Dos personas han resultado afectadas leves por inhalación de humos en el incendio de una casa situada en el número 229 de la calle Manzanilla, en la barriada de Cerro Blanco, según ha informado el 112. El hecho ha tenido lugar sobre las tres menos cuarto de la tarde de este lunes, día 2, y las llamas han destruido los muebles y ajuar de una de las habitaciones, en la que en ese momento se encontraba un joven de 20 años de edad.
"Mire usted, nos hemos quedado sin nada. Mire usted la ropa, quemada". Pastora Acosta Acosta, de 47 años de edad, viuda y con cinco hijos, relata el estado en el que ha quedado su casa, después del incendio que ha afectado a una de las habitaciones y en la que en el momento del siniestro, sobre las tres menos cuarto de la tarde, se encontraba descansando su hijo de 20 años de edad.
Las llamas, según los primeros indicios, se pudieron originar por un cortocircuito en la lámpara del techo de la habitación, y se propagaron rápidamente por el resto de la habitación. "Yo estaba echada aquí en el sofá del salón, y mi hijo se encontraba en su habitación. De pronto, comenzó a decirme que olía a quemado, y cuando se dio cuenta la habitación estaba ardiendo".
Los vecinos de esta zona, que es conocida como las 'Viviendas sociales' de Cerro Blanco, entraron rápidamente en la vivienda y comenzaron a intentar apagar el fuego lanzando cubos de agua. Instantes después se personaron unidades del Cuerpo de Bomberos, Policía Local de Dos Hermanas y Policía Nacional.
La propietaria de la vivienda y su hijo fueron trasladados hasta el centro de salud de Los Montecillos, donde fueron atendidos por inhalación de humos, aunque ambos, cuando este Diario Digital acudió al lugar, se encontraban en su domicilio en aparente buen estado.
"El problema", añadió Pastora Acosta, "es que a ver qué hago yo ahora. Soy viuda, tengo cinco hijos, y no tengo dinero ni para arreglar la habitación ni para comprarle ropa a mis hijos, porque lo único que recibo es lo que gano vendiendo por ahí unas naranjas".
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| Pastora Acosta muestra el estado en el que ha quedado la habitación afectada por el fuego. |
"Mire usted, nos hemos quedado sin nada. Mire usted la ropa, quemada". Pastora Acosta Acosta, de 47 años de edad, viuda y con cinco hijos, relata el estado en el que ha quedado su casa, después del incendio que ha afectado a una de las habitaciones y en la que en el momento del siniestro, sobre las tres menos cuarto de la tarde, se encontraba descansando su hijo de 20 años de edad.
Las llamas, según los primeros indicios, se pudieron originar por un cortocircuito en la lámpara del techo de la habitación, y se propagaron rápidamente por el resto de la habitación. "Yo estaba echada aquí en el sofá del salón, y mi hijo se encontraba en su habitación. De pronto, comenzó a decirme que olía a quemado, y cuando se dio cuenta la habitación estaba ardiendo".
Los vecinos de esta zona, que es conocida como las 'Viviendas sociales' de Cerro Blanco, entraron rápidamente en la vivienda y comenzaron a intentar apagar el fuego lanzando cubos de agua. Instantes después se personaron unidades del Cuerpo de Bomberos, Policía Local de Dos Hermanas y Policía Nacional.
La propietaria de la vivienda y su hijo fueron trasladados hasta el centro de salud de Los Montecillos, donde fueron atendidos por inhalación de humos, aunque ambos, cuando este Diario Digital acudió al lugar, se encontraban en su domicilio en aparente buen estado.
"El problema", añadió Pastora Acosta, "es que a ver qué hago yo ahora. Soy viuda, tengo cinco hijos, y no tengo dinero ni para arreglar la habitación ni para comprarle ropa a mis hijos, porque lo único que recibo es lo que gano vendiendo por ahí unas naranjas".
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN
