José Moreno Pérez, de 38 años de edad, fue elegido el pasado sábado, día 9, nuevo hermano mayor de la Hermandad de La Estrella de Dos Hermanas, al frente de la cual estará durante los próximos cuatro años. José Moreno obtuvo el apoyo de 133 de los 134 votos (un fue en blanco) que se depositaron en la urna situada en la Casa Hermandad.
Casado, con dos hijos de dos años y cinco meses, es licenciado en Derecho y en la actualidad es funcionario interino en los Juzgados de Sanlúcar la Mayor. Pertenece a la Hermandad de La Estrella, más conocida como La Borriquita', desde muy pequeño. Además, es hermano de Santo Entierro, y de la Macarena y el Silencio, estas dos últimas de Sevilla.
- ¿Cómo comenzó a formar parte de la vida de la Hermandad?
- Imagino que casi como todos, echando una mano en lo que podía cuando era joven y participando de las actividades de la Hermandad. Vas cumpliendo años, salí de costalero primero en la Cruz de Mayo, luego en el paso del Cristo, y ya cuando cumplí los 25 años el entonces candidato a hermano mayor, Federico Martín Martínez, me ofreció ir en su Junta de Gobierno. Y luego seguí en las siguientes.
- ¿Qué cargos ha ostentado en las distintas Juntas por las que ha pasado?
- De mayordomo primero estuve un total de ocho años, y en la última Junta fui ya teniente de hermano mayor.
- ¿Y cómo es el momento en el que surge la posibilidad de presentarse para hermano mayor?
- Todo ha sido como consecuencia del acuerdo al que llegué con el actual hermano mayor, Alejandro Jurado Mejías. Él dio el paso para ser hermano mayor hace cuatro años, yo iba con él de teniente de hermano mayor y acordamos que cuando acabara su mandato yo le relevaría.
- O sea, que el cargo lo tenía ya algo más que asumido.
- Sí, sabía que me iba a tocar. Y ahora lo que tengo que intentar es que haya otras dos personas que me sucedan cuando cumpla mis cuatro años como hermano mayor, y que después de éste haya otro con la finalidad de darle una estabilidad a la Hermandad y que no nos encontremos con situaciones en las que nadie se quiera presentar. De todas maneras, una de las cuestiones que abordaremos cuando ya tomemos posesión será la renovación de las Reglas de la Hermandad, para actualizarlas y ponerlas de conformidad con las Normas Diocesanas, y uno de los puntos que vamos a intentar cambiar es precisamente reducir el mandato de cuatro años a tres, porque en un momento determinado alguien podría ser capaz de repetir después de tres años, pero pasar de cuatro a ocho me parece ya mucho.
- ¿Cómo fue la jornada electoral?
- Bastante bien y muy tranquila, la verdad, porque nuestra Hermandad tampoco tiene muchos hermanos. En estos momentos somos unos 1.100 hermanos, pero con la circunstancia de que una inmensa mayoría de éstos son menores de 18 años, por lo que nuestro censo al final se queda en algo más de 400. De éstos, vinieron a votar 134.
- ¿Qué retos se plantea como hermano mayor?
- Las tres o cuatro últimas Junta de Gobierno han tenido tres pilares fundamentales, que son formación, cultos y caridad. En este último caso, estaba claro que antes no se veían tantas necesidades, pero ahora hay muchos hermanos que lo están pasando bastante mal. Además, tenemos empezado el altar de la Virgen, que hay que ir terminando poco a poco, hay que abordar la restauración del Cristo, que ya está aprobado y sobre la que una comisión debe estudiar quién se va a encargar de la misma.
- ¿Será especial para usted la próxima salida del Domingo de Ramos?
- No lo sé aún. Imagino que será un Domingo de Ramos como otro cualquiera. La verdad es que llevo muchos años saliendo de costalero y simplemente estando debajo del paso, escuchar las campañas de la Iglesia o cuando se levanta el paso y se escucha la campanita de la burra, ya se te ponen los vellos de punta. Está claro que es mucha más responsabilidad salir de hermano mayor que como miembro de Junta, pero creo que no será muy distinto.
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Casado, con dos hijos de dos años y cinco meses, es licenciado en Derecho y en la actualidad es funcionario interino en los Juzgados de Sanlúcar la Mayor. Pertenece a la Hermandad de La Estrella, más conocida como La Borriquita', desde muy pequeño. Además, es hermano de Santo Entierro, y de la Macarena y el Silencio, estas dos últimas de Sevilla.
- ¿Cómo comenzó a formar parte de la vida de la Hermandad?
- Imagino que casi como todos, echando una mano en lo que podía cuando era joven y participando de las actividades de la Hermandad. Vas cumpliendo años, salí de costalero primero en la Cruz de Mayo, luego en el paso del Cristo, y ya cuando cumplí los 25 años el entonces candidato a hermano mayor, Federico Martín Martínez, me ofreció ir en su Junta de Gobierno. Y luego seguí en las siguientes.
- ¿Qué cargos ha ostentado en las distintas Juntas por las que ha pasado?
- De mayordomo primero estuve un total de ocho años, y en la última Junta fui ya teniente de hermano mayor.
- ¿Y cómo es el momento en el que surge la posibilidad de presentarse para hermano mayor?
- Todo ha sido como consecuencia del acuerdo al que llegué con el actual hermano mayor, Alejandro Jurado Mejías. Él dio el paso para ser hermano mayor hace cuatro años, yo iba con él de teniente de hermano mayor y acordamos que cuando acabara su mandato yo le relevaría.
- O sea, que el cargo lo tenía ya algo más que asumido.
- Sí, sabía que me iba a tocar. Y ahora lo que tengo que intentar es que haya otras dos personas que me sucedan cuando cumpla mis cuatro años como hermano mayor, y que después de éste haya otro con la finalidad de darle una estabilidad a la Hermandad y que no nos encontremos con situaciones en las que nadie se quiera presentar. De todas maneras, una de las cuestiones que abordaremos cuando ya tomemos posesión será la renovación de las Reglas de la Hermandad, para actualizarlas y ponerlas de conformidad con las Normas Diocesanas, y uno de los puntos que vamos a intentar cambiar es precisamente reducir el mandato de cuatro años a tres, porque en un momento determinado alguien podría ser capaz de repetir después de tres años, pero pasar de cuatro a ocho me parece ya mucho.
- ¿Cómo fue la jornada electoral?
- Bastante bien y muy tranquila, la verdad, porque nuestra Hermandad tampoco tiene muchos hermanos. En estos momentos somos unos 1.100 hermanos, pero con la circunstancia de que una inmensa mayoría de éstos son menores de 18 años, por lo que nuestro censo al final se queda en algo más de 400. De éstos, vinieron a votar 134.
- ¿Qué retos se plantea como hermano mayor?
- Las tres o cuatro últimas Junta de Gobierno han tenido tres pilares fundamentales, que son formación, cultos y caridad. En este último caso, estaba claro que antes no se veían tantas necesidades, pero ahora hay muchos hermanos que lo están pasando bastante mal. Además, tenemos empezado el altar de la Virgen, que hay que ir terminando poco a poco, hay que abordar la restauración del Cristo, que ya está aprobado y sobre la que una comisión debe estudiar quién se va a encargar de la misma.
- ¿Será especial para usted la próxima salida del Domingo de Ramos?
- No lo sé aún. Imagino que será un Domingo de Ramos como otro cualquiera. La verdad es que llevo muchos años saliendo de costalero y simplemente estando debajo del paso, escuchar las campañas de la Iglesia o cuando se levanta el paso y se escucha la campanita de la burra, ya se te ponen los vellos de punta. Está claro que es mucha más responsabilidad salir de hermano mayor que como miembro de Junta, pero creo que no será muy distinto.
FRANCISCO GIL CHAPARRO / REDACCIÓN