Cuando el año traspasa su ecuador y el calor empieza a retirarse a sus aposentos, los japoneses salen para dar la cara con su “E3 particular”. En otras palabras, del 19 al 22 de septiembre tuvo lugar una de las ferias más importantes del mundo, la mayor en Japón: el Tokyo Game Show.
A pesar de las dificultades en esta edición por conseguir cualquier atisbo de algo parecido a información, suceso que no tuvo lugar en la edición del año pasado, donde la mayoría de los medios especializados se hicieron eco profundamente del mismo, hay que decir desde un primer momento se han presentado más y mejores títulos que en 2012. Quizás demasiados para que se conglomeren en estas escuetas líneas que les presentamos. Se hará lo que se pueda. Eso sí, advertimos que esta feria, para los desconocedores plenos de las características de tal encuentro, está enfocada casi en su totalidad al público del Sol Naciente. Por y para japoneses. Dicho queda.
Los juegos basados en grandes éxitos del mundo manga no podían faltar ni por asomo, así pues las desarrolladoras se han esforzado por traer a tiempo algún que otro tráiler y demos jugables de entregas como Madoka Mágica para PS Vita o el encuentro familiar que supone J-Stars Victory (PS3, Vita), donde personajes de la talla de Son Goku, Ichigo o Naruto Uzumaki compiten entre sí en entornos excesivamente realistas –en especial si nos paramos a ver el estilo visual al que nos tienen acostumbrados estos cómics- para ver quién es el mejor luchador.
La cosa continúa con más batallas porque el último furor anime debía tener una adaptación en consolas: Shingeki no Kyojin, la creación de Hajime Isayama donde una legión de soldados deben proteger el último vestigio de una humanidad atacada por titanes, aparecerá en Nintendo 3DS.
Alejándonos de los mangas pero no de su estética, tenemos el peculiar Idolm@ster (PS3/PS4), donde unas cantantes virtuales deben alcanzar el estrellato a la vez que van ligando y conociendo chicos. Una auténtica japonesada que jamás veremos en España.
Pero tocando asuntos más “posibles” en Occidente, se puso en conocimiento de todos nuevos personajes y mecánicas para el título de lucha 2D Blazblue: Chrono Phantasma y una nueva entrega de Guilty Gear. El excéntrico y peculiar Suda 51, autor de títulos como el reciente Killer is Dead, no se pierde oportunidad alguna de demostrar su capacidad para enseñar nuevas ideas tan raras como estrambóticas.
Aparcando (al fin) su manía por el aspecto visual “emborrado” del que hacía gala No More Heroes o Shadows of the Damned, mostraba su última creación en un escueto vídeo de apenas un minuto. Lily Bergamo (PS3/PS4) se convertía en realidad. Una chica cubierta de vendas que lucha con un mecha (¡oh, un robot de combate en una creación japonesa, cuán sorprendido me hallo!), que pese a todo ha dejado un buen sabor de boca.
El toque más occidental, por llamarlo de alguna forma, lo ponían aquellos juegos cuyo apartado visual se alejaba de los grandes ojos y las emblemáticas prendas del mundo anime. Gran Turismo 6 (PS3), la esperadísima segunda entrega de las peripecias de Kat en Gravity Rush 2 (PS Vita) y el inesperado pero agradecido anuncio del nuevo Soul Sacrifice Delta (Vita) alegraron a los allí asistentes, pero más a los compradores fieles de Sony.
Los intentos por desbancar y desvirtuar la unión Nintendo-Capcom de algunas compañías como SEGA o la mismísima Namco se pudieron notar al presentar Phantasy Star Nova (Vita) y la continuación de God Eater para la “hermana mayor” de PSP. El primero de estética futurista y el segundo con entornos propios del steampunk, intentan dar caza a sus enemigos y lapidar al imparable Monster Hunter, que a pesar de nacer en Playstation 2, en los últimos años no cesa de caminar en consolas de la “Gran N”.
De tintes más oscuros y adultos se pudo disfrutar gracias a las demostraciones de Hideo Kojima y su Metal Gear Solid V, de mundo abierto, regeneración de salud automática y gráficos de vértigo. Para Xbox 360, Xbox One, Playstation 3 y 4. El dificilísimo hasta la médula Dark Souls II se volvió a mostrar para motivar a los jugadores e incentivarlos a que fallezcan una y otra vez. A los jugadores en el fondo les va el masoquismo.
Dicho en líneas generales todo lo que se podía comentar, había que reservarle un huequecillo especial a Square-Enix, antigua propietaria de la mejor saga de Rol de la historia. La madre de Final Fantasy y Dragon Quest entre otros no ha hecho sino marcarse otro de sus esperpénticos numeritos e intentos fallidos por hacerse con un público del cual, a estas alturas, prácticamente carece.
Ninguna noticia nueva del futuro Kingdom Hearts III citado en el pasado E3, una muestra visual del en absoluto deseado Lightning Returns: FF XIII y el anuncio del insospechado e impronunciable Theatrhythm FF: Curtain Call para la portátil estereoscópica, son los encargados de decepcionar con el rumbo que está llevando desde hace aproximadamente una década esta compañía grandiosa en otros tiempos.
Sumándole la confirmación de los trajes de Yuna y Aeris para Lightning (además del ya citado en este diario de Cloud Strife) y la ausencia plena de FF Type-0 para PSP, S-E se corona como batacazo de oro 2013. Así se hace campeona. Ahora a por el del 2014.
En líneas generales mis queridos lectores, se han proclamado y mostrado títulos para todos los gustos y plataformas. A excepción de Xbox One que sólo contó con Crimson Dragon –seguidor espiritual de Panzer Dragoon- y Wii U que enseñó algo más del inminente Sonic: Lost World, que a todo esto llegará doblado al castellano a nuestro país.
Se ha visto especialmente beneficiada con todo esto PS Vita, una portátil que estaba pidiendo sustrato a gritos y que Sony, ya era hora, se ha encargado de insuflarle. PS3 también ha recibido una buena tajada de juegos pre-despedida de generación, algo que no se puede decir de PS4, en una clara demostración japonesa de la ausencia total de nerviosismo por conseguir las consolas venideras. De Xbox 360 y One se habló más bien poco al ser de Microsoft, una compañía occidental. Y si de algo pecan los japoneses, es de ser muy suyos. Por y para ellos. Si ya se lo decía yo.
Si lo desea, puede compartir este contenido: A pesar de las dificultades en esta edición por conseguir cualquier atisbo de algo parecido a información, suceso que no tuvo lugar en la edición del año pasado, donde la mayoría de los medios especializados se hicieron eco profundamente del mismo, hay que decir desde un primer momento se han presentado más y mejores títulos que en 2012. Quizás demasiados para que se conglomeren en estas escuetas líneas que les presentamos. Se hará lo que se pueda. Eso sí, advertimos que esta feria, para los desconocedores plenos de las características de tal encuentro, está enfocada casi en su totalidad al público del Sol Naciente. Por y para japoneses. Dicho queda.
Los juegos basados en grandes éxitos del mundo manga no podían faltar ni por asomo, así pues las desarrolladoras se han esforzado por traer a tiempo algún que otro tráiler y demos jugables de entregas como Madoka Mágica para PS Vita o el encuentro familiar que supone J-Stars Victory (PS3, Vita), donde personajes de la talla de Son Goku, Ichigo o Naruto Uzumaki compiten entre sí en entornos excesivamente realistas –en especial si nos paramos a ver el estilo visual al que nos tienen acostumbrados estos cómics- para ver quién es el mejor luchador.
La cosa continúa con más batallas porque el último furor anime debía tener una adaptación en consolas: Shingeki no Kyojin, la creación de Hajime Isayama donde una legión de soldados deben proteger el último vestigio de una humanidad atacada por titanes, aparecerá en Nintendo 3DS.
Alejándonos de los mangas pero no de su estética, tenemos el peculiar Idolm@ster (PS3/PS4), donde unas cantantes virtuales deben alcanzar el estrellato a la vez que van ligando y conociendo chicos. Una auténtica japonesada que jamás veremos en España.
Pero tocando asuntos más “posibles” en Occidente, se puso en conocimiento de todos nuevos personajes y mecánicas para el título de lucha 2D Blazblue: Chrono Phantasma y una nueva entrega de Guilty Gear. El excéntrico y peculiar Suda 51, autor de títulos como el reciente Killer is Dead, no se pierde oportunidad alguna de demostrar su capacidad para enseñar nuevas ideas tan raras como estrambóticas.
Aparcando (al fin) su manía por el aspecto visual “emborrado” del que hacía gala No More Heroes o Shadows of the Damned, mostraba su última creación en un escueto vídeo de apenas un minuto. Lily Bergamo (PS3/PS4) se convertía en realidad. Una chica cubierta de vendas que lucha con un mecha (¡oh, un robot de combate en una creación japonesa, cuán sorprendido me hallo!), que pese a todo ha dejado un buen sabor de boca.
El toque más occidental, por llamarlo de alguna forma, lo ponían aquellos juegos cuyo apartado visual se alejaba de los grandes ojos y las emblemáticas prendas del mundo anime. Gran Turismo 6 (PS3), la esperadísima segunda entrega de las peripecias de Kat en Gravity Rush 2 (PS Vita) y el inesperado pero agradecido anuncio del nuevo Soul Sacrifice Delta (Vita) alegraron a los allí asistentes, pero más a los compradores fieles de Sony.
Los intentos por desbancar y desvirtuar la unión Nintendo-Capcom de algunas compañías como SEGA o la mismísima Namco se pudieron notar al presentar Phantasy Star Nova (Vita) y la continuación de God Eater para la “hermana mayor” de PSP. El primero de estética futurista y el segundo con entornos propios del steampunk, intentan dar caza a sus enemigos y lapidar al imparable Monster Hunter, que a pesar de nacer en Playstation 2, en los últimos años no cesa de caminar en consolas de la “Gran N”.
De tintes más oscuros y adultos se pudo disfrutar gracias a las demostraciones de Hideo Kojima y su Metal Gear Solid V, de mundo abierto, regeneración de salud automática y gráficos de vértigo. Para Xbox 360, Xbox One, Playstation 3 y 4. El dificilísimo hasta la médula Dark Souls II se volvió a mostrar para motivar a los jugadores e incentivarlos a que fallezcan una y otra vez. A los jugadores en el fondo les va el masoquismo.
Dicho en líneas generales todo lo que se podía comentar, había que reservarle un huequecillo especial a Square-Enix, antigua propietaria de la mejor saga de Rol de la historia. La madre de Final Fantasy y Dragon Quest entre otros no ha hecho sino marcarse otro de sus esperpénticos numeritos e intentos fallidos por hacerse con un público del cual, a estas alturas, prácticamente carece.
Ninguna noticia nueva del futuro Kingdom Hearts III citado en el pasado E3, una muestra visual del en absoluto deseado Lightning Returns: FF XIII y el anuncio del insospechado e impronunciable Theatrhythm FF: Curtain Call para la portátil estereoscópica, son los encargados de decepcionar con el rumbo que está llevando desde hace aproximadamente una década esta compañía grandiosa en otros tiempos.
Sumándole la confirmación de los trajes de Yuna y Aeris para Lightning (además del ya citado en este diario de Cloud Strife) y la ausencia plena de FF Type-0 para PSP, S-E se corona como batacazo de oro 2013. Así se hace campeona. Ahora a por el del 2014.
En líneas generales mis queridos lectores, se han proclamado y mostrado títulos para todos los gustos y plataformas. A excepción de Xbox One que sólo contó con Crimson Dragon –seguidor espiritual de Panzer Dragoon- y Wii U que enseñó algo más del inminente Sonic: Lost World, que a todo esto llegará doblado al castellano a nuestro país.
Se ha visto especialmente beneficiada con todo esto PS Vita, una portátil que estaba pidiendo sustrato a gritos y que Sony, ya era hora, se ha encargado de insuflarle. PS3 también ha recibido una buena tajada de juegos pre-despedida de generación, algo que no se puede decir de PS4, en una clara demostración japonesa de la ausencia total de nerviosismo por conseguir las consolas venideras. De Xbox 360 y One se habló más bien poco al ser de Microsoft, una compañía occidental. Y si de algo pecan los japoneses, es de ser muy suyos. Por y para ellos. Si ya se lo decía yo.
SALVADOR BELIZÓN / REDACCIÓN
