El Consejo Sectorial de Asociaciones de Vecinos de Dos Hermanas decidió el pasado mes de noviembre distinguir a la ONG Nazarena para la Esperanza como la mejor entidad de nuestra ciudad en 2013 por la labor que ha venido realizando desde hace ya casi diez años en la ayuda a los niños que viven en el Tercer Mundo, así como a las personas de Dos Hermanas que se encuentran necesitadas.
Al frente de la ONG Nazarena para la Esperanza se encuentra desde su fundación, en 2003 -aunque no fue reconocida como tal hasta 2004- Juan Bando Reina, un empresario que, junto con un grupo de amigos, la gran mayoría de ellos miembros de la Hermandad de la Sagrada Cena de Dos Hermanas, decidieron, durante el período en el que esta Hermandad se quedó sin actividad, dar un paso adelante y reforzar su actividad al frente de la Bolsa de Caridad.
Desde entonces, la ONG Nazarena para la Esperanza se ha distinguido de forma notable en nuestra ciudad, donde ha destacado por su labor social y humanitaria, y convirtiéndose además en todo un ejemplo a seguir por cuantas entidades se dedican a la ayuda a los más desfavorecidos. En un primer momento lo hicieron recogiendo alimentos, ropas, medicinas, juguetes y distintos enseres para enviarlos a Perú, después para hacer lo mismo a Guatemala y, debido a la crisis económica que azota a nuestra localidad, incluso a aquellas familias nazarenas que se encuentran más necesitadas.
Entorno a la ONG se encuentran en estos momentos unas trescientas personas, que colaboran bien acudiendo por las tardes a su sede, situada en la calle La Hacendita, muy cerca de la sede de la Hermandad de la Sagrada Cena, bien difundiendo la labor social que realizan.
Por eso, cuando las asociaciones de vecinos de Dos Hermanas decidieron el pasado año reconocer la labor que realiza la ONG Nazarena para la Esperanza por sus iniciativas a favor de los más necesitados y por el envío de ayudas al Tercer Mundo, y que se materializó con motivo del XII Encuentro de Participación Ciudadana que se celebró en el Club Vistazul, a Juan Bando le llenó de alegría y satisfacción porque suponía, además, "un aliciente importante, que nos anima y nos da fuerza para seguir".
Próximas elecciones en la ONG
Juan Bando se encontraba al frente de la Hermandad de la Sagrada Cena cuando ésta, por decisión del Palacio Arzobispal, quedó durante algún tiempo sin actividad, y fue elegido presidente de la ONG, cargo que sigue ostentando y al que de nuevo aspira, ya que el próximo 13 de febrero se celebran las elecciones para elegir a la nueva Junta Directiva que debe regirla durante los próximos tres años.
"La filosofía de la ONG", comenta Juan Bando, "es la de ayudar, sobre todo, a los niños desfavorecidos de la sociedad, y nuestro primer proyecto fue el apadrinamiento de niños a través de las hermanas de la Caridad de Santa Ana. Luego, por circunstancias, conocimos a un cura sevillano, el padre Pepe Gavilán, que nos presentó su proyecto en Huacho, en Perú, en el centro parroquial que él dirigía, e iniciamos una colaboración con hasta enfermó y murió. Pero luego lo sustituyó otro misionero sevillano, Juan Fernández Salvador, y con él continuamos. La verdad es que se trata de un proyecto que desde el principio nos mereció muchísima confianza".
Dos veces al año, la ONG nazarena envía un contenedor con ropas, alimentos y diversos materiales que son luego repartidos entre la población más necesitada de Huacho, pero también colaboran enviando dinero para la construcción de un Centro de Formación. "El actual responsable de la obra que se realiza en esta localidad peruana dirige en estos momentos siete colegios, con un comedor en el que da de comer todos los días a unas quinientos niños, de familias con pocos recursos".
"Se trata", añade el presidente de la ONG, "de una labor muy parecida a la que realizamos con otro centro misionero establecido en Guatemala, donde hemos financiado un proyecto nutricional, y donde, además, hemos colaborado en la construcción de una guardería para los niños a través de las hermanas de la Caridad de Santa Ana, de la Orden de San José de la Montaña, cuya fundadora es malagueña, y que se encuentra en la localidad de San Cristóbal de Perapaz".
Agradecidos a los nazarenos
Toda esta labor se realiza en localidades de países centroamericanos que cuentan con muchos problemas, hasta que la crisis llegó a España y la ONG Nazarena para la Esperanza comenzó a recibir las visitas de muchas familias nazarenas pidiendo ayuda. "Entonces, tuvimos que cambiar el paso y empezamos a atender también las necesidades de nuestro pueblo. Por eso recogemos ropa, menaje, juguetes, material ortopédico, sillas de rueda..., porque nos llega muchísima gente con necesidades".
Juan Bando la verdad es que no encuentra palabras para agradecer la gran colaboración que está encontrando en familias nazarenas, que se presentan de forma voluntaria en su sede de la calle La Hacendita para entregar comida, ropa, libros, entre otros muchos objetos, e incluso dinero, que en todos los casos se canaliza hacia las poblaciones con las que se colabora en Perú o Guatemala, o incluso en la propia Dos Hermanas.
"La ONG está más que consolidada y la gente de Dos Hermanas viene a entregarnos sus donaciones ya casi sin pedirlo", comenta Juan Bando. "Tanto es así, que una vez que la Junta Directiva decidimos darle un cambio en cuanto a la orientación de los productos, resulta que no paraban de llegarnos cosas que nos permitían además continuar con la proyección del exterior. Así que en Dos Hermanas han sido y son bastante generosos, y cada vez va a más, algo que agradecemos infinitamente".
Juan Bando, entre algunas de las voluntarias que colaboran con la ONG Nazarena para la Esperanza. |
Al frente de la ONG Nazarena para la Esperanza se encuentra desde su fundación, en 2003 -aunque no fue reconocida como tal hasta 2004- Juan Bando Reina, un empresario que, junto con un grupo de amigos, la gran mayoría de ellos miembros de la Hermandad de la Sagrada Cena de Dos Hermanas, decidieron, durante el período en el que esta Hermandad se quedó sin actividad, dar un paso adelante y reforzar su actividad al frente de la Bolsa de Caridad.
Desde entonces, la ONG Nazarena para la Esperanza se ha distinguido de forma notable en nuestra ciudad, donde ha destacado por su labor social y humanitaria, y convirtiéndose además en todo un ejemplo a seguir por cuantas entidades se dedican a la ayuda a los más desfavorecidos. En un primer momento lo hicieron recogiendo alimentos, ropas, medicinas, juguetes y distintos enseres para enviarlos a Perú, después para hacer lo mismo a Guatemala y, debido a la crisis económica que azota a nuestra localidad, incluso a aquellas familias nazarenas que se encuentran más necesitadas.
Entorno a la ONG se encuentran en estos momentos unas trescientas personas, que colaboran bien acudiendo por las tardes a su sede, situada en la calle La Hacendita, muy cerca de la sede de la Hermandad de la Sagrada Cena, bien difundiendo la labor social que realizan.
Por eso, cuando las asociaciones de vecinos de Dos Hermanas decidieron el pasado año reconocer la labor que realiza la ONG Nazarena para la Esperanza por sus iniciativas a favor de los más necesitados y por el envío de ayudas al Tercer Mundo, y que se materializó con motivo del XII Encuentro de Participación Ciudadana que se celebró en el Club Vistazul, a Juan Bando le llenó de alegría y satisfacción porque suponía, además, "un aliciente importante, que nos anima y nos da fuerza para seguir".
Próximas elecciones en la ONG
Juan Bando se encontraba al frente de la Hermandad de la Sagrada Cena cuando ésta, por decisión del Palacio Arzobispal, quedó durante algún tiempo sin actividad, y fue elegido presidente de la ONG, cargo que sigue ostentando y al que de nuevo aspira, ya que el próximo 13 de febrero se celebran las elecciones para elegir a la nueva Junta Directiva que debe regirla durante los próximos tres años.
"La filosofía de la ONG", comenta Juan Bando, "es la de ayudar, sobre todo, a los niños desfavorecidos de la sociedad, y nuestro primer proyecto fue el apadrinamiento de niños a través de las hermanas de la Caridad de Santa Ana. Luego, por circunstancias, conocimos a un cura sevillano, el padre Pepe Gavilán, que nos presentó su proyecto en Huacho, en Perú, en el centro parroquial que él dirigía, e iniciamos una colaboración con hasta enfermó y murió. Pero luego lo sustituyó otro misionero sevillano, Juan Fernández Salvador, y con él continuamos. La verdad es que se trata de un proyecto que desde el principio nos mereció muchísima confianza".
Dos veces al año, la ONG nazarena envía un contenedor con ropas, alimentos y diversos materiales que son luego repartidos entre la población más necesitada de Huacho, pero también colaboran enviando dinero para la construcción de un Centro de Formación. "El actual responsable de la obra que se realiza en esta localidad peruana dirige en estos momentos siete colegios, con un comedor en el que da de comer todos los días a unas quinientos niños, de familias con pocos recursos".
"Se trata", añade el presidente de la ONG, "de una labor muy parecida a la que realizamos con otro centro misionero establecido en Guatemala, donde hemos financiado un proyecto nutricional, y donde, además, hemos colaborado en la construcción de una guardería para los niños a través de las hermanas de la Caridad de Santa Ana, de la Orden de San José de la Montaña, cuya fundadora es malagueña, y que se encuentra en la localidad de San Cristóbal de Perapaz".
Agradecidos a los nazarenos
Toda esta labor se realiza en localidades de países centroamericanos que cuentan con muchos problemas, hasta que la crisis llegó a España y la ONG Nazarena para la Esperanza comenzó a recibir las visitas de muchas familias nazarenas pidiendo ayuda. "Entonces, tuvimos que cambiar el paso y empezamos a atender también las necesidades de nuestro pueblo. Por eso recogemos ropa, menaje, juguetes, material ortopédico, sillas de rueda..., porque nos llega muchísima gente con necesidades".
Juan Bando la verdad es que no encuentra palabras para agradecer la gran colaboración que está encontrando en familias nazarenas, que se presentan de forma voluntaria en su sede de la calle La Hacendita para entregar comida, ropa, libros, entre otros muchos objetos, e incluso dinero, que en todos los casos se canaliza hacia las poblaciones con las que se colabora en Perú o Guatemala, o incluso en la propia Dos Hermanas.
"La ONG está más que consolidada y la gente de Dos Hermanas viene a entregarnos sus donaciones ya casi sin pedirlo", comenta Juan Bando. "Tanto es así, que una vez que la Junta Directiva decidimos darle un cambio en cuanto a la orientación de los productos, resulta que no paraban de llegarnos cosas que nos permitían además continuar con la proyección del exterior. Así que en Dos Hermanas han sido y son bastante generosos, y cada vez va a más, algo que agradecemos infinitamente".
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN