Dos Hermanas Diario Digital se hace eco en su Buzón del Lector de la carta remitida por Mari Carmen Franco en relación con la experiencia que vivió recientemente en la gasolinera Ballenoil, en Dos Hermanas. Si lo desea, puede escribir a doshermanasdiariodigital@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia, e incluso acompañarla también de alguna fotografía.
Soy Mari Carmen Franco, una de las propietarias de una hamburguesería de Dos Hermanas. El día 1 de febrero, a las 21:30 horas, tuve que parar a repostar gasoil, y, por querer ahorrar unos euros, lo hice en la gasolinera nueva llamada Ballenoil, S.L., situada en la N-IV junto a un Club.
Resulta que esa gasolinera es totalmente automática y únicamente tiene un cajero, en el cual tienes que ingresar dinero en efectivo o bien con tarjeta de crédito. Pues yo introduje dos billetes de 20 euros y seguí las instrucciones de la pantalla. Cuál fue mi sorpresa que la máquina no reconocía que le había introducido el dinero y no me dejó echar gasoil. Al cabo de 15 minutos intentándolo, y sin que nadie más pudiese repostar, ya que el único cajero lo tenía yo ocupado, desistí y me tuve que marchar sin dinero y sin gasoil. Busqué en la estación e incluso por internet un teléfono de atención al cliente, y resulta que no tienen ninguno. Si tienes algún problema con la estación de servicio, avíatelas como puedas, porque nadie te podrá ayudar.
Al día siguiente fui por la mañana para hablar con una persona que está allí durante el día. Me dijo que él no tenía constancia de que la máquina hubiera fallado, que yo me habría equivocado. Le pedí que mirara las grabaciones de seguridad para verificar que lo que yo decía era verdad, pero cuál fue mi sorpresa que no hay cámaras enfocando al cajero. Le repetí veinte veces que durante los 15 minutos nadie echó gasoil y que yo había seguido las instrucciones de la pantalla. Este hombre me dijo que llamaría el lunes a la central situada en Barcelona, pero la respuesta fue negativa. Que lo sentían mucho, pero que el dinero no me lo devolvían.
Yo no quiero el dinero, quería el gasoil que había comprado. He puesto una hoja de reclamaciones y lo he denunciado en la OCU. Y estoy intentando que salga publicado en El Nazareno, La Semana o La Voz. Esto lo hago para que tengáis cuidado y no os ocurra lo que a mí, pero también para que les duela el bolsillo a estos trápalas catalanes que vienen a nuestra tierra a engañarnos sin ningún pudor.
No os arriesguéis a echar gasoil sin que una persona sea la que os recoja el dinero. Justo al lado hay una Shell en la cual el gasoil tiene el mismo precio.
Soy Mari Carmen Franco, una de las propietarias de una hamburguesería de Dos Hermanas. El día 1 de febrero, a las 21:30 horas, tuve que parar a repostar gasoil, y, por querer ahorrar unos euros, lo hice en la gasolinera nueva llamada Ballenoil, S.L., situada en la N-IV junto a un Club.
Resulta que esa gasolinera es totalmente automática y únicamente tiene un cajero, en el cual tienes que ingresar dinero en efectivo o bien con tarjeta de crédito. Pues yo introduje dos billetes de 20 euros y seguí las instrucciones de la pantalla. Cuál fue mi sorpresa que la máquina no reconocía que le había introducido el dinero y no me dejó echar gasoil. Al cabo de 15 minutos intentándolo, y sin que nadie más pudiese repostar, ya que el único cajero lo tenía yo ocupado, desistí y me tuve que marchar sin dinero y sin gasoil. Busqué en la estación e incluso por internet un teléfono de atención al cliente, y resulta que no tienen ninguno. Si tienes algún problema con la estación de servicio, avíatelas como puedas, porque nadie te podrá ayudar.
Al día siguiente fui por la mañana para hablar con una persona que está allí durante el día. Me dijo que él no tenía constancia de que la máquina hubiera fallado, que yo me habría equivocado. Le pedí que mirara las grabaciones de seguridad para verificar que lo que yo decía era verdad, pero cuál fue mi sorpresa que no hay cámaras enfocando al cajero. Le repetí veinte veces que durante los 15 minutos nadie echó gasoil y que yo había seguido las instrucciones de la pantalla. Este hombre me dijo que llamaría el lunes a la central situada en Barcelona, pero la respuesta fue negativa. Que lo sentían mucho, pero que el dinero no me lo devolvían.
Yo no quiero el dinero, quería el gasoil que había comprado. He puesto una hoja de reclamaciones y lo he denunciado en la OCU. Y estoy intentando que salga publicado en El Nazareno, La Semana o La Voz. Esto lo hago para que tengáis cuidado y no os ocurra lo que a mí, pero también para que les duela el bolsillo a estos trápalas catalanes que vienen a nuestra tierra a engañarnos sin ningún pudor.
No os arriesguéis a echar gasoil sin que una persona sea la que os recoja el dinero. Justo al lado hay una Shell en la cual el gasoil tiene el mismo precio.
MARI CARMEN FRANCO