El mundo del anime es muy amplio y hay series para todos los gustos. Pero el problema principal es que casi todo está inventado. En muchas ocasiones vemos repetirse los mismos clichés una y otra vez, algo que al espectador experimentado apenas le sorprende. Pero puede haber honrosas excepciones. ¿Qué pasa si cogemos un género cliché y le damos una vuelta de tuerca inesperada? Que puede convertirse en uno de los animes más destacados y con más éxitos del Japón. Hablamos de Mahou Shoujo Madoka Magica.
Mahou Shoujo Madoka Magica, también llamada Puella Magi Madoka Mágica (en adelante, Madoka) comenzó a emitirse en enero de 2011. Es una serie anime realizada expresamente para el mercado televisivo y consta de 12 capítulos. Está dirigida por Akiyuki Shinbo y escrita por Gen Urobuchi, con diseños de personajes de Ume Aoki y producida por el prestigioso estudio Shaft. Esta serie ha llegado a España y está licenciada por Selecta Visión.
Madoka es un anime encuadrado en el género Magical Girl, un elemento que debemos tener en cuenta a la hora de entender la gran novedad que supone. En general, la temática Magical Girl es un cliché bastante conocido y trillado. Como ya se mencionó en otro artículo de esta sección, el género trata de chicas jóvenes con poderes que se transforman, usan objetos mágicos, luchan contra el mal para salvar el mundo y tienen alguna mascota que las ayuda y aconseja. Ejemplos comunes de este género son Sailor Moon o Sakura Cazadora de Cartas.
El argumento de Madoka se centra en una jovencita de secundaria de buen corazón, llamada Madoka Kaname. Un día, un animalito con forma de gato llamado Kyubey se presenta ante ella y le ofrece realizar un contrato. A cambio de convertirse en una Magical Girl y luchar contra las fuerzas del mal, en este caso las malvadas brujas, él le concederá un deseo.
A partir de ahí se desencadenan una serie de acontecimientos en relación con las brujas en los que Madoka y su amiga Miki Sayaka se verán involucradas. Por el camino conocerán a otras magical girls, como la experimentada Tomoe Mami y la misteriosa Homura Akemi. Hasta ahí el argumento, que podría parecer “simple”, se encuadra perfectamente en el género de chicas mágicas.
Pero en Madoka nos damos cuenta de que nada es lo que parece. La trama de la historia empieza a complicarse. La atmósfera que en un principio es alegre y divertida propia de un anime de chicas mágicas, se vuelve por momentos oscura y opresora. Los créditos del principio de la obra (opening) lo presagian cuando aparece una Madoka envuelta en lágrimas. Esa oscuridad y dura realidad queda confirmada con la aparición de los créditos finales (ending) que le dan la última puntilla.
Las protagonistas empiezan a plantearse qué está bien y qué está mal, para acabar dándose cuenta de que ser una Magical Girl no es algo tan bonito como podía parecer. En Madoka se nos muestra la otra cara de ser una chica mágica. No es todo altruismo. Es la lucha por la supervivencia a un cruel destino y cada joven librará sus propias batallas por un motivo concreto. Incluso la adorable mascota Kyubey oculta un secreto crucial para las protagonistas.
Además de la densa trama, las peculiaridades de la serie Madoka vienen dadas en gran medida por su estética, gracias al estudio que la produce, Shaft, que se encarga de dar siempre su sello propio. Crea obras diferentes en las que se le da gran importancia a la presentación visual, planos y perspectivas extrañas, fondos geométricos y vanguardistas, creando animes de apariencia compleja que se salen de lo común.
En este tipo de peculiares y extraños espacios se desarrolla Madoka. Es importante destacar los escenarios recreados cuando aparecen las brujas, totalmente surrealistas al más puro estilo de Dalí. Un dato curioso es que un capítulo aparece incluso el Guernica de Picasso.
Por contrastes, el estilo de diseño de los personajes es aniñado, algo infantil. Chicas monas de ojos grandes y un peculiar coloreado. Algo que se le ha criticado mucho a la serie debido al trasfondo maduro de la trama, pero que creo cumple perfectamente su función: sorprender y crear unas expectativas a priori, que quedan totalmente obsoletas tras el visionado de la serie.
Además del interesante apartado gráfico, el elemento musical de la serie es sublime. La banda sonora está compuesta por Yuki Kajiura y nos ofrece melodías dulces, piezas corales místicas e incluso potentes melodías de corte árabe algo tenebrosas, que acompañan perfectamente a la historia.
Mahou Shoujo Madoka Magica es una serie que ha roto esquemas en Japón debido a su originalidad y que ha revolucionado el mercado del anime, a pesar de su reciente salida. Una serie que, a la larga, podría convertirse en un clásico de culto.
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Madoka es un anime encuadrado en el género Magical Girl, un elemento que debemos tener en cuenta a la hora de entender la gran novedad que supone. En general, la temática Magical Girl es un cliché bastante conocido y trillado. Como ya se mencionó en otro artículo de esta sección, el género trata de chicas jóvenes con poderes que se transforman, usan objetos mágicos, luchan contra el mal para salvar el mundo y tienen alguna mascota que las ayuda y aconseja. Ejemplos comunes de este género son Sailor Moon o Sakura Cazadora de Cartas.
El argumento de Madoka se centra en una jovencita de secundaria de buen corazón, llamada Madoka Kaname. Un día, un animalito con forma de gato llamado Kyubey se presenta ante ella y le ofrece realizar un contrato. A cambio de convertirse en una Magical Girl y luchar contra las fuerzas del mal, en este caso las malvadas brujas, él le concederá un deseo.
A partir de ahí se desencadenan una serie de acontecimientos en relación con las brujas en los que Madoka y su amiga Miki Sayaka se verán involucradas. Por el camino conocerán a otras magical girls, como la experimentada Tomoe Mami y la misteriosa Homura Akemi. Hasta ahí el argumento, que podría parecer “simple”, se encuadra perfectamente en el género de chicas mágicas.
Pero en Madoka nos damos cuenta de que nada es lo que parece. La trama de la historia empieza a complicarse. La atmósfera que en un principio es alegre y divertida propia de un anime de chicas mágicas, se vuelve por momentos oscura y opresora. Los créditos del principio de la obra (opening) lo presagian cuando aparece una Madoka envuelta en lágrimas. Esa oscuridad y dura realidad queda confirmada con la aparición de los créditos finales (ending) que le dan la última puntilla.
Las protagonistas empiezan a plantearse qué está bien y qué está mal, para acabar dándose cuenta de que ser una Magical Girl no es algo tan bonito como podía parecer. En Madoka se nos muestra la otra cara de ser una chica mágica. No es todo altruismo. Es la lucha por la supervivencia a un cruel destino y cada joven librará sus propias batallas por un motivo concreto. Incluso la adorable mascota Kyubey oculta un secreto crucial para las protagonistas.
Además de la densa trama, las peculiaridades de la serie Madoka vienen dadas en gran medida por su estética, gracias al estudio que la produce, Shaft, que se encarga de dar siempre su sello propio. Crea obras diferentes en las que se le da gran importancia a la presentación visual, planos y perspectivas extrañas, fondos geométricos y vanguardistas, creando animes de apariencia compleja que se salen de lo común.
En este tipo de peculiares y extraños espacios se desarrolla Madoka. Es importante destacar los escenarios recreados cuando aparecen las brujas, totalmente surrealistas al más puro estilo de Dalí. Un dato curioso es que un capítulo aparece incluso el Guernica de Picasso.
Por contrastes, el estilo de diseño de los personajes es aniñado, algo infantil. Chicas monas de ojos grandes y un peculiar coloreado. Algo que se le ha criticado mucho a la serie debido al trasfondo maduro de la trama, pero que creo cumple perfectamente su función: sorprender y crear unas expectativas a priori, que quedan totalmente obsoletas tras el visionado de la serie.
Además del interesante apartado gráfico, el elemento musical de la serie es sublime. La banda sonora está compuesta por Yuki Kajiura y nos ofrece melodías dulces, piezas corales místicas e incluso potentes melodías de corte árabe algo tenebrosas, que acompañan perfectamente a la historia.
Mahou Shoujo Madoka Magica es una serie que ha roto esquemas en Japón debido a su originalidad y que ha revolucionado el mercado del anime, a pesar de su reciente salida. Una serie que, a la larga, podría convertirse en un clásico de culto.
SARA B. PATRÓN / REDACCIÓN