De confirmarse las noticias de que la Unión Europea pueda aprobar un marco de cooperación con Cuba para 2015, la posición común podría tocar su fin. Esta excepcionalidad impulsada por los Gobiernos de José María Aznar no sólo se ha mostrado ineficaz, sino que niega el espíritu de diálogo y entendimiento que constituye la espina dorsal de Europa, que mantiene relaciones con todos los países latinoamericanos.
Como defendí en los Consejos de Asuntos Generales de la Unión Europea, el diálogo constructivo y no el aislamiento es el mejor instrumento para reforzar las relaciones bilaterales y multilaterales, así como para afianzar nuestros lazos históricos, sociales, culturales y económicos.
Siempre he pensado que el aislamiento es el primer paso hacia la indiferencia y España y Europa no pueden ignorar los avances que se han producido en Cuba, así como la buena disposición que han mantenido sus autoridades para el restablecimiento de relaciones políticas y de cooperación. En el año 2010 estuvimos muy cerca de romper la barrera de la posición común, algo muy criticado y rechazado por la gran mayoría del Partido Popular.
Considero que el diálogo político e institucional con La Habana nos situará en una mejor posición para acompañar las reformas impulsadas por los líderes cubanos, reconocidas también por Estados Unidos.
España vive hoy la noticia de construir un marco de diálogo y cooperación con Cuba con la satisfacción del reencuentro y con la esperanza de que Europa acelere el diálogo para profundizar en unas relaciones que nunca debieron encapsularse en la incomunicación. Aplaudo al Gobierno español por haber comprendido finalmente que el diálogo es la mejor vía para construir juntos el futuro entre Cuba, España y Europa.
Como defendí en los Consejos de Asuntos Generales de la Unión Europea, el diálogo constructivo y no el aislamiento es el mejor instrumento para reforzar las relaciones bilaterales y multilaterales, así como para afianzar nuestros lazos históricos, sociales, culturales y económicos.
Siempre he pensado que el aislamiento es el primer paso hacia la indiferencia y España y Europa no pueden ignorar los avances que se han producido en Cuba, así como la buena disposición que han mantenido sus autoridades para el restablecimiento de relaciones políticas y de cooperación. En el año 2010 estuvimos muy cerca de romper la barrera de la posición común, algo muy criticado y rechazado por la gran mayoría del Partido Popular.
Considero que el diálogo político e institucional con La Habana nos situará en una mejor posición para acompañar las reformas impulsadas por los líderes cubanos, reconocidas también por Estados Unidos.
España vive hoy la noticia de construir un marco de diálogo y cooperación con Cuba con la satisfacción del reencuentro y con la esperanza de que Europa acelere el diálogo para profundizar en unas relaciones que nunca debieron encapsularse en la incomunicación. Aplaudo al Gobierno español por haber comprendido finalmente que el diálogo es la mejor vía para construir juntos el futuro entre Cuba, España y Europa.
MIGUEL ÁNGEL MORATINOS