El periodista y escritor José María Gómez es una persona muy querida en Dos Hermanas -bueno, y allá por donde ha pasado-, y la prueba de ello fue el cariño y los abrazos que recibió este martes, día 30 de diciembre, durante la presentación en el Centro Cultural La Almona de su nuevo libro, 'El paraíso abatido', una novela en la que cuenta la vida de la localidad nazarena en los días previos a la Guerra Civil.
José María Gómez regresaba a su ciudad para hablar de la Dos Hermanas de ayer y de hoy, para reencontrarse con viejos amigos y para asegurar que le tiene "mucho cariño a Dos Hermanas". No en vano, nació y pasó sus primeros años de vida en el entorno de la calle Real, hasta que se trasladó a Sevilla, donde reside en la actualidad y en la que desarrolló gran parte de su vida profesional como redactor de 'El Correo de Andalucía'.
Pero siempre tuvo presente a Dos Hermanas, como lo demuestra los numerosos artículos publicados en la prensa sevillana o local, y los libros dedicados a su ciudad natal, como la biografía de Fernán Caballero, titulada 'Recuerdos al viento', o 'José María Gómez… y Dos Hermanas', este último editado por el Ayuntamiento nazareno.
Y este martes regresó a ella para presentar su última novela, ambientada en la Dos Hermanas de comienzos de la Guerra Civil, y en la que, con nombres ficticios, refleja a personajes y situaciones de la ciudad de aquellos años. Durante la presentación de su novela en La Almona, que ya se puede adquirir en la Feria del Libro nazarena, José María Gómez reconoció que tardó casi once años en escribirla, debido a que poco después de comenzar a recopilar información sufrió la pérdida de su hijo José María, médico de profesión, "algo que fue un duro golpe para mí y mi familia, y la verdad es que se me quitaron las ganas de todo".
Pero tras pasar algún tiempo, y especialmente ayudado por su hija Ana María, igualmente periodista como él, se decidió a ir poniendo en orden ideas, recuerdos, vivencias y anotaciones, y darle forma a un libro que viene a engrosar la larga lista ya de textos dedicados a Dos Hermanas.
"Mi hija Ana María, que es la que me dio fuerzas, tiene mucha parte en este libro porque fue la que hizo que comenzara de nuevo a escribir", dijo, además de la señá Julita, en cuyo huerto, admirando las ramas del frondoso árbol del paraíso, pasó largos ratos prestando oídos para conocer historias sobre Dos Hermanas.
"Yo le tengo mucho cariño a Dos Hermanas, a la calle Real, que aunque no es la misma de antes ya veo que está recuperando parte del ambiente que siempre ha tenido", y a muchos otros rincones que le transportan hasta su niñez y su juventud. "Pero ya he escrito bastante", concluyó este nazareno que, debido a la edad, debe moverse en silla de ruedas para acudir a algunos lugares.
La celebración en torno al libro
La presentación del libro de José María Gómez se convirtió en una fiesta en torno a la cual se encontraron y reencontraron muchos personajes de Dos Hermanas, algunos de los cuales le acompañaron en la mesa desde la que se presentó su novela. Entre ellos, María del Carmen Gómez Varela, directora de la Biblioteca Municipal, quien recordó que lo primero que leyó en su vida sobre Dos Hermanas fue un texto de José María Gómez.
"Yo me siento muy identificada con José María, y en Dos Hermanas todos los que escribimos y leemos estamos muy agradecidos a él porque fue la primera luz que se encendió en el horizonte, y a partir de ahí vinieron ya luego otras estrellas", dijo, al tiempo que le dio las gracias "por todo lo que has escrito sobre tu ciudad".
Y, junto a él, Pedro Sánchez, cronista oficial de la ciudad, quien desgranó con detalle un libro en el que se recoge "una parte esencial de la vida de José María, que es también una parte esencial de la vida de Dos Hermanas". "La intención de esta novela no es otra que la de reflejar una época que coincide con su niñez y adolescencia", continuó. "Por eso no es tanto una novela de creación, sino un reportaje novelado en el que recoge la realidad a través de unos personajes que el autor no ha querido representar con sus nombres reales, pero que en Dos Hermanas son perfectamente reconocibles".
Así, en 'El paraíso abatido' refleja "la inquietud y angustia en un ambiente en el que se vislumbraba la tragedia y la agitación social, y el paso a unos tiempos terribles en los que imperó el odio", personajes reales con los que el autor convivió, entre ellos su padre, José Gómez Claro, con referencias a la historia de Dos Hermanas, a sus recuerdos de los colegios Santa Ana, la Sagrada Familia o El Ave María, a lugares como Los Jardines, el Casino o los Cuatro Cantillos, al ambiente musical, teatral y cultural de la época, a personajes como el farmacéutico, el párroco o a la barbería de Rogelio, o a él mismo, reflejado en un niño, llamado Santi, que vivió todo ello con tan sólo 9 años de edad.
Por su parte, el escritor nazareno Casimiro Rivas recordó los años en los que conoció a José María Gómez, ambos siendo unos niños, y la relación que ya por esos años ambos tuvieron con el mundo del teatro, y cómo, pese a la distancia, la amistad entre ellos se fue consolidando, resaltando además el hecho de que Dos Hermanas le supiera reconocer en vida toda su trayectoria nombrándolo Hijo Predilecto y Adoptivo de la ciudad y rotulando una calle con su nombre, "porque así se lo merecía".
José María Gómez regresaba a su ciudad para hablar de la Dos Hermanas de ayer y de hoy, para reencontrarse con viejos amigos y para asegurar que le tiene "mucho cariño a Dos Hermanas". No en vano, nació y pasó sus primeros años de vida en el entorno de la calle Real, hasta que se trasladó a Sevilla, donde reside en la actualidad y en la que desarrolló gran parte de su vida profesional como redactor de 'El Correo de Andalucía'.
Pero siempre tuvo presente a Dos Hermanas, como lo demuestra los numerosos artículos publicados en la prensa sevillana o local, y los libros dedicados a su ciudad natal, como la biografía de Fernán Caballero, titulada 'Recuerdos al viento', o 'José María Gómez… y Dos Hermanas', este último editado por el Ayuntamiento nazareno.
Y este martes regresó a ella para presentar su última novela, ambientada en la Dos Hermanas de comienzos de la Guerra Civil, y en la que, con nombres ficticios, refleja a personajes y situaciones de la ciudad de aquellos años. Durante la presentación de su novela en La Almona, que ya se puede adquirir en la Feria del Libro nazarena, José María Gómez reconoció que tardó casi once años en escribirla, debido a que poco después de comenzar a recopilar información sufrió la pérdida de su hijo José María, médico de profesión, "algo que fue un duro golpe para mí y mi familia, y la verdad es que se me quitaron las ganas de todo".
Pero tras pasar algún tiempo, y especialmente ayudado por su hija Ana María, igualmente periodista como él, se decidió a ir poniendo en orden ideas, recuerdos, vivencias y anotaciones, y darle forma a un libro que viene a engrosar la larga lista ya de textos dedicados a Dos Hermanas.
"Mi hija Ana María, que es la que me dio fuerzas, tiene mucha parte en este libro porque fue la que hizo que comenzara de nuevo a escribir", dijo, además de la señá Julita, en cuyo huerto, admirando las ramas del frondoso árbol del paraíso, pasó largos ratos prestando oídos para conocer historias sobre Dos Hermanas.
"Yo le tengo mucho cariño a Dos Hermanas, a la calle Real, que aunque no es la misma de antes ya veo que está recuperando parte del ambiente que siempre ha tenido", y a muchos otros rincones que le transportan hasta su niñez y su juventud. "Pero ya he escrito bastante", concluyó este nazareno que, debido a la edad, debe moverse en silla de ruedas para acudir a algunos lugares.
La celebración en torno al libro
La presentación del libro de José María Gómez se convirtió en una fiesta en torno a la cual se encontraron y reencontraron muchos personajes de Dos Hermanas, algunos de los cuales le acompañaron en la mesa desde la que se presentó su novela. Entre ellos, María del Carmen Gómez Varela, directora de la Biblioteca Municipal, quien recordó que lo primero que leyó en su vida sobre Dos Hermanas fue un texto de José María Gómez.
"Yo me siento muy identificada con José María, y en Dos Hermanas todos los que escribimos y leemos estamos muy agradecidos a él porque fue la primera luz que se encendió en el horizonte, y a partir de ahí vinieron ya luego otras estrellas", dijo, al tiempo que le dio las gracias "por todo lo que has escrito sobre tu ciudad".
Y, junto a él, Pedro Sánchez, cronista oficial de la ciudad, quien desgranó con detalle un libro en el que se recoge "una parte esencial de la vida de José María, que es también una parte esencial de la vida de Dos Hermanas". "La intención de esta novela no es otra que la de reflejar una época que coincide con su niñez y adolescencia", continuó. "Por eso no es tanto una novela de creación, sino un reportaje novelado en el que recoge la realidad a través de unos personajes que el autor no ha querido representar con sus nombres reales, pero que en Dos Hermanas son perfectamente reconocibles".
Así, en 'El paraíso abatido' refleja "la inquietud y angustia en un ambiente en el que se vislumbraba la tragedia y la agitación social, y el paso a unos tiempos terribles en los que imperó el odio", personajes reales con los que el autor convivió, entre ellos su padre, José Gómez Claro, con referencias a la historia de Dos Hermanas, a sus recuerdos de los colegios Santa Ana, la Sagrada Familia o El Ave María, a lugares como Los Jardines, el Casino o los Cuatro Cantillos, al ambiente musical, teatral y cultural de la época, a personajes como el farmacéutico, el párroco o a la barbería de Rogelio, o a él mismo, reflejado en un niño, llamado Santi, que vivió todo ello con tan sólo 9 años de edad.
Por su parte, el escritor nazareno Casimiro Rivas recordó los años en los que conoció a José María Gómez, ambos siendo unos niños, y la relación que ya por esos años ambos tuvieron con el mundo del teatro, y cómo, pese a la distancia, la amistad entre ellos se fue consolidando, resaltando además el hecho de que Dos Hermanas le supiera reconocer en vida toda su trayectoria nombrándolo Hijo Predilecto y Adoptivo de la ciudad y rotulando una calle con su nombre, "porque así se lo merecía".
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
