Yo no quería hablar de lo que ha dicho en entrevista esa aventurera danesa, Corinna, a la que –como en el fondo somos unos horteras- nos empeñamos en titular como princesa. Pero resulta que lo que me parece es que sólo ha dicho una sarta de sandeces y de “quedabienes” para hacerse publicidad y quedar como gran intrigante y señora. Me parece a mí que es otra cosa muy diferente. La han dado en dos veces, pero con media sobraba.
Tampoco quería hablar de Bárcenas porque todo me parece tenerlo dicho y, lo que ha de decirse, quien debe hacerlo, y de una vez, es la justicia, que a mí ya me está produciendo un hartazgo inmenso todo el culebrón que él mismo se ha montado.
Lo único que sí habría de añadirse es que el PP, con la cosa de su despido de Génova o lo que fuera, lo ha hecho de la peor manera posible y eso tiene metida a la Cospedal, que es quien da la cara, en apuros. Yo lo veo más simple: querían quitárselo de encima, pero no sabían bien cómo sin llegar a un encontronazo cuando parecía que no era lo aconsejable y parecía que lo suyo con la justicia estaba cerrado.
Así que pactaron aquel apaño de pagarle la liquidación-indemnización como si fuera un salario. Y cuando ha estallado lo de los 22 millones que tenía en Suiza pues a ver cómo lo explicas. Pues mal, pero para mí, quien tiene que explicar de dónde ha sacado la pasta es Bárcenas. Es lo mollar y por ahí espero que, de una vez, vayan las pesquisas judiciales, que en eso está Ruz. O eso parece.
Pero yo no quería hablar de esto sino de Italia. Que es mucho más importante aunque no nos lo parezca. Toda Europa está en ello y los síntomas, al principio, eran de que Berlusconi desaparecía. Los sondeos supusieron tal alivio que la bolsa se disparaba y las primas de riesgo caían que daba gusto verlas.
Pero a nada desapareció la euforia y regresó el fantasma. Entre el cómico Grillo y el susodicho parecen tener asegurada mayoría en el Senado, con lo que el triunfo neto del centro-izquierda en el Congreso no sirve de mucho y convierte al país en prácticamente ingobernable. El efecto inmediato fue la tensión en los mercados de prima que volvieron al rojo. Como la preocupación en toda Europa porque vuelve de golpe el que va a ser el peor factor de inestabilidad en la zona euro.
De eso habrá que hablar y mucho. Porque es lo que más puede afectarnos donde más nos duele. Pero, ya ven, de lo que acabamos hablando es que si la Corinna dice o que si el Barcenas declara. Empieza a ser un latazo y comienza a semejar cada vez más la contraprogramación de telebasura política a la de casquería y detritus sexuales del Jorge Javier ese.
Si lo desea, puede compartir este contenido:Tampoco quería hablar de Bárcenas porque todo me parece tenerlo dicho y, lo que ha de decirse, quien debe hacerlo, y de una vez, es la justicia, que a mí ya me está produciendo un hartazgo inmenso todo el culebrón que él mismo se ha montado.
Lo único que sí habría de añadirse es que el PP, con la cosa de su despido de Génova o lo que fuera, lo ha hecho de la peor manera posible y eso tiene metida a la Cospedal, que es quien da la cara, en apuros. Yo lo veo más simple: querían quitárselo de encima, pero no sabían bien cómo sin llegar a un encontronazo cuando parecía que no era lo aconsejable y parecía que lo suyo con la justicia estaba cerrado.
Así que pactaron aquel apaño de pagarle la liquidación-indemnización como si fuera un salario. Y cuando ha estallado lo de los 22 millones que tenía en Suiza pues a ver cómo lo explicas. Pues mal, pero para mí, quien tiene que explicar de dónde ha sacado la pasta es Bárcenas. Es lo mollar y por ahí espero que, de una vez, vayan las pesquisas judiciales, que en eso está Ruz. O eso parece.
Pero yo no quería hablar de esto sino de Italia. Que es mucho más importante aunque no nos lo parezca. Toda Europa está en ello y los síntomas, al principio, eran de que Berlusconi desaparecía. Los sondeos supusieron tal alivio que la bolsa se disparaba y las primas de riesgo caían que daba gusto verlas.
Pero a nada desapareció la euforia y regresó el fantasma. Entre el cómico Grillo y el susodicho parecen tener asegurada mayoría en el Senado, con lo que el triunfo neto del centro-izquierda en el Congreso no sirve de mucho y convierte al país en prácticamente ingobernable. El efecto inmediato fue la tensión en los mercados de prima que volvieron al rojo. Como la preocupación en toda Europa porque vuelve de golpe el que va a ser el peor factor de inestabilidad en la zona euro.
De eso habrá que hablar y mucho. Porque es lo que más puede afectarnos donde más nos duele. Pero, ya ven, de lo que acabamos hablando es que si la Corinna dice o que si el Barcenas declara. Empieza a ser un latazo y comienza a semejar cada vez más la contraprogramación de telebasura política a la de casquería y detritus sexuales del Jorge Javier ese.
ANTONIO PÉREZ HENARES