Cuando se habla del género de misterio, de investigaciones o de asesinatos, siempre se nos viene a la mente un nombre clave de la literatura: Sherlock Holmes, de Sir Arthur Conan Doyle. Pero, ¿qué habría hecho el señor Holmes ante un caso sobrenatural de asesinatos causados por un cuaderno de la muerte? ¿Y si alguien se proclamara Dios del mundo y se dedicara a impartir “justicia” usando ese método? ¿Quién sería capaz de detenerlo? Estos datos forman parte de la trama de uno de los mangas más destacados del género detectivesco. Hablamos de la obra de Tsugumi Oba y Takeshi Obata que lleva por título Death Note.
Al igual que su manga, el escritor de la historia, Tsugumi Oba, está envuelto en un halo de misterio. Usa un pseudónimo, nunca ha sido visto en público y se dirige a la prensa mediante comunicados. No se sabe con seguridad su nombre real, del que hay multitud de bulos e, incluso, se ha llegado a considerar que el autor sea una mujer. De lo poco que se conoce es que es de Tokio y le gustan los dulces, además de que podría haber usado su personalidad para crear al famoso detective L, coprotagonista de Death Note.
Takeshi Obata se encarga de dibujar el manga. Nacido en la provincia de Niigata, Japón, suele trabajar como mangaka para escritores, como en este caso, que se asocia con Oba para Death Note y su otra obra juntos, Bakuman. En 2003 ganó el Premio Tezuka a la serie más prometedora del año con su manga Hikaru no Go.
La serie Death Note se basa en un one-shot o historia corta, publicada por la revista Shonen Jump. El manga comenzó a salir en 2003 por la revista mencionada, de la editorial Shueisha y finalizó en 2006 con 13 tomos.
Death Note nos cuenta la historia de Yagami Light, un joven muy inteligente, que un día yendo al instituto encuentra una libreta negra, con las letras “death note” escritas en ella. Este cuaderno pertenecía a Ryuk, una entidad sobrenatural llamada “Shinigami” o Dios de la Muerte.
La Death Note tiene el poder de matar a la persona cuyo nombre se escriba en el cuaderno, mientras que se conozca el rostro de la misma. En base a eso, Ligth, con un sentido de la justicia muy particular, se dedicará a juzgar y purgar Japón de los criminales en secreto.
Sus fans lo proclaman como Kira, el dios salvador, pero también tendrá sus detractores, entre ellos, la Policía y uno de los investigadores más afamados, L. La historia se centrará en la lucha de Kira contra L y quién conseguirá acabar con el otro.
Este manga/anime es una obra muy compleja y trabajada, con multitud de significaciones y simbologías. Se nos plantean en todo momento dilemas de lo más shakesperianos, en los que se trata la naturaleza inherente del ser humano, la muerte, la traición, el amor o la venganza, narradas en las obras del autor inglés.
Un ejemplo podría ser el comienzo de la historia, en el que el protagonista, Light, recoge el cuaderno de la muerte tirado por el shinigami, un paralelismo curioso con Hamlet, que también es visitado por un ente sobrenatural en la obra con intenciones de buscar venganza.
Por supuesto, otro tema recurrente es el de la moral y la justicia, que hace al espectador preguntarse en todo momento qué es el bien o el mal de esta historia, con la duda de si considerar a Kira como un asesino o un salvador. Con sorpresa se descubre que no todo es blanco o negro, habiendo una gran escala de grises, que el espectador va descubriendo por sí mismo.
También podemos ver temáticas bíblicas muy recurrentes como la de la manzana de Adán y Eva, que podría representarse como el pecado y, a la vez, el poder divino que le es encomendado a Light en forma de libreta. Y multitud de detalles más, que quedan a la imaginación y conocimiento del espectador.
En cuanto al aspecto gráfico, Takeshi Obata hace un gran trabajo. Dibujos realistas, trabajados, reflejándose hasta el último detalle de las vestimentas o del cabello de los protagonistas. Se centra en muchas ocasiones en primerísimos primeros planos de los ojos de los protagonistas, que le dan mayor expresividad a las escenas.
La serie tuvo un anime realizado por Madhouse que contó con 37 episodios, tres películas de imagen real, también llamadas Live Action, libros e incluso videojuegos para Nintendo DS. En resumen, para todo aquel que le guste el género detectivesco, este manga/anime es idóneo para su visionado. Una trama interesante que hace reflexionar, personajes complejos y atrapantes, elementos que hacen de Death Note una gran obra.
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Takeshi Obata se encarga de dibujar el manga. Nacido en la provincia de Niigata, Japón, suele trabajar como mangaka para escritores, como en este caso, que se asocia con Oba para Death Note y su otra obra juntos, Bakuman. En 2003 ganó el Premio Tezuka a la serie más prometedora del año con su manga Hikaru no Go.
La serie Death Note se basa en un one-shot o historia corta, publicada por la revista Shonen Jump. El manga comenzó a salir en 2003 por la revista mencionada, de la editorial Shueisha y finalizó en 2006 con 13 tomos.
Death Note nos cuenta la historia de Yagami Light, un joven muy inteligente, que un día yendo al instituto encuentra una libreta negra, con las letras “death note” escritas en ella. Este cuaderno pertenecía a Ryuk, una entidad sobrenatural llamada “Shinigami” o Dios de la Muerte.
La Death Note tiene el poder de matar a la persona cuyo nombre se escriba en el cuaderno, mientras que se conozca el rostro de la misma. En base a eso, Ligth, con un sentido de la justicia muy particular, se dedicará a juzgar y purgar Japón de los criminales en secreto.
Sus fans lo proclaman como Kira, el dios salvador, pero también tendrá sus detractores, entre ellos, la Policía y uno de los investigadores más afamados, L. La historia se centrará en la lucha de Kira contra L y quién conseguirá acabar con el otro.
Este manga/anime es una obra muy compleja y trabajada, con multitud de significaciones y simbologías. Se nos plantean en todo momento dilemas de lo más shakesperianos, en los que se trata la naturaleza inherente del ser humano, la muerte, la traición, el amor o la venganza, narradas en las obras del autor inglés.
Un ejemplo podría ser el comienzo de la historia, en el que el protagonista, Light, recoge el cuaderno de la muerte tirado por el shinigami, un paralelismo curioso con Hamlet, que también es visitado por un ente sobrenatural en la obra con intenciones de buscar venganza.
Por supuesto, otro tema recurrente es el de la moral y la justicia, que hace al espectador preguntarse en todo momento qué es el bien o el mal de esta historia, con la duda de si considerar a Kira como un asesino o un salvador. Con sorpresa se descubre que no todo es blanco o negro, habiendo una gran escala de grises, que el espectador va descubriendo por sí mismo.
También podemos ver temáticas bíblicas muy recurrentes como la de la manzana de Adán y Eva, que podría representarse como el pecado y, a la vez, el poder divino que le es encomendado a Light en forma de libreta. Y multitud de detalles más, que quedan a la imaginación y conocimiento del espectador.
En cuanto al aspecto gráfico, Takeshi Obata hace un gran trabajo. Dibujos realistas, trabajados, reflejándose hasta el último detalle de las vestimentas o del cabello de los protagonistas. Se centra en muchas ocasiones en primerísimos primeros planos de los ojos de los protagonistas, que le dan mayor expresividad a las escenas.
La serie tuvo un anime realizado por Madhouse que contó con 37 episodios, tres películas de imagen real, también llamadas Live Action, libros e incluso videojuegos para Nintendo DS. En resumen, para todo aquel que le guste el género detectivesco, este manga/anime es idóneo para su visionado. Una trama interesante que hace reflexionar, personajes complejos y atrapantes, elementos que hacen de Death Note una gran obra.
SARA B. PATRÓN / REDACCIÓN