Se notaba que los devotos del Cautivo y los feligreses de la barriada del Rocío, entre otras próximas, tenían ganas de verle este año ya en la calle y de arropar su traslado, por poco tiempo, hasta la Parroquia Mayor para erigirse en principal protagonista del Vía Crucis del Consejo de Hermandades y Cofradías, que se completó, como ocurrió en otros años, en la Plaza de 'Los Jardines'.
Hermanos, muchos de ellos costaleros, de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Cautivo completaron un traslado con sabor ya a Semana Santa; un traslado que volvió a congregar a la salida del Cristo, llevado en andas desde su barriada del Rocío, a multitud de feligreses que quisieron mostrar así su devoción hacia una imagen que fue elegida por el Consejo de Hermandades y Cofradías de Dos Hermanas para presidir el Vía Crucis al cumplirse el 75 Aniversario Fundacional de esta Hermandad.
Y lo hizo de forma sobria, elegante, serena, como corresponde a una imagen muy querida, como lo demostró el hecho de que en el trayecto de ida hasta la Parroquia de Santa María Magdalena lo hiciera siempre seguido de feligreses, además de los 300 hermanos que quisieron acompañarlo durante este trayecto.
Y a su llegada a la Plaza de la Constitución, pasados varios minutos las nueve de la noche, fue recibido por un gran número de nazarenos, que vieron cómo era introducido en el interior del templo para el inicio del acto litúrgico que presidió el párroco de Santa María Magdalena, don Lorenzo Nieto, quien se encontraba acompañado por el vicario parroquial, don Rafael Gutiérrez Fernández, y por el párroco del Rocío, don Carlos Carrasco Schlatter, y en cuyo altar ya se encontraba situada la Virgen de la Estrella.
Cuando el reloj de la Parroquia marcaba las 21:32 horas, la imagen del Cautivo, llevada a hombros por hermanos y costaleros, salió a la Plaza de la Constitución para dar inicio a un Vía Crucis que recuperaba este espacio después de que la Plaza de La Mina y la de Menéndez y Pelayo fueran los escenarios de las últimas ediciones.
Y lo hizo abriendo el cortejo la representación de las Hermandades nazarenas, con la gran mayoría de los hermanos mayores al frente, seguido de la Coral Polifónica Montellanese y del Cuarteto de Metales 'Santa Ana', que precedían a la imagen del Cristo llevado en andas. A continuación se encontraban el párroco de Santa María Magdalena, el vicario parroquial y el párroco del Rocío, e, inmediatamente después, el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala, junto al hermano mayor del Rocío, Juan Carlos Gómez Quirós, la promotora Sacramental de esta hermandad, Rocío Granado, y el pregonero de la Semana Santa de 2014, Manuel Luis Salguero.
Más de una hora de Vía Crucis
Algo más de una hora y quince minutos tardó la imagen del Cautivo en completar el Vía Crucis por la misma Plaza la Constitución, en cada una de cuyas estaciones se encontraban las Cruces de Guía de las Hermandades nazarenas, mientras que los rezos pudieron ser oídos por todos los presentes en este espacio gracias a la megafonía instalada en la misma. A su finalización, la imagen entró nuevamente en el templo parroquial, en cuyo interior se organizó nuevamente el cortejo que debía acompañar ya el regreso del Cautivo hasta su parroquia.
Y lo hizo con un recorrido algo más directo, pero, eso sí, deteniéndose durante unos instantes en la Plaza del Emigrante, junto al Mercado de Abastos, donde la Hermandad quiso acordarse de los inmigrantes que están dispuestos a dar su vida -como así ocurre en muchas ocasiones- con tal de cruzar por mar o por tierra hasta nuestro país en busca de un futuro mejor. Allí se rezó por ellos, se depositó un ramo de flores y, seguidamente, camino directo hasta su templo, donde llegó ya de madrugada.
Hermanos, muchos de ellos costaleros, de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Cautivo completaron un traslado con sabor ya a Semana Santa; un traslado que volvió a congregar a la salida del Cristo, llevado en andas desde su barriada del Rocío, a multitud de feligreses que quisieron mostrar así su devoción hacia una imagen que fue elegida por el Consejo de Hermandades y Cofradías de Dos Hermanas para presidir el Vía Crucis al cumplirse el 75 Aniversario Fundacional de esta Hermandad.
Y lo hizo de forma sobria, elegante, serena, como corresponde a una imagen muy querida, como lo demostró el hecho de que en el trayecto de ida hasta la Parroquia de Santa María Magdalena lo hiciera siempre seguido de feligreses, además de los 300 hermanos que quisieron acompañarlo durante este trayecto.
Y a su llegada a la Plaza de la Constitución, pasados varios minutos las nueve de la noche, fue recibido por un gran número de nazarenos, que vieron cómo era introducido en el interior del templo para el inicio del acto litúrgico que presidió el párroco de Santa María Magdalena, don Lorenzo Nieto, quien se encontraba acompañado por el vicario parroquial, don Rafael Gutiérrez Fernández, y por el párroco del Rocío, don Carlos Carrasco Schlatter, y en cuyo altar ya se encontraba situada la Virgen de la Estrella.
Cuando el reloj de la Parroquia marcaba las 21:32 horas, la imagen del Cautivo, llevada a hombros por hermanos y costaleros, salió a la Plaza de la Constitución para dar inicio a un Vía Crucis que recuperaba este espacio después de que la Plaza de La Mina y la de Menéndez y Pelayo fueran los escenarios de las últimas ediciones.
Y lo hizo abriendo el cortejo la representación de las Hermandades nazarenas, con la gran mayoría de los hermanos mayores al frente, seguido de la Coral Polifónica Montellanese y del Cuarteto de Metales 'Santa Ana', que precedían a la imagen del Cristo llevado en andas. A continuación se encontraban el párroco de Santa María Magdalena, el vicario parroquial y el párroco del Rocío, e, inmediatamente después, el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Antonio Gavala, junto al hermano mayor del Rocío, Juan Carlos Gómez Quirós, la promotora Sacramental de esta hermandad, Rocío Granado, y el pregonero de la Semana Santa de 2014, Manuel Luis Salguero.
Más de una hora de Vía Crucis
Algo más de una hora y quince minutos tardó la imagen del Cautivo en completar el Vía Crucis por la misma Plaza la Constitución, en cada una de cuyas estaciones se encontraban las Cruces de Guía de las Hermandades nazarenas, mientras que los rezos pudieron ser oídos por todos los presentes en este espacio gracias a la megafonía instalada en la misma. A su finalización, la imagen entró nuevamente en el templo parroquial, en cuyo interior se organizó nuevamente el cortejo que debía acompañar ya el regreso del Cautivo hasta su parroquia.
Y lo hizo con un recorrido algo más directo, pero, eso sí, deteniéndose durante unos instantes en la Plaza del Emigrante, junto al Mercado de Abastos, donde la Hermandad quiso acordarse de los inmigrantes que están dispuestos a dar su vida -como así ocurre en muchas ocasiones- con tal de cruzar por mar o por tierra hasta nuestro país en busca de un futuro mejor. Allí se rezó por ellos, se depositó un ramo de flores y, seguidamente, camino directo hasta su templo, donde llegó ya de madrugada.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
