El artista nazareno Juan Miguel Martín Mena expone desde este mismo miércoles, día 26, sus últimas creaciones de temática cofrade en el Círculo Mercantil de Sevilla, todas realizadas con una técnica en la que está profundizando cada vez más y que le está aportando unas posibilidades para él hasta hace poco tiempo desconocidas: el dibujo a bolígrafo.
Juan Miguel Martín muestra sus trabajos dentro de la exposición cofrade titulada 'Trazos de Fe', que realiza de forma conjunta con el también artista sevillano José Carlos González, con trabajos en este caso de una misma temática pero realizados con grafito. Se trata, por tanto, de dos impresionantes muestras de arte cofrade, plasmadas con técnicas distintas, pero con resultados increíbles y muy diferentes a los tradicionales.
Para 'colgar' esta exposición, Juan Miguel Martín confiesa que lleva ya mucho tiempo trabajando, y que lo que a partir de este miércoles se podrá contemplar en Sevilla es el resultado, igualmente, de un deseo largamente soñado de volver a exponer sus obras después de que ya lo hiciera por primera, y única vez, en solitario en el año 2000 con trabajos suyos a pastel y carboncillo que se pudieron contemplar en el Teatro Municipal.
Ahora, gracias a un cambio laboral que le permite disponer de más tiempo para dedicárselo al dibujo, asegura que se encuentra ya en disposición de centrarse en la creación de sus obras y, por tanto, en la posibilidad, como ocurre con esta muestra, de llegar a exponerlas. Y lo hace, además, en unión de otro artista sevillano, y ya también amigo, José Carlos González, al que conoció gracias a las "maravillosas" redes sociales.
"A través de Facebook empecé a conocer los trabajos de José Carlos, que me encantaron, entre otras cosas porque, al igual que yo, es muy meticuloso y porque emplea una técnica, a grafito en este caso, que se parece mucho a la mía, con bolígrafo. Y en una de esas conversaciones a través de la red nos dimos cuenta que nos ocurría algo muy parecido: que no teníamos tiempo para trabajar y poder montar una exposición".
Pero, pese a ello, acordaron ponerse en marcha para intentar cumplir ese deseo, lo que les llevó a acudir a distintos espacios sevillanos en los que pudieran estar interesados en acoger sus trabajos, de temática cofrade, y hacerlo además en plena Cuaresma. Así fue como llegaron al Círculo Mercantil, donde a partir de este miércoles se podrá contemplar la obra de ambos artistas.
En el caso concreto de Juan Miguel Martín, colgará un total de 22 dibujos, en formatos muy variados, además de bocetos y de algunos dibujos, en los que se muestra su particular visión del mundo cofrade de Sevilla capital, aunque introduciendo un pequeño guiño a su ciudad, Dos Hermanas, a través del dibujo de un nazareno de La Borriquita y de las manos en detalle del Gran Poder, hermandades, entre otras, a las que además pertenece.
Todo comenzó de forma casual
En relación a la técnica del bolígrafo, en este caso un Bic normal y corriente, recuerda que todo comenzó de forma casual mientras hacía tiempo para esperar a un amigo con el que había quedado. "Comencé entonces, para matar el tiempo, a dibujar con un bolígrafo el perro de este amigo", que tenía en una foto, y como "gracias a Dios" tardó mucho tiempo, le dio tiempo de terminarlo y darse cuenta de las posibilidades que esta técnica tenía. "Yo había visto en algunas ocasiones dibujos a bolígrafo, y siempre me había llamado la atención ese azul tan especial y los contrastes que se podían sacar".
Para realizar estos dibujos, Juan Miguel Martín se vale de un Bic normal, al principio sólo de color azul, aunque ya ha comenzado también a introducir otros colores, a los que confiesa que saca un provecho tremendo pese a su dificultad, ya que cualquier trazo que se haga mal, no admite posible corrección.
Este artista nazareno confiesa que el proceso, desde que empieza un dibujo y hasta que lo termina, es bastante largo, ya que empieza con la búsqueda de la idea, luego con búsqueda de fotografías, con el tratamiento de éstas, al que sigue el desarrollo de un boceto realizado a lápiz y, finalmente, el proceso de plasmarlo con el bolígrafo, en el que puede emplear unas dos semanas.
En este caso, Juan Miguel Martín se ha centrado en una de sus temáticas favoritas, la cofrade, de la que reconoce que en algunos momentos se ha llegado a cansar, pero a la que siempre acaba volviendo. "Pero es que al ser un tema que me gusta bastante, pues acabo sacándole muchísimo partido, hasta el punto de que sé que no la voy a abandonar nunca, aunque hay otros, casi todos centrados en temática tradicional, como los toros, el Rocío o la Romería de Valme, que también me atraen".
Y todo, de momento, empleando la técnica del bolígrafo. "De momento, no la voy a abandonar tampoco; al revés, voy a seguir porque nunca imaginé que se le podía sacar tanto partido, ya que en cada nuevo dibujo voy descubriendo más matices y aspectos distintos".
Si a esta "necesidad de dibujar o de pintar" que tiene se le une la disponibilidad de tiempo, los resultados, necesariamente, han comenzado ya a dar sus frutos, como es el caso de esta exposición o como lo fue, el pasado año, de la elección de una composición suya para ilustrar el cartel de la Romería de Valme de 2013. "La elección del cartel me supuso una ilusión enorme, lo mismo que ahora esta exposición".
"A mí me encantaría dedicarme plenamente a la pintura y al dibujo, que es en lo que me siento más a gusto, aunque soy mucho más de dibujo que de pintura", dice quien lleva desde los 3 años de edad dibujando y quien reconoce que nada le ha salido gratis, sino que se ha tratado del resultado de muchos años de trabajo, de muchas horas encerrado en su casa y de romper muchos papeles.
Eso sí, sabe que el dibujo y la pintura es su mundo, por encima de todo, y que es a ello a lo que le gustaría dedicarse por entero. Y, como buen nazareno, a contar un buen día, que espera que sea más pronto que tarde, con la oportunidad de poder exponer sus obras en Dos Hermanas. Es más, asegura que cuando concluya esta exposición en el Círculo Mercantil, le gustaría centrarse en el comienzo de otro proyecto que le pueda llevar a exponer en nuestra ciudad. "Sería, en cualquier caso, una exposición personal a la que llevaría, por supuesto, la técnica del bolígrafo, pero con una temática diferente".
Juan Miguel Martín muestra sus trabajos dentro de la exposición cofrade titulada 'Trazos de Fe', que realiza de forma conjunta con el también artista sevillano José Carlos González, con trabajos en este caso de una misma temática pero realizados con grafito. Se trata, por tanto, de dos impresionantes muestras de arte cofrade, plasmadas con técnicas distintas, pero con resultados increíbles y muy diferentes a los tradicionales.
Para 'colgar' esta exposición, Juan Miguel Martín confiesa que lleva ya mucho tiempo trabajando, y que lo que a partir de este miércoles se podrá contemplar en Sevilla es el resultado, igualmente, de un deseo largamente soñado de volver a exponer sus obras después de que ya lo hiciera por primera, y única vez, en solitario en el año 2000 con trabajos suyos a pastel y carboncillo que se pudieron contemplar en el Teatro Municipal.
Ahora, gracias a un cambio laboral que le permite disponer de más tiempo para dedicárselo al dibujo, asegura que se encuentra ya en disposición de centrarse en la creación de sus obras y, por tanto, en la posibilidad, como ocurre con esta muestra, de llegar a exponerlas. Y lo hace, además, en unión de otro artista sevillano, y ya también amigo, José Carlos González, al que conoció gracias a las "maravillosas" redes sociales.
"A través de Facebook empecé a conocer los trabajos de José Carlos, que me encantaron, entre otras cosas porque, al igual que yo, es muy meticuloso y porque emplea una técnica, a grafito en este caso, que se parece mucho a la mía, con bolígrafo. Y en una de esas conversaciones a través de la red nos dimos cuenta que nos ocurría algo muy parecido: que no teníamos tiempo para trabajar y poder montar una exposición".
Pero, pese a ello, acordaron ponerse en marcha para intentar cumplir ese deseo, lo que les llevó a acudir a distintos espacios sevillanos en los que pudieran estar interesados en acoger sus trabajos, de temática cofrade, y hacerlo además en plena Cuaresma. Así fue como llegaron al Círculo Mercantil, donde a partir de este miércoles se podrá contemplar la obra de ambos artistas.
En el caso concreto de Juan Miguel Martín, colgará un total de 22 dibujos, en formatos muy variados, además de bocetos y de algunos dibujos, en los que se muestra su particular visión del mundo cofrade de Sevilla capital, aunque introduciendo un pequeño guiño a su ciudad, Dos Hermanas, a través del dibujo de un nazareno de La Borriquita y de las manos en detalle del Gran Poder, hermandades, entre otras, a las que además pertenece.
Todo comenzó de forma casual
En relación a la técnica del bolígrafo, en este caso un Bic normal y corriente, recuerda que todo comenzó de forma casual mientras hacía tiempo para esperar a un amigo con el que había quedado. "Comencé entonces, para matar el tiempo, a dibujar con un bolígrafo el perro de este amigo", que tenía en una foto, y como "gracias a Dios" tardó mucho tiempo, le dio tiempo de terminarlo y darse cuenta de las posibilidades que esta técnica tenía. "Yo había visto en algunas ocasiones dibujos a bolígrafo, y siempre me había llamado la atención ese azul tan especial y los contrastes que se podían sacar".
Para realizar estos dibujos, Juan Miguel Martín se vale de un Bic normal, al principio sólo de color azul, aunque ya ha comenzado también a introducir otros colores, a los que confiesa que saca un provecho tremendo pese a su dificultad, ya que cualquier trazo que se haga mal, no admite posible corrección.
Este artista nazareno confiesa que el proceso, desde que empieza un dibujo y hasta que lo termina, es bastante largo, ya que empieza con la búsqueda de la idea, luego con búsqueda de fotografías, con el tratamiento de éstas, al que sigue el desarrollo de un boceto realizado a lápiz y, finalmente, el proceso de plasmarlo con el bolígrafo, en el que puede emplear unas dos semanas.
En este caso, Juan Miguel Martín se ha centrado en una de sus temáticas favoritas, la cofrade, de la que reconoce que en algunos momentos se ha llegado a cansar, pero a la que siempre acaba volviendo. "Pero es que al ser un tema que me gusta bastante, pues acabo sacándole muchísimo partido, hasta el punto de que sé que no la voy a abandonar nunca, aunque hay otros, casi todos centrados en temática tradicional, como los toros, el Rocío o la Romería de Valme, que también me atraen".
Y todo, de momento, empleando la técnica del bolígrafo. "De momento, no la voy a abandonar tampoco; al revés, voy a seguir porque nunca imaginé que se le podía sacar tanto partido, ya que en cada nuevo dibujo voy descubriendo más matices y aspectos distintos".
Si a esta "necesidad de dibujar o de pintar" que tiene se le une la disponibilidad de tiempo, los resultados, necesariamente, han comenzado ya a dar sus frutos, como es el caso de esta exposición o como lo fue, el pasado año, de la elección de una composición suya para ilustrar el cartel de la Romería de Valme de 2013. "La elección del cartel me supuso una ilusión enorme, lo mismo que ahora esta exposición".
"A mí me encantaría dedicarme plenamente a la pintura y al dibujo, que es en lo que me siento más a gusto, aunque soy mucho más de dibujo que de pintura", dice quien lleva desde los 3 años de edad dibujando y quien reconoce que nada le ha salido gratis, sino que se ha tratado del resultado de muchos años de trabajo, de muchas horas encerrado en su casa y de romper muchos papeles.
Eso sí, sabe que el dibujo y la pintura es su mundo, por encima de todo, y que es a ello a lo que le gustaría dedicarse por entero. Y, como buen nazareno, a contar un buen día, que espera que sea más pronto que tarde, con la oportunidad de poder exponer sus obras en Dos Hermanas. Es más, asegura que cuando concluya esta exposición en el Círculo Mercantil, le gustaría centrarse en el comienzo de otro proyecto que le pueda llevar a exponer en nuestra ciudad. "Sería, en cualquier caso, una exposición personal a la que llevaría, por supuesto, la técnica del bolígrafo, pero con una temática diferente".
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN