La Secretaría de la Hermandad del Gran Poder lleva desde la noche de este viernes, día 1 de agosto, el nombre de José Manuel Domínguez Martín, la persona que fuera hermano mayor de esta Hermandad nazarena y que cuando falleció, hace ya casi un año, ostentaba el cargo de secretario primero. Esa sala, que fuera su lugar de trabajo en los últimos años, llevará ya para siempre su nombre.
Se trató de un sencillo acto que acogió la planta noble de la sede de la Hermandad del Gran Poder de Dos Hermanas. Tras la celebración de la misa que tuvo lugar instantes antes, y que presidió el párroco del Ave María, don Raúl Moreno Enríquez, una gran parte de los asistentes subieron hasta la primera planta de la sede de esta Hermandad, ocupando en su totalidad el espacio en torno al cual se desarrolló este sentido homenaje.
En presencia de la esposa de José Manuel Domínguez, Dolores Mesa Martín, y de sus dos hijas, el hermano mayor del Gran Poder, Mariano Sánchez, introdujo el acto indicando que en ese instante se iba a dar cumplimiento al acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno por el cual se rendía homenaje a quien fuera su hermano mayor durante casi ocho años y que, cuando le sobrevino la muerte, ostentaba el cargo de secretario primero de la Hermandad.
Junto a la puerta de la Secretaría se encontraba una cortinilla, que fue descorrida por su esposa y por su hermano Fernando, y que mostró una sencilla cerámica enmarcada, en la que se podía leer textualmente 'Secretaría', y debajo el nombre de José Manuel Domínguez Marín, además de mostrar en la parte superior, en un extremo, una imagen suya, otra del rostro del Gran Poder y, en medio de ambas, el escudo de la Hermandad.
Tras la bendición del azulejo por parte del párroco del Ave María, el hermano mayor del Gran Poder dio lectura a un texto que comenzó así: "Parece mentira, pero hace ya un año de su marcha. Parece mentira, pero hemos vivido todo este tiempo con el dolor en nuestro corazón y sintiéndolo permanentemente junto a nosotros", dijo, para recordar que fue un 3 de agosto de 2013 cuando "nuestro querido José Manuel, nuestro 'Barba', nos dejó".
Constancia permanente de su trabajo
Mariano Sánchez transmitió el dolor que aún les suponía a todos los miembros de la Junta de Gobierno y de cuantos lo conocieron el hecho "de que físicamente ya no esté con nosotros", y añadió: "Sabemos de sobra que nunca quisiste homenajes y reconocimientos, pero permítenos que esta Junta de Gobierno deje constancia permanente, con el sencillo acto de esta noche, por tu labor en la Hermandad, de manera que las generaciones venideras sepan que aquí hubo un hermano que trabajó de manera intensa y efectiva por glorificar el bendito nombre del Señor del Gran Poder a través de su Hermandad. Un hermano al que nunca le importó el cargo, nunca el ser ni el ostentar, sino el servir y el ayudar a todos. Y bien que lo conseguiste, Barba".
El hermano mayor del Gran Poder recordó que esta Secretaría, "en la que tantas horas trabajaste, a la que diste tu impronta y tu sello, a la que renovaste y pusiste los medios para modernizarla", y que llevará a partir de ahora su nombre, tendrá en su hermano Fernando a su continuador, y rogó que desde el cielo siguiera velando "por Lola, por tus hijas, María y Marta, por tus hermanos, cuñados y familia, por tu Hermandad y por todos los que llevamos a gala uno de los grandes honores que podemos tener: el haber compartido muchos momentos con una persona maravillosa, un gran hermano de esta casa y, por encima de todo, un amigo, un amigo con mayúscula".
Se trató de un sencillo acto que acogió la planta noble de la sede de la Hermandad del Gran Poder de Dos Hermanas. Tras la celebración de la misa que tuvo lugar instantes antes, y que presidió el párroco del Ave María, don Raúl Moreno Enríquez, una gran parte de los asistentes subieron hasta la primera planta de la sede de esta Hermandad, ocupando en su totalidad el espacio en torno al cual se desarrolló este sentido homenaje.
En presencia de la esposa de José Manuel Domínguez, Dolores Mesa Martín, y de sus dos hijas, el hermano mayor del Gran Poder, Mariano Sánchez, introdujo el acto indicando que en ese instante se iba a dar cumplimiento al acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno por el cual se rendía homenaje a quien fuera su hermano mayor durante casi ocho años y que, cuando le sobrevino la muerte, ostentaba el cargo de secretario primero de la Hermandad.
Junto a la puerta de la Secretaría se encontraba una cortinilla, que fue descorrida por su esposa y por su hermano Fernando, y que mostró una sencilla cerámica enmarcada, en la que se podía leer textualmente 'Secretaría', y debajo el nombre de José Manuel Domínguez Marín, además de mostrar en la parte superior, en un extremo, una imagen suya, otra del rostro del Gran Poder y, en medio de ambas, el escudo de la Hermandad.
Tras la bendición del azulejo por parte del párroco del Ave María, el hermano mayor del Gran Poder dio lectura a un texto que comenzó así: "Parece mentira, pero hace ya un año de su marcha. Parece mentira, pero hemos vivido todo este tiempo con el dolor en nuestro corazón y sintiéndolo permanentemente junto a nosotros", dijo, para recordar que fue un 3 de agosto de 2013 cuando "nuestro querido José Manuel, nuestro 'Barba', nos dejó".
Constancia permanente de su trabajo
Mariano Sánchez transmitió el dolor que aún les suponía a todos los miembros de la Junta de Gobierno y de cuantos lo conocieron el hecho "de que físicamente ya no esté con nosotros", y añadió: "Sabemos de sobra que nunca quisiste homenajes y reconocimientos, pero permítenos que esta Junta de Gobierno deje constancia permanente, con el sencillo acto de esta noche, por tu labor en la Hermandad, de manera que las generaciones venideras sepan que aquí hubo un hermano que trabajó de manera intensa y efectiva por glorificar el bendito nombre del Señor del Gran Poder a través de su Hermandad. Un hermano al que nunca le importó el cargo, nunca el ser ni el ostentar, sino el servir y el ayudar a todos. Y bien que lo conseguiste, Barba".
El hermano mayor del Gran Poder recordó que esta Secretaría, "en la que tantas horas trabajaste, a la que diste tu impronta y tu sello, a la que renovaste y pusiste los medios para modernizarla", y que llevará a partir de ahora su nombre, tendrá en su hermano Fernando a su continuador, y rogó que desde el cielo siguiera velando "por Lola, por tus hijas, María y Marta, por tus hermanos, cuñados y familia, por tu Hermandad y por todos los que llevamos a gala uno de los grandes honores que podemos tener: el haber compartido muchos momentos con una persona maravillosa, un gran hermano de esta casa y, por encima de todo, un amigo, un amigo con mayúscula".
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
