Ya había ganas, porque tres años sin poder realzar la Estación de Penitencia son muchos años. Por eso, la gente del barrio de Las Portadas se volcó con su Hermandad, a la que acompañó en gran parte de su recorrido hasta el centro de Dos Hermanas y, especialmente, en su camino de regreso, donde de nuevo la devoción encontró la recompensa de dos cuadrillas de costaleros que lo dieron todo.
Por fin se pudo respirar a Semana Santa en el barrio de Las Portadas. De ahí que los alrededores de la Parroquia se mostraran espléndidos para presenciar una salida multitudinaria, y en la que de nuevo los más pequeños fueron los primeros protagonistas Fueron momentos por las calles de su barrio que casi nadie se quiso perder, y muchos de ellos ya se vieren dispuestos a acompañarla en su recorrido en dirección a la N-IV, autovía que atravesaron nuevamente sin problema, tanto a la idea como a la vuelta, gracias a la labor realizada por la Policía Local y la Guardia Civil de Tráfico. Aunque eso sí, en el primero de los casos con el sol apretando de lo lindo.
Y se produjo el encuentro con el barrio del Rocío, donde pareció comenzar a calmarse algo el rigor de las altas temperaturas, para dejar a partir de ahí a una tarde que, una vez echada la noche, se convirtió en fresca. El recorrido de la ida hasta alcanzar la Carrera Oficial, la cofradía la realizó cumpliendo con rigurosidad los horarios previstos, dentro de la falta de presión que supone que sólo sea una Hermandad la que realice la Estación de Penitencia en este Martes Santo.
Pero como Dos Hermanas tiene unas enormes ganas de Semana Santa, y el tiempo está acompañando plenamente, de nuevo las calles más céntricas se llenaron de personas para presenciar el elegante paso del Señor de Pasión y del palio de la Virgen del Amparo, que, por su parte, recibió una enorme petalada justo a su paso por Los Cuatro Cantillos. Y, especialmente, su paso por la Carrera Oficial, que de nuevo se vistió de fiesta sagrada para arropar un recorrido sobrio.
Se inició a partir de ahí un camino de regreso en el que ya a partir de la Avenida de Reyes Católicos se comenzó a notar una cada vez mayor presencia de devotos y vecinos del barrio de Las Portadas, que se hizo aún más notable en la barriada del Rocío y que hicieron que el recorrido hasta su parroquia lo realizaran totalmente arropados. El paso del Señor entró sobre las dos y media de la madrugada, mientras que el de la Virgen lo hizo una media hora después. Y en todos eran visibles los rostros de satisfacción, porque, por fin, su Hermandad pudo completar tres años después un recorrido pleno y satisfactorio.
Por fin se pudo respirar a Semana Santa en el barrio de Las Portadas. De ahí que los alrededores de la Parroquia se mostraran espléndidos para presenciar una salida multitudinaria, y en la que de nuevo los más pequeños fueron los primeros protagonistas Fueron momentos por las calles de su barrio que casi nadie se quiso perder, y muchos de ellos ya se vieren dispuestos a acompañarla en su recorrido en dirección a la N-IV, autovía que atravesaron nuevamente sin problema, tanto a la idea como a la vuelta, gracias a la labor realizada por la Policía Local y la Guardia Civil de Tráfico. Aunque eso sí, en el primero de los casos con el sol apretando de lo lindo.
Y se produjo el encuentro con el barrio del Rocío, donde pareció comenzar a calmarse algo el rigor de las altas temperaturas, para dejar a partir de ahí a una tarde que, una vez echada la noche, se convirtió en fresca. El recorrido de la ida hasta alcanzar la Carrera Oficial, la cofradía la realizó cumpliendo con rigurosidad los horarios previstos, dentro de la falta de presión que supone que sólo sea una Hermandad la que realice la Estación de Penitencia en este Martes Santo.
Pero como Dos Hermanas tiene unas enormes ganas de Semana Santa, y el tiempo está acompañando plenamente, de nuevo las calles más céntricas se llenaron de personas para presenciar el elegante paso del Señor de Pasión y del palio de la Virgen del Amparo, que, por su parte, recibió una enorme petalada justo a su paso por Los Cuatro Cantillos. Y, especialmente, su paso por la Carrera Oficial, que de nuevo se vistió de fiesta sagrada para arropar un recorrido sobrio.
Se inició a partir de ahí un camino de regreso en el que ya a partir de la Avenida de Reyes Católicos se comenzó a notar una cada vez mayor presencia de devotos y vecinos del barrio de Las Portadas, que se hizo aún más notable en la barriada del Rocío y que hicieron que el recorrido hasta su parroquia lo realizaran totalmente arropados. El paso del Señor entró sobre las dos y media de la madrugada, mientras que el de la Virgen lo hizo una media hora después. Y en todos eran visibles los rostros de satisfacción, porque, por fin, su Hermandad pudo completar tres años después un recorrido pleno y satisfactorio.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
