La Peña Deportiva Rociera se encontró con un hueso duro de roer y no pudo, o no supo, hacer frente a un Atlético Villanueva que sorprendió por su calidad. Tras caer este domingo en casa por 0-2, el conjunto nazareno ve recortada su diferencia en cabeza, ya que su inmediato seguidor, el Espeleño, se sitúa ahora a cinco puntos.
P.D. Rociera 0 -- 2 Atlético Villanueva
P.D. Rociera: Rivas; Adrián Mario (Guti, m. 78), Acosta, Iván Pérez, Barro, David Antón, Marco (Serna, m. 10), Mara, Villalón, Álvaro II (Chiqui Carmona, m. 46) y Guerra I.
At. Villanueva: Pedro; Joki, Diego, Tato, Alberto, Bollos (Gabi, m. 75), Márquez, Sergio (Villa, m. 85), Picón (Lucas, m. 73), Isidro y Gómez.
Goles: 0-1, m. 17, Gómez; 0-2, m. 94, Villa.
Árbitro: Pérez Saucedo (Colegio Gaditano). Mostró tarjeta amarilla a los locales David Antón, Adrián Mario y Chiqui Carmona, y al visitante Isidro.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 22 del Grupo II de la Primera Andaluza disputado en el Manuel Adame de Dos Hermanas.
No fue el mejor día para la Peña Deportiva Rociera. Primero, porque perdió el partido; segundo, porque el Atlético Villanueva fue mejor; y, tercero, porque vio recortada su cómoda distancia ante el Espeleño, que le sigue en la clasificación y que ahora se coloca a sólo cinco puntos por detrás.
Pero es que el partido no mereció ganarlo La Rociera, porque pese a su empuje, a rachas, especialmente en el último tramo del partido cuando se lanzó a la desesperada a por el empate, jugó en todo momento con más corazón que cabeza; todo lo contrario que su oponente, que tuteó desde el pitido inicial al líder y que demostró que es un equipo con calidad en el centro del campo y en la delantera.
El encuentro se le puso cuesta arriba a La Rociera casi al cuarto de hora, cuando el extremo Gómez, que jugó un gran partido, aprovechó un buen centro para anotar por bajo. Este tanto, sin embargo, no sirvió para espolear a un equipo nazareno que en ningún momento se sintió superior y que notó demasiado la baja de Marco, que se tuvo que marchar lesionado en el minuto 10, y especialmente las ausencias de algunos de sus hombres claves, como Gordi o Fran Ruiz, las dos referencias de los rocieros arriba.
Es más, la magnífica intervención del guardameta Rivas, especialmente en un disparo que desvió de forma magistral con la mano, y el poste hicieron que, de milagro, los cordobeses no se fueran al descanso con un tanteador mucho mayor a su favor.
El segundo tiempo comenzó con la entrada de Chiqui Carmona por Álvaro II, con el fin de dotar de mayor solidez al centro del campo, que en casi todo momento estuvo controlado por el Villanueva, y conforme fueron pasando los minutos con la decisión del técnico Emilio López de colocar como referencia arriba a Barro, al que colocó de delantero centro.
Pero el empuje, con más corazón que cabeza, apenas sirvió para crear alguna ocasión de peligro, y, sí, para comenzar a dejar descuidada las espaldas, circunstancia que aprovechó el conjunto visitante en los minutos de descuento para, tocándola casi sin presión en una banda, internarse y poner un centro raso que supo aprovechar en el segundo palo el recién entrado Villa.
Un jarro de agua fría para la Rociera que, sin embargo, se encontró con el ánimo de su fiel hinchada, que trató de transmitirles confianza a los jugadores con un cerrado aplauso. Y es que sabe que la cosa se aprieta arriba y que se necesita de la unión de todos para confirmar la magnífica temporada que está haciendo el conjunto nazareno, uno de los pocos de la categoría que juega en campo de tierra y cuyos jugadores o técnico, además, no cobran ni un euro.
P.D. Rociera 0 -- 2 Atlético Villanueva
P.D. Rociera: Rivas; Adrián Mario (Guti, m. 78), Acosta, Iván Pérez, Barro, David Antón, Marco (Serna, m. 10), Mara, Villalón, Álvaro II (Chiqui Carmona, m. 46) y Guerra I.
At. Villanueva: Pedro; Joki, Diego, Tato, Alberto, Bollos (Gabi, m. 75), Márquez, Sergio (Villa, m. 85), Picón (Lucas, m. 73), Isidro y Gómez.
Goles: 0-1, m. 17, Gómez; 0-2, m. 94, Villa.
Árbitro: Pérez Saucedo (Colegio Gaditano). Mostró tarjeta amarilla a los locales David Antón, Adrián Mario y Chiqui Carmona, y al visitante Isidro.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 22 del Grupo II de la Primera Andaluza disputado en el Manuel Adame de Dos Hermanas.
No fue el mejor día para la Peña Deportiva Rociera. Primero, porque perdió el partido; segundo, porque el Atlético Villanueva fue mejor; y, tercero, porque vio recortada su cómoda distancia ante el Espeleño, que le sigue en la clasificación y que ahora se coloca a sólo cinco puntos por detrás.
Pero es que el partido no mereció ganarlo La Rociera, porque pese a su empuje, a rachas, especialmente en el último tramo del partido cuando se lanzó a la desesperada a por el empate, jugó en todo momento con más corazón que cabeza; todo lo contrario que su oponente, que tuteó desde el pitido inicial al líder y que demostró que es un equipo con calidad en el centro del campo y en la delantera.
El encuentro se le puso cuesta arriba a La Rociera casi al cuarto de hora, cuando el extremo Gómez, que jugó un gran partido, aprovechó un buen centro para anotar por bajo. Este tanto, sin embargo, no sirvió para espolear a un equipo nazareno que en ningún momento se sintió superior y que notó demasiado la baja de Marco, que se tuvo que marchar lesionado en el minuto 10, y especialmente las ausencias de algunos de sus hombres claves, como Gordi o Fran Ruiz, las dos referencias de los rocieros arriba.
Es más, la magnífica intervención del guardameta Rivas, especialmente en un disparo que desvió de forma magistral con la mano, y el poste hicieron que, de milagro, los cordobeses no se fueran al descanso con un tanteador mucho mayor a su favor.
El segundo tiempo comenzó con la entrada de Chiqui Carmona por Álvaro II, con el fin de dotar de mayor solidez al centro del campo, que en casi todo momento estuvo controlado por el Villanueva, y conforme fueron pasando los minutos con la decisión del técnico Emilio López de colocar como referencia arriba a Barro, al que colocó de delantero centro.
Pero el empuje, con más corazón que cabeza, apenas sirvió para crear alguna ocasión de peligro, y, sí, para comenzar a dejar descuidada las espaldas, circunstancia que aprovechó el conjunto visitante en los minutos de descuento para, tocándola casi sin presión en una banda, internarse y poner un centro raso que supo aprovechar en el segundo palo el recién entrado Villa.
Un jarro de agua fría para la Rociera que, sin embargo, se encontró con el ánimo de su fiel hinchada, que trató de transmitirles confianza a los jugadores con un cerrado aplauso. Y es que sabe que la cosa se aprieta arriba y que se necesita de la unión de todos para confirmar la magnífica temporada que está haciendo el conjunto nazareno, uno de los pocos de la categoría que juega en campo de tierra y cuyos jugadores o técnico, además, no cobran ni un euro.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN
