucía para la ocasión la réplica de la corona de oro que estrenó en 1973 con motivo de su coronación, realizada en plata sobre dorado y que estaba reestrenando tras la reciente restauración llevada a cabo por el Taller de Marmolejo.
Pese a que el acto de presentación de los niños y niñas ante la Protectora de Dos Hermanas estaba anunciado para las 17:30 horas, desde algo más de media hora antes ya eran numerosas las familias que se encontraban en la puerta de la Parroquia Mayor. Y, ya en el interior, todo se dispuso para volver a vivir ese momento mágico y lleno de colorido, y en el que en todo momento estuvo presente el párroco, que vivía así también su primera presentación en nuestra ciudad desde su reciente llegada.
La Festividad de la Candelaria, que se celebra el día 2 de febrero, conmemora la Purificación de la Virgen María y la presentación del Niño Jesús en el Templo. Por este motivo, se mantiene año a año la tradición de pasar a los niños nacidos durante el año anterior por el manto de la Virgen para que los proteja y purifique.
Con posterioridad a este acto, la Junta de Gobierno de la Hermandad de Valme, entre otros hermanos y feligreses, asistió, como es también tradicional, a la Misa que se ofreció, a partir de las 20:00 horas, con motivo de la Festividad de la Candelaria. Y, seguidamente, la Virgen fue llevada de nuevo hasta su Capilla Sacramental, donde durante un tiempo permanecerá sin manto, para que su talla se pueda contemplar en su totalidad.
![]() |
Don Manuel Sánchez de Heredia recoge a una pequeña para presentarla ante la Virgen de Valme. (Foto: Augusto J. Carrasco) |
Uno a uno, don Manuel Sánchez de Heredia, por expreso deseo suyo, fue cogiendo a los niños y niñas que fueron pasando ante el Altar Mayor, y presentándolos a la Virgen de Valme. Y, así, hasta casi el centenar. Y todo en un ambiente de nuevo festivo, con madres y padres, y también muchos abuelos, que no quisieron faltar a una tradición que se viene realizando en nuestra ciudad desde hace unos 25 años.
La Virgen de Valme, colocada a los pies del Altar Mayor, lucía para la ocasión la réplica de la corona de oro que estrenó en 1973 con motivo de su coronación, realizada en plata sobre dorado y que estaba reestrenando tras la reciente restauración llevada a cabo por el Taller de Marmolejo.
Pese a que el acto de presentación de los niños y niñas ante la Protectora de Dos Hermanas estaba anunciado para las 17:30 horas, desde algo más de media hora antes ya eran numerosas las familias que se encontraban en la puerta de la Parroquia Mayor. Y, ya en el interior, todo se dispuso para volver a vivir ese momento mágico y lleno de colorido, y en el que en todo momento estuvo presente el párroco, que vivía así también su primera presentación en nuestra ciudad desde su reciente llegada.
La Festividad de la Candelaria, que se celebra el día 2 de febrero, conmemora la Purificación de la Virgen María y la presentación del Niño Jesús en el Templo. Por este motivo, se mantiene año a año la tradición de pasar a los niños nacidos durante el año anterior por el manto de la Virgen para que los proteja y purifique.
Con posterioridad a este acto, la Junta de Gobierno de la Hermandad de Valme, entre otros hermanos y feligreses, asistió, como es también tradicional, a la Misa que se ofreció, a partir de las 20:00 horas, con motivo de la Festividad de la Candelaria. Y, seguidamente, la Virgen fue llevada de nuevo hasta su Capilla Sacramental, donde durante un tiempo permanecerá sin manto, para que su talla se pueda contemplar en su totalidad.
F. G. CH. / REDACCIÓN