Posiblemente, la corriente pictórica que más éxito haya tenido y que mayor aceptación haya recabado con el paso de los años sea el impresionismo, estilo artístico nacido en Francia, principalmente en el último tercio del siglo XIX, aunque algunos autores, como el caso de Claude Monet, continuaran trabajando dentro de esta corriente hasta los inicios del siglo veinte.
Para hacer un breve recorrido, pues el número y la producción de cuadros de los artistas adscritos a este estilo son amplios, nada mejor que seguir la trayectoria de quien fuera su máximo representante: Monet, junto con Renoir, Pissarro, Sisley, Cézanne y Degas. Comenzamos, como es habitual en esta sección, con los datos biográficos del autor estudiado.
Claude Monet nació en el número 45 de la Rue Lafitte en París, el 14 de noviembre de 1840. Su padre, Claude Adolphe Monet, era propietario de un negocio de especias que llegaban de las colonias francesas de ultramar.
Puesto que esta pequeña empresa no era muy estable y debido a las dificultades económicas por las que atravesaba cuando Claude tenía pocos años, la familia decide trasladarse a Le Havre, ciudad situada en la costa norte francesa, junto a la desembocadura del Sena.
Este cambio, de algún modo, influyó favorablemente en el pequeño Claude, dado que el mar con el que estaba en permanente contacto sería uno de los elementos claves en su posterior obra.
Sin embargo, como estudiante era un desastre, ya que tenía una clara aversión hacia la escuela, tal como reconocería años más tarde. Por entonces, su mayor placer era vagar contemplando la naturaleza y el mar, ya que ambas le atraían poderosamente. Para su salvación, dado que sus padres dudaban de su futuro, manifiesta dotes precoces en el campo de las expresiones artísticas, concretamente en el dibujo, que empleaba en las caricaturas de personajes que realizaba de forma reiterada.
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A los 17 años muere su madre, hecho que tiene un hondo significado en su vida. La soledad le hace volcarse en la pintura. De este modo, un año después de la pérdida materna, participa en la exposición municipal que patrocina el Ayuntamiento de Le Havre, a la que presenta el cuadro titulado Vue prise à Rouelles (Vista tomada de Rouelles), lienzo en el que se aprecia su gran talento pictórico con la plasmación de un paisaje en pleno verdor y con toda la luminosidad de la mañana.
Una vez que tiene decidido qué va a hacer con su vida, en la primavera de 1859 viaja a París, a pesar de habérsele sido denegada la beca que había solicitado al Consejo Municipal de Le Havre. Con el apoyo económico de su padre y de su tía Jeanne-Marie llega a la capital francesa y se matricula en la Académie Suisse, puesto que a diferencia de otros centros, allí se fomenta la libertad creativa. En la Académie Suisse conoce al que con el tiempo será su gran amigo: Camille Pissarro.
Cuando cumple los 21 años es llamado a filas y, dado que su familia no le paga el reemplazo que le evitaría realizar el servicio militar en Argelia (antigua colonia francesa), tiene que viajar como soldado a este país, permaneciendo unos meses en tierras norteafricanas. Finalizado su servicio militar, regresa a París y empieza a conocer a otros artistas que comparten sus inquietudes como Pierre-Auguste Renoir o Alfred Sisley.
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De aquella época es el lienzo que lleva por título Trofeo de caza. Sobre este cuadro, Anne Distel nos dice: “Entre todas las obras de la primera época de Monet que han llegado a nosotros se encuentran una serie de naturalezas muertas de las que 'Trophée de chase' es un excelente ejemplo. Al joven artista parecía gustarle especialmente este género al comienzo de su carrera, aunque en lo sucesivo no dejó de interesarse nunca por él, a pesar de tratarse de uno de los grandes temas de su pintura”.
También, en París, conoce a Édouard Manet, el gran pintor francés que ejercería una influencia decisiva en los jóvenes artistas que acabarían siendo el germen de la nueva e innovadora corriente pictórica: el impresionismo.
En el año 1865, por primera vez se prepara para participar en la exposición del Salón de París, que todos los años convocaba la Academia de Bellas Artes francesa. Tiene suerte, pues el jurado le admite dos marinas que había realizado en el verano anterior. De todos modos, sus cuadros más importantes de ese año y del posterior serán Almuerzo sobre la hierba y Mujeres en el jardín.
El primero de los cuadros citados, Almuerzo sobre la hierba -en la actualidad en el Museo Pushkin de Moscú- pretendía ser una especie de reinterpretación, más academicista, del que realizara tiempo atrás Édouard Manet, y que tanto escándalo suscitó en la sociedad francesa.
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Mujeres en el jardín también es otro gran lienzo, de tonos muy claros, puesto que pretende expresar la luminosidad en la escena resultado de la luz solar que la inunda. Dentro del grupo de las figuras femeninas, se encuentra Camille, la que sería años más tarde su mujer. Aunque hay que apuntar que la relación que mantenía con Camille Doncieux era motivo de enfrentamiento con su familia, conflicto que se agudiza cuando esta se encuentra embarazada.
A los 27 años, Monet se convierte en padre, ya que el 8 de agosto de 1867 nace su primer hijo, Jean, que es ignorado por la familia del pintor.
El rechazo familiar y los agobios económicos, ya que su padre le había retirado la asignación mensual que le enviaba, dan lugar a que Monet al año siguiente de nacer su hijo intente suicidarse. Tras este intento fallido de suicidio, por suerte, recibe un importante encargo de una acaudalada familia, lo que será un alivio a la situación en la que se encuentra.
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Tal como he indicado, la presencia del mar es una constante en la pintura de Monet. Como ejemplo, traigo este cuadro, El malecón de Le Havre con mal tiempo (La jetée du Havre par mauvais temps), que es una manifestación de la pintura de aquellos años.
A pesar de las primeras aceptaciones, los conflictos de los jóvenes pintores con el jurado que determina las obras a exponer en el Salón anual de París se agudizan, ya que paulatinamente el grupo germen de los impresionistas se aleja de los criterios academicistas dominantes.
Lógicamente, será nuestro autor uno de los grandes rechazados, pues cada vez se va decantando por unas obras en la que predomina la espontaneidad de la pintura al aire libre (en plein air es el término que recibe en francés) se resuelve con la soltura de trazos de colores puros.
Por otro lado, en 1870, contrae matrimonio con Camille. Pero ese mismo año se marcha a Londres, pues Monet era de ideas republicanas y no deseaba luchar, en la guerra franco-prusiana que se iniciaba, al lado de las tropas del Imperio francés.
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Una obra que es clave en este movimiento de jóvenes artistas es la denominada Impresión: sol naciente que Monet presentará en la exposición colectiva que en 1874 realizarán en el estudio del fotógrafo Nadar, y al margen de los criterios academicistas que son los mayoritariamente aceptados para el Salón.
Es precisamente este cuadro el que será el blanco de las ironías de Louis Leroy, crítico de arte y redactor de Le Charivari (algo así como “El follón”, en el lenguaje de nuestros días). Toma, pues, el comienzo del título y llama con cierto desdén a los que exponen como “impresionistas”, en el sentido de que simplemente se dejan llevar por las impresiones visuales que reciben en su primer contacto con la realidad exterior.
Ciertamente, este cuadro sintetiza los rasgos esenciales que marcarán el rumbo del nuevo estilo artístico: el lienzo no se pinta en el estudio, sino que será directamente del natural “en plein air”, término que se daba en lengua francesa; las pinceladas son rápidas, vibrantes, con trazos extensos; puesto que la luz es cambiante a lo largo del día, se buscan las sensaciones que reciben nuestros sentidos en el contacto con la realidad y la naturaleza; la fugacidad del tiempo queda plenamente recogida en una obra realizada con una paleta de colores reducida, en la que por encima de todo se aprecia un sol rojo naciente y los reflejos que provoca en las aguas del mar.
Los jóvenes artistas rebeldes como Monet, Pissarro, Renoir, Degas o Sisley tomaron gustosamente ese término que se había utilizado para ridiculizarlos y, dándole la vuelta, aceptaron ser llamados “impresionistas”, expresión con la que a partir de entonces aparecerían en sus exposiciones colectivas.
Para hacer un breve recorrido, pues el número y la producción de cuadros de los artistas adscritos a este estilo son amplios, nada mejor que seguir la trayectoria de quien fuera su máximo representante: Monet, junto con Renoir, Pissarro, Sisley, Cézanne y Degas. Comenzamos, como es habitual en esta sección, con los datos biográficos del autor estudiado.
Claude Monet nació en el número 45 de la Rue Lafitte en París, el 14 de noviembre de 1840. Su padre, Claude Adolphe Monet, era propietario de un negocio de especias que llegaban de las colonias francesas de ultramar.
Puesto que esta pequeña empresa no era muy estable y debido a las dificultades económicas por las que atravesaba cuando Claude tenía pocos años, la familia decide trasladarse a Le Havre, ciudad situada en la costa norte francesa, junto a la desembocadura del Sena.
Este cambio, de algún modo, influyó favorablemente en el pequeño Claude, dado que el mar con el que estaba en permanente contacto sería uno de los elementos claves en su posterior obra.
Sin embargo, como estudiante era un desastre, ya que tenía una clara aversión hacia la escuela, tal como reconocería años más tarde. Por entonces, su mayor placer era vagar contemplando la naturaleza y el mar, ya que ambas le atraían poderosamente. Para su salvación, dado que sus padres dudaban de su futuro, manifiesta dotes precoces en el campo de las expresiones artísticas, concretamente en el dibujo, que empleaba en las caricaturas de personajes que realizaba de forma reiterada.
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A los 17 años muere su madre, hecho que tiene un hondo significado en su vida. La soledad le hace volcarse en la pintura. De este modo, un año después de la pérdida materna, participa en la exposición municipal que patrocina el Ayuntamiento de Le Havre, a la que presenta el cuadro titulado Vue prise à Rouelles (Vista tomada de Rouelles), lienzo en el que se aprecia su gran talento pictórico con la plasmación de un paisaje en pleno verdor y con toda la luminosidad de la mañana.
Una vez que tiene decidido qué va a hacer con su vida, en la primavera de 1859 viaja a París, a pesar de habérsele sido denegada la beca que había solicitado al Consejo Municipal de Le Havre. Con el apoyo económico de su padre y de su tía Jeanne-Marie llega a la capital francesa y se matricula en la Académie Suisse, puesto que a diferencia de otros centros, allí se fomenta la libertad creativa. En la Académie Suisse conoce al que con el tiempo será su gran amigo: Camille Pissarro.
Cuando cumple los 21 años es llamado a filas y, dado que su familia no le paga el reemplazo que le evitaría realizar el servicio militar en Argelia (antigua colonia francesa), tiene que viajar como soldado a este país, permaneciendo unos meses en tierras norteafricanas. Finalizado su servicio militar, regresa a París y empieza a conocer a otros artistas que comparten sus inquietudes como Pierre-Auguste Renoir o Alfred Sisley.
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De aquella época es el lienzo que lleva por título Trofeo de caza. Sobre este cuadro, Anne Distel nos dice: “Entre todas las obras de la primera época de Monet que han llegado a nosotros se encuentran una serie de naturalezas muertas de las que 'Trophée de chase' es un excelente ejemplo. Al joven artista parecía gustarle especialmente este género al comienzo de su carrera, aunque en lo sucesivo no dejó de interesarse nunca por él, a pesar de tratarse de uno de los grandes temas de su pintura”.
También, en París, conoce a Édouard Manet, el gran pintor francés que ejercería una influencia decisiva en los jóvenes artistas que acabarían siendo el germen de la nueva e innovadora corriente pictórica: el impresionismo.
En el año 1865, por primera vez se prepara para participar en la exposición del Salón de París, que todos los años convocaba la Academia de Bellas Artes francesa. Tiene suerte, pues el jurado le admite dos marinas que había realizado en el verano anterior. De todos modos, sus cuadros más importantes de ese año y del posterior serán Almuerzo sobre la hierba y Mujeres en el jardín.
El primero de los cuadros citados, Almuerzo sobre la hierba -en la actualidad en el Museo Pushkin de Moscú- pretendía ser una especie de reinterpretación, más academicista, del que realizara tiempo atrás Édouard Manet, y que tanto escándalo suscitó en la sociedad francesa.
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Mujeres en el jardín también es otro gran lienzo, de tonos muy claros, puesto que pretende expresar la luminosidad en la escena resultado de la luz solar que la inunda. Dentro del grupo de las figuras femeninas, se encuentra Camille, la que sería años más tarde su mujer. Aunque hay que apuntar que la relación que mantenía con Camille Doncieux era motivo de enfrentamiento con su familia, conflicto que se agudiza cuando esta se encuentra embarazada.
A los 27 años, Monet se convierte en padre, ya que el 8 de agosto de 1867 nace su primer hijo, Jean, que es ignorado por la familia del pintor.
El rechazo familiar y los agobios económicos, ya que su padre le había retirado la asignación mensual que le enviaba, dan lugar a que Monet al año siguiente de nacer su hijo intente suicidarse. Tras este intento fallido de suicidio, por suerte, recibe un importante encargo de una acaudalada familia, lo que será un alivio a la situación en la que se encuentra.
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Tal como he indicado, la presencia del mar es una constante en la pintura de Monet. Como ejemplo, traigo este cuadro, El malecón de Le Havre con mal tiempo (La jetée du Havre par mauvais temps), que es una manifestación de la pintura de aquellos años.
A pesar de las primeras aceptaciones, los conflictos de los jóvenes pintores con el jurado que determina las obras a exponer en el Salón anual de París se agudizan, ya que paulatinamente el grupo germen de los impresionistas se aleja de los criterios academicistas dominantes.
Lógicamente, será nuestro autor uno de los grandes rechazados, pues cada vez se va decantando por unas obras en la que predomina la espontaneidad de la pintura al aire libre (en plein air es el término que recibe en francés) se resuelve con la soltura de trazos de colores puros.
Por otro lado, en 1870, contrae matrimonio con Camille. Pero ese mismo año se marcha a Londres, pues Monet era de ideas republicanas y no deseaba luchar, en la guerra franco-prusiana que se iniciaba, al lado de las tropas del Imperio francés.
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Una obra que es clave en este movimiento de jóvenes artistas es la denominada Impresión: sol naciente que Monet presentará en la exposición colectiva que en 1874 realizarán en el estudio del fotógrafo Nadar, y al margen de los criterios academicistas que son los mayoritariamente aceptados para el Salón.
Es precisamente este cuadro el que será el blanco de las ironías de Louis Leroy, crítico de arte y redactor de Le Charivari (algo así como “El follón”, en el lenguaje de nuestros días). Toma, pues, el comienzo del título y llama con cierto desdén a los que exponen como “impresionistas”, en el sentido de que simplemente se dejan llevar por las impresiones visuales que reciben en su primer contacto con la realidad exterior.
Ciertamente, este cuadro sintetiza los rasgos esenciales que marcarán el rumbo del nuevo estilo artístico: el lienzo no se pinta en el estudio, sino que será directamente del natural “en plein air”, término que se daba en lengua francesa; las pinceladas son rápidas, vibrantes, con trazos extensos; puesto que la luz es cambiante a lo largo del día, se buscan las sensaciones que reciben nuestros sentidos en el contacto con la realidad y la naturaleza; la fugacidad del tiempo queda plenamente recogida en una obra realizada con una paleta de colores reducida, en la que por encima de todo se aprecia un sol rojo naciente y los reflejos que provoca en las aguas del mar.
Los jóvenes artistas rebeldes como Monet, Pissarro, Renoir, Degas o Sisley tomaron gustosamente ese término que se había utilizado para ridiculizarlos y, dándole la vuelta, aceptaron ser llamados “impresionistas”, expresión con la que a partir de entonces aparecerían en sus exposiciones colectivas.
AURELIANO SÁINZ