José Manuel Cordero Alcocer es el presidente de la Federación Nazarena de Comerciantes (FENACO) de Dos Hermanas desde febrero de 2003. Fundada por el actual presidente junto a otros socios, esta Federación inició su labor de “asesoramiento y protección” al pequeño comercio nazareno en mayo de 2001, labor que sigue aún sigue vigente.
En sus inicios en 2001, ¿cuántos comercios constituían la Federación y cuántos son a fecha de hoy?
FENACO comenzó con unos 380 comercios asociados y en los últimos cinco años se ha perdido una masa social de unos 100 socios (establecimientos), los cuales han sido, en su mayoría, por cierre. Por este motivo, estamos en una situación en la que no sabemos qué hacer. La economía está como está. Se sabe perfectamente que las tiendas están abiertas pero no entra nadie. La gente está recelosa de gastar. Mientras que no cambie un poquito el panorama, aguantaremos el tirón, quien lo pueda aguantar, claro.
¿Qué papel encarna FENACO en Dos Hermanas, cuál es su principal objetivo y cómo es conocido por los nazarenos?
FENACO es bastante conocido. Todo el que es de la ciudad, incluso de fuera también, conoce la entidad. FENACO es un representante local del comercio asociado y no asociado, y de las pymes nazarenas. Nuestra labor es la de asesorar, representar, hacer campañas publicitarias y, en definitiva, apoyar en todo lo que el comercio nazareno necesite.
¿Qué tipo de campañas publicitarias acogéis?
Ahora se está haciendo poca labor publicitaria. Nosotros siempre hemos pedido varias subvenciones a la Junta de Andalucía para el tema publicitario y las hemos hecho. Cuando se hace cualquier campaña publicitaria, se hace enfocándolas hacia la economía local, siempre buscando ese beneficio. Por ejemplo, hicimos una campaña publicitaria que llevaba por eslogan “vive en Dos Hermanas, compra en tu ciudad”. Para nosotros lo importante es que se compre en Dos Hermanas, que se quede aquí el dinero. Porque tengo una información que dice que el 37% del producto interior bruto se gasta en Sevilla, y eso se debe de quedar aquí. Una de cada tres personas hace el gasto en Sevilla.
¿Y a qué cree que es debido?
Por dos motivos: el primero por la cercanía. Sevilla, para lo bueno y para lo malo, está muy cerca y en diez minutos la gente llega. Y luego también porque tienen un horario un poquito más amplio que nosotros, abren también el sábado por la tarde en algunos casos. Aquí llevamos algún tiempo intentándolo, se hacen campañas para que se abra, pero de momento no se ha conseguido. Por lo demás estamos igual: de precio, de calidad, de servicio… Es decir, Dos Hermanas no tiene nada que envidiarle a ningún centro comercial. En nuestra localidad, aunque se dice que no, hay de todo y a buen precio. No hace falta trasladarse a ningún sitio, aquí han abierto grandes cadenas que ofrecen productos para todos.
Al hilo de la comparación con un centro comercial, desde hace tiempo circula el concepto de Centro Comercial Abierto en el municipio. ¿Podría explicarnos qué es exactamente ese proyecto?
El Centro Comercial Abierto es una figura que crea la Junta de Andalucía en 2003, que casi siempre coincide con los centros históricos de las localidades y se hace de forma que ese centro histórico sea un lugar comercial abierto, en vez de cerrado como cualquier gran superficie. En éste participan los poderes públicos, la banca y los establecimientos asociados. Aquí en Dos Hermanas nunca lo hemos hecho por una sencilla razón: proponer el centro comercial abierto hace que una serie de comercios se quede fuera, ya que incluye sólo el centro histórico y la calle San Sebastián. Hay otras dos asociaciones de comerciantes que componen FENACO que son calle Cristo de la Veracruz y la avenida de Reyes Católicos que quedarían fuera del centro comercial abierto por no estar geográficamente situadas en el centro histórico de Dos Hermanas. Por este motivo no estuvimos de acuerdo y no llevamos a cabo el proyecto. No podemos permitirnos tener socios que queden excluidos y tampoco podemos permitirnos pagar 30.000 euros de una gerencia para el proyecto –uno de los preceptos acogidos por la Junta de Andalucía para ponerlo en funcionamiento-.
A lo largo de los diez años que lleva en el cargo, ¿cuál es la situación más complicada que se ha encontrado desde la presidencia?
Aquí siempre hay mucho movimiento; sobre todo, viene mucha gente pidiendo información: asesoramiento, consulta, etc. Uno de los más complejos fue la llegada a la presidencia, pero, por lo demás, sin problemas. Todos los cargos son altruistas, no se cobra nada y tengo la conciencia tranquila de que lo hago lo mejor que sé y lo mejor que puedo, porque no soy profesional de esto, sino que lo hago de buena voluntad. Por lo demás, se hace lo que se puede y, lo que no se puede, también se intenta. Lo fundamental desde aquí es que por lo menos Dos Hermanas crezca comercial y financieramente hablando, claro. La pena es la coyuntura que tenemos en los últimos cinco años. Está claro que no es Dos Hermanas sólo, sino que es mundial y sobre todo España y también Andalucía. Todo aquel que tiene un alquiler alto tiene que cerrar, sencillamente porque no se vende.
Hace unas semanas publicamos en ‘Dos Hermanas Diario Digital’ varios casos de hurtos producidos últimamente en gasolineras de la localidad. Desde su posición, ¿qué remedio o consejo podría dar a los comerciantes en materia de prevención de estos casos?
Quitar el hurto y el robo en Dos Hermanas es casi difícil, pero sí os voy a dar una noticia: en las últimas siete campañas de Navidad, que es donde más se mueve la gente, no se ha producido ningún hecho delictivo en Dos Hermanas, solamente un caso de robo el año pasado. He de decir que contamos con la presencia policial diariamente en las calles comerciales de la localidad, puestas por el nuevo comisario a petición de FENACO. Existen patrullas andando por la zona comercial durante todo el año, haciendo especial hincapié en los horarios de apertura y cierre de los negocios.
Uno de los temas obligados que vamos escuchando cada día a lo largo de los últimos cinco años es la crisis económica que nos envuelve. Sabemos, además, que en Dos Hermanas casi a diario nos vamos encontrando comercios cerrados.
La asociación lo único que puede hacer en este caso es rezar para que haya trabajo. Si tú tienes trabajo, gastas. Si tú no tienes trabajo, te reservas. Es decir, lo fundamental es que haya trabajo, pero los índices del paro dicen otra cosa. En Dos Hermanas dos de los pilares que sustentaban era la aceituna y el ladrillo, y desgraciadamente se han acabado. La industria que hay no absorbe el paro que se estaba creando desde la construcción. ¿Qué solución tiene eso? Pues es difícil. De cualquier forma, es verdad que se están cerrando muchos negocios, pero se están cerrando aquellos que se han abierto hace poco tiempo. Estas personas que inician nuevos negocios con más fe que sabiduría, lo han hecho porque se han quedado paradas y ven en ello una alternativa. Hoy en día no se puede abrir un negocio sin saber. Si nos damos cuenta, los comercios de toda la vida siguen abiertos. En cambio, los que se han iniciado en los últimos cinco años han ido montándose con unos alquileres altísimos y sin conocer ni hacer unos estudios previos de mercado. Es decir, yo me he quedado parado, tengo ocho o diez millones –de pesetas-, que me ha dado la fábrica y monto lo que sea. Eso se hacía hace 30 años. Se montaba un negocio de lo que sea y como no había competencia, tú tirabas para adelante, por muy mal que fuera o por poco que se conociera el negocio. Pero hoy no se puede hacer puesto que la competencia no te lo permite. Por ejemplo, antes de la crisis, ¿cuántas inmobiliarias había? Sólo en Dos Hermanas había 73. Lo que no se puede decir es que como a ti te va bien, yo monto otra. Eso no es posible.
¿Alguna solución desde la Federación?
Hoy para trabajar, hay que ser profesional y, para ello, hay que trabajar en regla. Es necesario que cobres tu producto porque si no lo cobras, no lo puedes mantener. Antiguamente no eran necesarios tantos requisitos para abrir un negocio y podías planteártelo con los gastos mínimos. Hoy no es viable. No puedes pagar 1.500 euros por un alquiler porque el mercado no te lo permite. También, por otro lado, tiene que tener presente el dueño del local que lo que pedía hace 10 años por un alquiler, hoy no lo puede pedir, ni siquiera la cuarta parte. Aquí todo el mundo tiene que ceder y mantener un equilibrio.
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En sus inicios en 2001, ¿cuántos comercios constituían la Federación y cuántos son a fecha de hoy?
FENACO comenzó con unos 380 comercios asociados y en los últimos cinco años se ha perdido una masa social de unos 100 socios (establecimientos), los cuales han sido, en su mayoría, por cierre. Por este motivo, estamos en una situación en la que no sabemos qué hacer. La economía está como está. Se sabe perfectamente que las tiendas están abiertas pero no entra nadie. La gente está recelosa de gastar. Mientras que no cambie un poquito el panorama, aguantaremos el tirón, quien lo pueda aguantar, claro.
¿Qué papel encarna FENACO en Dos Hermanas, cuál es su principal objetivo y cómo es conocido por los nazarenos?
FENACO es bastante conocido. Todo el que es de la ciudad, incluso de fuera también, conoce la entidad. FENACO es un representante local del comercio asociado y no asociado, y de las pymes nazarenas. Nuestra labor es la de asesorar, representar, hacer campañas publicitarias y, en definitiva, apoyar en todo lo que el comercio nazareno necesite.
¿Qué tipo de campañas publicitarias acogéis?
Ahora se está haciendo poca labor publicitaria. Nosotros siempre hemos pedido varias subvenciones a la Junta de Andalucía para el tema publicitario y las hemos hecho. Cuando se hace cualquier campaña publicitaria, se hace enfocándolas hacia la economía local, siempre buscando ese beneficio. Por ejemplo, hicimos una campaña publicitaria que llevaba por eslogan “vive en Dos Hermanas, compra en tu ciudad”. Para nosotros lo importante es que se compre en Dos Hermanas, que se quede aquí el dinero. Porque tengo una información que dice que el 37% del producto interior bruto se gasta en Sevilla, y eso se debe de quedar aquí. Una de cada tres personas hace el gasto en Sevilla.
¿Y a qué cree que es debido?
Por dos motivos: el primero por la cercanía. Sevilla, para lo bueno y para lo malo, está muy cerca y en diez minutos la gente llega. Y luego también porque tienen un horario un poquito más amplio que nosotros, abren también el sábado por la tarde en algunos casos. Aquí llevamos algún tiempo intentándolo, se hacen campañas para que se abra, pero de momento no se ha conseguido. Por lo demás estamos igual: de precio, de calidad, de servicio… Es decir, Dos Hermanas no tiene nada que envidiarle a ningún centro comercial. En nuestra localidad, aunque se dice que no, hay de todo y a buen precio. No hace falta trasladarse a ningún sitio, aquí han abierto grandes cadenas que ofrecen productos para todos.
Al hilo de la comparación con un centro comercial, desde hace tiempo circula el concepto de Centro Comercial Abierto en el municipio. ¿Podría explicarnos qué es exactamente ese proyecto?
El Centro Comercial Abierto es una figura que crea la Junta de Andalucía en 2003, que casi siempre coincide con los centros históricos de las localidades y se hace de forma que ese centro histórico sea un lugar comercial abierto, en vez de cerrado como cualquier gran superficie. En éste participan los poderes públicos, la banca y los establecimientos asociados. Aquí en Dos Hermanas nunca lo hemos hecho por una sencilla razón: proponer el centro comercial abierto hace que una serie de comercios se quede fuera, ya que incluye sólo el centro histórico y la calle San Sebastián. Hay otras dos asociaciones de comerciantes que componen FENACO que son calle Cristo de la Veracruz y la avenida de Reyes Católicos que quedarían fuera del centro comercial abierto por no estar geográficamente situadas en el centro histórico de Dos Hermanas. Por este motivo no estuvimos de acuerdo y no llevamos a cabo el proyecto. No podemos permitirnos tener socios que queden excluidos y tampoco podemos permitirnos pagar 30.000 euros de una gerencia para el proyecto –uno de los preceptos acogidos por la Junta de Andalucía para ponerlo en funcionamiento-.
A lo largo de los diez años que lleva en el cargo, ¿cuál es la situación más complicada que se ha encontrado desde la presidencia?
Aquí siempre hay mucho movimiento; sobre todo, viene mucha gente pidiendo información: asesoramiento, consulta, etc. Uno de los más complejos fue la llegada a la presidencia, pero, por lo demás, sin problemas. Todos los cargos son altruistas, no se cobra nada y tengo la conciencia tranquila de que lo hago lo mejor que sé y lo mejor que puedo, porque no soy profesional de esto, sino que lo hago de buena voluntad. Por lo demás, se hace lo que se puede y, lo que no se puede, también se intenta. Lo fundamental desde aquí es que por lo menos Dos Hermanas crezca comercial y financieramente hablando, claro. La pena es la coyuntura que tenemos en los últimos cinco años. Está claro que no es Dos Hermanas sólo, sino que es mundial y sobre todo España y también Andalucía. Todo aquel que tiene un alquiler alto tiene que cerrar, sencillamente porque no se vende.
Hace unas semanas publicamos en ‘Dos Hermanas Diario Digital’ varios casos de hurtos producidos últimamente en gasolineras de la localidad. Desde su posición, ¿qué remedio o consejo podría dar a los comerciantes en materia de prevención de estos casos?
Quitar el hurto y el robo en Dos Hermanas es casi difícil, pero sí os voy a dar una noticia: en las últimas siete campañas de Navidad, que es donde más se mueve la gente, no se ha producido ningún hecho delictivo en Dos Hermanas, solamente un caso de robo el año pasado. He de decir que contamos con la presencia policial diariamente en las calles comerciales de la localidad, puestas por el nuevo comisario a petición de FENACO. Existen patrullas andando por la zona comercial durante todo el año, haciendo especial hincapié en los horarios de apertura y cierre de los negocios.
Uno de los temas obligados que vamos escuchando cada día a lo largo de los últimos cinco años es la crisis económica que nos envuelve. Sabemos, además, que en Dos Hermanas casi a diario nos vamos encontrando comercios cerrados.
La asociación lo único que puede hacer en este caso es rezar para que haya trabajo. Si tú tienes trabajo, gastas. Si tú no tienes trabajo, te reservas. Es decir, lo fundamental es que haya trabajo, pero los índices del paro dicen otra cosa. En Dos Hermanas dos de los pilares que sustentaban era la aceituna y el ladrillo, y desgraciadamente se han acabado. La industria que hay no absorbe el paro que se estaba creando desde la construcción. ¿Qué solución tiene eso? Pues es difícil. De cualquier forma, es verdad que se están cerrando muchos negocios, pero se están cerrando aquellos que se han abierto hace poco tiempo. Estas personas que inician nuevos negocios con más fe que sabiduría, lo han hecho porque se han quedado paradas y ven en ello una alternativa. Hoy en día no se puede abrir un negocio sin saber. Si nos damos cuenta, los comercios de toda la vida siguen abiertos. En cambio, los que se han iniciado en los últimos cinco años han ido montándose con unos alquileres altísimos y sin conocer ni hacer unos estudios previos de mercado. Es decir, yo me he quedado parado, tengo ocho o diez millones –de pesetas-, que me ha dado la fábrica y monto lo que sea. Eso se hacía hace 30 años. Se montaba un negocio de lo que sea y como no había competencia, tú tirabas para adelante, por muy mal que fuera o por poco que se conociera el negocio. Pero hoy no se puede hacer puesto que la competencia no te lo permite. Por ejemplo, antes de la crisis, ¿cuántas inmobiliarias había? Sólo en Dos Hermanas había 73. Lo que no se puede decir es que como a ti te va bien, yo monto otra. Eso no es posible.
¿Alguna solución desde la Federación?
Hoy para trabajar, hay que ser profesional y, para ello, hay que trabajar en regla. Es necesario que cobres tu producto porque si no lo cobras, no lo puedes mantener. Antiguamente no eran necesarios tantos requisitos para abrir un negocio y podías planteártelo con los gastos mínimos. Hoy no es viable. No puedes pagar 1.500 euros por un alquiler porque el mercado no te lo permite. También, por otro lado, tiene que tener presente el dueño del local que lo que pedía hace 10 años por un alquiler, hoy no lo puede pedir, ni siquiera la cuarta parte. Aquí todo el mundo tiene que ceder y mantener un equilibrio.
PATRICIA MANZANO / REDACCIÓN