Ángel Montoya, miembro activo del grupo de Marginación en Sevilla de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH), falleció este miércoles, día 7 de mayo, en Dos Hermanas, a los 58 años de edad, tras una enfermedad pulmonar que le obligó a permanecer en los últimos días ingresado en un hospital. Esta persona se distinguió por intentar conseguir unas condiciones dignas de vida para las familias chabolistas.
Cerca de un centenar de personas han asistido este jueves en el cementerio de Dos Hermanas al último adiós a Ángel Montoya, y como tributo a sus más de treinta años de lucha a favor de los marginados. Entre los presentes en el Camposanto se encontraba su esposa, Paqui, sus seis hijos, amigos, vecinos de la barriada de Los Montecillos, donde residía, y representantes de la APDH.
En una nota de prensa difundida por esta Asociación, se refieren Ángel Montoya como una persona que siempre ha estado comprometida en la lucha contra las desigualdades y la marginación. Militante de la APDH prácticamente desde su fundación a comienzos de la década de los 90, fue miembro activo del Grupo de Marginación de Sevilla.
Desde el asentamiento chabolista de El Vacie, en el que residió hasta hace unos dos años, participó activamente en la lucha por exigir unas condiciones de vida dignas, ejerciendo de mediador ante las diferentes administraciones. Asimismo, según destaca la APDH, se ha distinguido por tratarse de una persona trabajadora y responsable que ha buscado siempre que su familia tuviera lo suficiente para vivir, no sólo desde un punto de vista material, sino también favoreciendo un clima de cariño y apoyo mutuo.
La APDHA ha expresado, igualmente, "su dolor a la familia, con el deseo de que su ejemplo nos sirva para seguir en la lucha a favor de la erradicación del chabolismo por lo que tanto Ángel luchó". Ángel Montoya residía desde hacía unos dos años en el barrio nazareno de Los Montecillos tras conseguir la adjudicación de una vivienda social.
Ángel Montoya, en el centro, junto a miembros de Pro Derechos Humanos. |
Cerca de un centenar de personas han asistido este jueves en el cementerio de Dos Hermanas al último adiós a Ángel Montoya, y como tributo a sus más de treinta años de lucha a favor de los marginados. Entre los presentes en el Camposanto se encontraba su esposa, Paqui, sus seis hijos, amigos, vecinos de la barriada de Los Montecillos, donde residía, y representantes de la APDH.
En una nota de prensa difundida por esta Asociación, se refieren Ángel Montoya como una persona que siempre ha estado comprometida en la lucha contra las desigualdades y la marginación. Militante de la APDH prácticamente desde su fundación a comienzos de la década de los 90, fue miembro activo del Grupo de Marginación de Sevilla.
Desde el asentamiento chabolista de El Vacie, en el que residió hasta hace unos dos años, participó activamente en la lucha por exigir unas condiciones de vida dignas, ejerciendo de mediador ante las diferentes administraciones. Asimismo, según destaca la APDH, se ha distinguido por tratarse de una persona trabajadora y responsable que ha buscado siempre que su familia tuviera lo suficiente para vivir, no sólo desde un punto de vista material, sino también favoreciendo un clima de cariño y apoyo mutuo.
La APDHA ha expresado, igualmente, "su dolor a la familia, con el deseo de que su ejemplo nos sirva para seguir en la lucha a favor de la erradicación del chabolismo por lo que tanto Ángel luchó". Ángel Montoya residía desde hacía unos dos años en el barrio nazareno de Los Montecillos tras conseguir la adjudicación de una vivienda social.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN