El concierto que la Banda de Música de Dos Hermanas 'Santa Ana' ofreció este sábado, día 22 de noviembre, en el Teatro Municipal, y, especialmente, la sorprendente puesta en escena de la interpretación de 'Libertadores', de Óscar Navarro González, una obra atrevida y difícil de ejecutar pero tremendamente espectacular, volvió a conquistar al público que llenó en su totalidad este recinto.
El concierto que con motivo de la festividad de Santa Cecilia ofreció la Banda de Música 'Santa Ana', que dirige José Ramón Lozano, contó con un comienzo y un final ciertamente sorprendentes y atrevidos. Y en ambos casos, la valentía se vio recompensada por el rotundo aplauso que, puesto en pie, tributó al final el público que llenaba el Teatro Municipal Juan Rodríguez Romero.
El comienzo lo hizo con el Concierto para oboe y cuerdas en re menor de Alessandro Marcelo, que éste compusiera a comienzos del siglo XVIII, y que contó con el protagonismo de José Antonio Cantalejo, miembro de la propia Banda, quien dejó patente su calidad y dominio del oboe pese a su juventud, siendo premiado con un fuerte y prolongado aplauso por parte del público.
Y el final fue algo que nadie se esperaba, que la gran mayoría de los allí presentes nunca habían escuchado, pero que la Banda apostó por ella superando la dificultad de su interpretación y consiguiendo que el público se pusiera en pie tras su ejecución, dejando en éste un regusto tremendamente agradable.
Se trata de la obra 'Libertadores', del alicantino Óscar Navarro González, que compusiera con motivo de la 39 edición del Certamen Internacional de Bandas de Música de Altea y Pueblos de América, y que está dividida en dos partes, una primera inspirada en el río Amazonas, y en el que las voces, reproduciendo cantos indígenas, y la percusión corporal de los propios músicos, a través de sus manos y cuerpo y de sus palmas, tienen un protagonismo especial.
Y una segunda, dedicada a los libertadores de América del Sur Simón Bolívar y José San Martín, que, como el propio autor describe, tiene un carácter militar y en cuyo final se produce un estallido en el que los tambores destacan sobre el resto de los instrumentos. En este caso, seis músicos, con sus tambores, aparecieron por los laterales del escenario y se situaron en primera fila, de forma marcial, dando, sin duda, un sonido y un colorido muy llamativos.
Se trató del gran éxito de la noche, y a la que el director de la Banda, José Ramón Lozano, volvió a recurrir para agradecer al público, puesto en pie, sus aplausos. Sin duda, la sonrisa de satisfacción por el concierto al que acababan de asistir y los elogios unánimes del público a la salida del Teatro fueron la nota predominante.
El resto del concierto, igualmente de gran calidad en su ejecución, giró en torno a la música española, con las interpretaciones del pasodoble 'Puerta de Sevilla', de Manuel Bernal Nieto, director de la Unidad de Música del Cuartel General de la Fuerza Terrestre 'Soria 9'; de la marcha militar 'Desfilando', y de pasajes de la zarzuela 'La alegría de la huerta', de Federico Chueca, inspirada en las huertas murcianas.
Homenaje a Miguel Ángel Gallardo
Otro de los momentos especiales de la noche se vivió con motivo del homenaje que la Banda quiso hacer a uno de sus integrantes, Miguel Ángel Gallardo Jiménez, que en esta ocasión se encontraba entre el público sin sospechar absolutamente nada, y que recibió el reconocimiento de todos sus compañeros por sus treinta años de entrega a la misma.
La persona encargada de comunicar este homenaje fue uno de los integrantes de la Banda nazarena, Saúl Caro, quien se refirió a Miguel Ángel Gallardo como "un gran amigo", y del que contó algunas de las anécdotas de las que fue protagonista. "Miguel nunca se ha dado por vencido por estar en la banda, en nuestros ensayos, conciertos y procesiones. Es siempre el primero en llegar a los ensayos y en demostrar una pasión por la banda muy grande, y destaca de él cómo aguanta todas las procesiones desde el principio y hasta el final", dijo de quien recibió el abrazo y un recuerdo de sus compañeros en medio de una gran emoción.
El concierto que con motivo de la festividad de Santa Cecilia ofreció la Banda de Música 'Santa Ana', que dirige José Ramón Lozano, contó con un comienzo y un final ciertamente sorprendentes y atrevidos. Y en ambos casos, la valentía se vio recompensada por el rotundo aplauso que, puesto en pie, tributó al final el público que llenaba el Teatro Municipal Juan Rodríguez Romero.
El comienzo lo hizo con el Concierto para oboe y cuerdas en re menor de Alessandro Marcelo, que éste compusiera a comienzos del siglo XVIII, y que contó con el protagonismo de José Antonio Cantalejo, miembro de la propia Banda, quien dejó patente su calidad y dominio del oboe pese a su juventud, siendo premiado con un fuerte y prolongado aplauso por parte del público.
Y el final fue algo que nadie se esperaba, que la gran mayoría de los allí presentes nunca habían escuchado, pero que la Banda apostó por ella superando la dificultad de su interpretación y consiguiendo que el público se pusiera en pie tras su ejecución, dejando en éste un regusto tremendamente agradable.
Se trata de la obra 'Libertadores', del alicantino Óscar Navarro González, que compusiera con motivo de la 39 edición del Certamen Internacional de Bandas de Música de Altea y Pueblos de América, y que está dividida en dos partes, una primera inspirada en el río Amazonas, y en el que las voces, reproduciendo cantos indígenas, y la percusión corporal de los propios músicos, a través de sus manos y cuerpo y de sus palmas, tienen un protagonismo especial.
Y una segunda, dedicada a los libertadores de América del Sur Simón Bolívar y José San Martín, que, como el propio autor describe, tiene un carácter militar y en cuyo final se produce un estallido en el que los tambores destacan sobre el resto de los instrumentos. En este caso, seis músicos, con sus tambores, aparecieron por los laterales del escenario y se situaron en primera fila, de forma marcial, dando, sin duda, un sonido y un colorido muy llamativos.
Se trató del gran éxito de la noche, y a la que el director de la Banda, José Ramón Lozano, volvió a recurrir para agradecer al público, puesto en pie, sus aplausos. Sin duda, la sonrisa de satisfacción por el concierto al que acababan de asistir y los elogios unánimes del público a la salida del Teatro fueron la nota predominante.
El resto del concierto, igualmente de gran calidad en su ejecución, giró en torno a la música española, con las interpretaciones del pasodoble 'Puerta de Sevilla', de Manuel Bernal Nieto, director de la Unidad de Música del Cuartel General de la Fuerza Terrestre 'Soria 9'; de la marcha militar 'Desfilando', y de pasajes de la zarzuela 'La alegría de la huerta', de Federico Chueca, inspirada en las huertas murcianas.
Homenaje a Miguel Ángel Gallardo
Otro de los momentos especiales de la noche se vivió con motivo del homenaje que la Banda quiso hacer a uno de sus integrantes, Miguel Ángel Gallardo Jiménez, que en esta ocasión se encontraba entre el público sin sospechar absolutamente nada, y que recibió el reconocimiento de todos sus compañeros por sus treinta años de entrega a la misma.
La persona encargada de comunicar este homenaje fue uno de los integrantes de la Banda nazarena, Saúl Caro, quien se refirió a Miguel Ángel Gallardo como "un gran amigo", y del que contó algunas de las anécdotas de las que fue protagonista. "Miguel nunca se ha dado por vencido por estar en la banda, en nuestros ensayos, conciertos y procesiones. Es siempre el primero en llegar a los ensayos y en demostrar una pasión por la banda muy grande, y destaca de él cómo aguanta todas las procesiones desde el principio y hasta el final", dijo de quien recibió el abrazo y un recuerdo de sus compañeros en medio de una gran emoción.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
