Dos Hermanas se vistió bien temprano de Rocío, y se adornó de sombreros de ala ancha, y de botos, y de faldas rocieras, y se hizo acompañar por las voces y las guitarras que entonaron sus primeras sevillanas. Y, como siempre, el Simpecado de la Hermandad del Rocío nazarena inició sus primeros pasos arropado por una multitud de nazarenos, que no quisieron faltar un año más a la cita con las tradiciones.
Sólo algún cohete alertaba a primeras horas de la mañana, cuando los primeros rayos de sol asomaban por el horizonte, de que se trataba de una mañana especial. Porque este miércoles salía el Simpecado de la Hermandad nazarena en su peregrinar hacia El Rocío, y, junto a él, las quinientas personas que este año se han sumado al camino y, por supuesto, los numerosos fieles, devotos y curiosos que no quisieron perderse un acontecimiento que año a año renueva su particular esencia.
A las siete de la mañana se ofició en la Parroquia de Santa María Magdalena la Misa de Romeros, que presidió don Lorenzo Nieto, y al final de la misma, cuando el reloj situado en la torre de este templo marcaban las ocho de la mañana, el Simpecado de la Hermandad fue sacado por el hermano mayor, Raúl Romero, quien lo entregó para que fuera subido a la carreta en la que realizará el camino hasta el encuentro con la Virgen.
Fue ésta la señal para que se dieran los primeros pasos en una ambientada Plaza de la Constitución, con una comitiva que abrían algunos caballistas, y a la que siguieron los tamborileros pertenecientes a la Escuela de la propia Hermandad rociera; el Coro, con la presencia entre ellos de quien pregonara este año el Rocío nazareno, Pablo Oñós, y la representación de la Hermandad, con su hermano mayor a la cabeza, acompañado en esta ocasión por el párroco don Lorenzo Nieto y por el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala.
A partir de ahí se sucedieron de nuevo algunos momentos emotivos, como cuando el Simpecado recibió, de forma consecutiva, dos petaladas de rosas a su paso por los Cuatro Cantillos a cargo de miembros del Grupo Joven de la Hermandad; o como cuando ante el Monumento a la Virgen de Valme, en la Plaza de Menéndez Pelayo, donde el Simpecado fue recibido por una representación de la misma con su hermano mayor, Francisco Díaz Terrero, al frente, se rezó y se le realizó una ofrenda floral.
Gran ambiente en la calle Santa María Magdalena
El ambiente en este espacio y a lo largo de toda la calle Santa María Magdalena fue de nuevo espectacular, en el que ya se entremezclaban romeros con vecinos de Dos Hermanas que se asomaban a balcones y puertas para presenciar el paso de la comitiva y del Simpecado, y, entre todos ellos, muchos niños y niñas que se dirigían junto con sus padres o abuelos al colegio y que tuvieron algo de tiempo contemplar este recorrido.
Ya una vez alcanzada la zona del Palmarillo, fue el momento de la despedida de la ciudad, instante en el que se cantó la Salve de la Hermandad nazarena y cuando las representaciones religiosas y civiles desearon mucha suerte a los peregrinos.
Además de las quinientas personas que acompañarán este año a la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas en su camino hasta la Aldea almonteña, junto al Simpecado marcharán 25 carriolas, 75 tractores y 15 coches de caballos. Como es tradicional, la Hermandad tiene previsto el rezo del Ángelus a las 12:00 horas ante el retablo de la Santísima Virgen que se encuentra en la urbanización ‘La Hermandad’, para desde allí dirigirse hacia Coria del Río, donde cruzarán sobre las dos de la tarde el Guadalquivir en barca hasta la otra orilla. Ya en el atardecer, una vez que alcancen a zona conocida como 'Los Silos', se detendrá para realizar la primera pernocta.
Imágenes de la salida
Sólo algún cohete alertaba a primeras horas de la mañana, cuando los primeros rayos de sol asomaban por el horizonte, de que se trataba de una mañana especial. Porque este miércoles salía el Simpecado de la Hermandad nazarena en su peregrinar hacia El Rocío, y, junto a él, las quinientas personas que este año se han sumado al camino y, por supuesto, los numerosos fieles, devotos y curiosos que no quisieron perderse un acontecimiento que año a año renueva su particular esencia.
A las siete de la mañana se ofició en la Parroquia de Santa María Magdalena la Misa de Romeros, que presidió don Lorenzo Nieto, y al final de la misma, cuando el reloj situado en la torre de este templo marcaban las ocho de la mañana, el Simpecado de la Hermandad fue sacado por el hermano mayor, Raúl Romero, quien lo entregó para que fuera subido a la carreta en la que realizará el camino hasta el encuentro con la Virgen.
Fue ésta la señal para que se dieran los primeros pasos en una ambientada Plaza de la Constitución, con una comitiva que abrían algunos caballistas, y a la que siguieron los tamborileros pertenecientes a la Escuela de la propia Hermandad rociera; el Coro, con la presencia entre ellos de quien pregonara este año el Rocío nazareno, Pablo Oñós, y la representación de la Hermandad, con su hermano mayor a la cabeza, acompañado en esta ocasión por el párroco don Lorenzo Nieto y por el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala.
A partir de ahí se sucedieron de nuevo algunos momentos emotivos, como cuando el Simpecado recibió, de forma consecutiva, dos petaladas de rosas a su paso por los Cuatro Cantillos a cargo de miembros del Grupo Joven de la Hermandad; o como cuando ante el Monumento a la Virgen de Valme, en la Plaza de Menéndez Pelayo, donde el Simpecado fue recibido por una representación de la misma con su hermano mayor, Francisco Díaz Terrero, al frente, se rezó y se le realizó una ofrenda floral.
Gran ambiente en la calle Santa María Magdalena
El ambiente en este espacio y a lo largo de toda la calle Santa María Magdalena fue de nuevo espectacular, en el que ya se entremezclaban romeros con vecinos de Dos Hermanas que se asomaban a balcones y puertas para presenciar el paso de la comitiva y del Simpecado, y, entre todos ellos, muchos niños y niñas que se dirigían junto con sus padres o abuelos al colegio y que tuvieron algo de tiempo contemplar este recorrido.
Ya una vez alcanzada la zona del Palmarillo, fue el momento de la despedida de la ciudad, instante en el que se cantó la Salve de la Hermandad nazarena y cuando las representaciones religiosas y civiles desearon mucha suerte a los peregrinos.
Además de las quinientas personas que acompañarán este año a la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas en su camino hasta la Aldea almonteña, junto al Simpecado marcharán 25 carriolas, 75 tractores y 15 coches de caballos. Como es tradicional, la Hermandad tiene previsto el rezo del Ángelus a las 12:00 horas ante el retablo de la Santísima Virgen que se encuentra en la urbanización ‘La Hermandad’, para desde allí dirigirse hacia Coria del Río, donde cruzarán sobre las dos de la tarde el Guadalquivir en barca hasta la otra orilla. Ya en el atardecer, una vez que alcancen a zona conocida como 'Los Silos', se detendrá para realizar la primera pernocta.
Imágenes de la salida
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN