En el mundo caótico, desastroso, a veces desencantado, donde vivimos, las huelgas, manifestaciones y demás señas que denotan “que algo no va bien” en estos momentos, están a la orden del día. A esta secuencia de protestas varias, se han sumado los componentes de la división Ubisoft Montpellier, los papás de Beyond Good & Evil, entre otras tantas maravillas.
¿Cuál es el motivo que les lleva a pronunciarse enojados? ¿Desde cuándo los desarrolladores tienen derecho a manifestarse? Pero sobre todo, lo más importante es: ¿acaso creen que van a conseguir algo? Todas estas incógnitas tienen respuesta, así pues vayamos por partes, al igual que Rayman. Ya me entendéis.
Hace no mucho tiempo, una subdivisión de la ahora todopoderosa Ubisoft situada en Montpellier realizaba un nuevo videojuego. La criatura se llamaría Rayman Legends, siguiendo los compases marcados a nivel estético y jugable por su predecesor, Origins.
Cuenta la leyenda que este título iba a ser exclusiva de la última sobremesa de Nintendo, Wii U, aquella que no despegó con muy buen pie y está a falta de títulos que rellenen catálogo. Fueron meses incansables de trabajo continuo, sin apenas ver a sus familias ni amigos, pero los trabajadores de Ubisoft Montpellier realizaron el arduo trabajo encomendado: tenerlo listo para el próximo mes de marzo, en un plazo no muy superior a seis meses.
Cuando la historia parecía tener final feliz, llega el mago de las finanzas, más conocido como “Capi Ubi”, decide hacerlo multiplataforma –con lo cual, tanto Playstation 3 como Xbox 360 se beneficiarían de las bondades de este juego- y para llevar a cabo el lanzamiento múltiple, se decide retrasar hasta septiembre. ¿Final feliz? Lo dudo y mucho.
A raíz de esto, las protestas del estudio desarrollador no vienen más que a reivindicar lo que se les había prometido: lanzar el juego para marzo, pues para algo han sacrificado durante meses su propia vida en pos de realizar su trabajo. Con una pancarta donde se muestra a la mascota llorando y el eslogan “lanzad Rayman. Apoyad a Ubisoft Montpellier” se han puesto a protestar por esta situación en primer lugar alienante por las situaciones de trabajo extremas, además de injusta al retrasarse varios meses por gusto de las altas cúpulas de Ubisoft. Como bien decía el creativo del equipo: “No corría tanta prisa cuando ahora se puede retrasar”.
De todos modos, esto no es nuevo y no va a ser la última vez que ocurra. Las leyes del comercio lo dictan así, los estudios están bajo los designios de las compañías que poseen en capital sus derechos y propiedades intelectuales. A la tercera pregunta ya se pueden contestar ustedes solos: no va a servir de nada que en Montpellier pataleen, más allá de desfogar la comprensible ira que tendrán metida en el cuerpo.
Es más, probablemente Ubisoft esté mirándoles con la misma cara de encanto con la que un becario atiende a sus primeros alumnos de guardería. Con primor y dulzura, pero cuando llega la hora de la verdad, el timbre que marca las dos, ahí se pueden quedar.
Por cerrar un poco este torbellino de ideas dispares, Rayman Legends será lanzado en septiembre para las tres plataformas “actuales” y las protestas de Ubisoft Montpellier van a surtir el mismo efecto que las protestas del vecino –bien nulo-.
Por último, con cierto aire aleccionador, concluimos que una vez más el dinero es el dinero y se antepone al esfuerzo de unos trabajadores, a la ilusión de los jugadores de Wii U, a la exclusividad de Nintendo y a cualquiera que se le ponga por delante. ¿No estuvieron acaso a punto de cargarse ellos mismos a su mascota a favor de los Rabbids, que a mediados de la década anterior vendía por decenas? ¿No lo enviaron precisamente ellos a la postre para beneficiar la posición de unos conejos locos?
A la hora de la verdad, ni sus propios padres se muestran interesados en su creación, se manifiestan por su tiempo invertido y por la plata, no porque les duela que jueguen con el personaje. El máximo afectado como cabría esperar, es el degollado Rayman, que sufre los designios de su estudio, de la compañía y de las compras de los jugadores. Rayman, compañero, a ti no te quiere nadie más que por sus intereses.
Por hoy, nada más. Gracias por seguir fielmente al medio y a esta sección en particular, que con el presente texto cumple ya un año. Esperamos que siga siendo de vuestro agrado. Y estad atentos al anuncio que prepara Sony para el incipiente 20 de este mes y…¡no cambiéis de canal!
¿Cuál es el motivo que les lleva a pronunciarse enojados? ¿Desde cuándo los desarrolladores tienen derecho a manifestarse? Pero sobre todo, lo más importante es: ¿acaso creen que van a conseguir algo? Todas estas incógnitas tienen respuesta, así pues vayamos por partes, al igual que Rayman. Ya me entendéis.
Hace no mucho tiempo, una subdivisión de la ahora todopoderosa Ubisoft situada en Montpellier realizaba un nuevo videojuego. La criatura se llamaría Rayman Legends, siguiendo los compases marcados a nivel estético y jugable por su predecesor, Origins.
Cuenta la leyenda que este título iba a ser exclusiva de la última sobremesa de Nintendo, Wii U, aquella que no despegó con muy buen pie y está a falta de títulos que rellenen catálogo. Fueron meses incansables de trabajo continuo, sin apenas ver a sus familias ni amigos, pero los trabajadores de Ubisoft Montpellier realizaron el arduo trabajo encomendado: tenerlo listo para el próximo mes de marzo, en un plazo no muy superior a seis meses.
Cuando la historia parecía tener final feliz, llega el mago de las finanzas, más conocido como “Capi Ubi”, decide hacerlo multiplataforma –con lo cual, tanto Playstation 3 como Xbox 360 se beneficiarían de las bondades de este juego- y para llevar a cabo el lanzamiento múltiple, se decide retrasar hasta septiembre. ¿Final feliz? Lo dudo y mucho.
A raíz de esto, las protestas del estudio desarrollador no vienen más que a reivindicar lo que se les había prometido: lanzar el juego para marzo, pues para algo han sacrificado durante meses su propia vida en pos de realizar su trabajo. Con una pancarta donde se muestra a la mascota llorando y el eslogan “lanzad Rayman. Apoyad a Ubisoft Montpellier” se han puesto a protestar por esta situación en primer lugar alienante por las situaciones de trabajo extremas, además de injusta al retrasarse varios meses por gusto de las altas cúpulas de Ubisoft. Como bien decía el creativo del equipo: “No corría tanta prisa cuando ahora se puede retrasar”.
De todos modos, esto no es nuevo y no va a ser la última vez que ocurra. Las leyes del comercio lo dictan así, los estudios están bajo los designios de las compañías que poseen en capital sus derechos y propiedades intelectuales. A la tercera pregunta ya se pueden contestar ustedes solos: no va a servir de nada que en Montpellier pataleen, más allá de desfogar la comprensible ira que tendrán metida en el cuerpo.
Es más, probablemente Ubisoft esté mirándoles con la misma cara de encanto con la que un becario atiende a sus primeros alumnos de guardería. Con primor y dulzura, pero cuando llega la hora de la verdad, el timbre que marca las dos, ahí se pueden quedar.
Por cerrar un poco este torbellino de ideas dispares, Rayman Legends será lanzado en septiembre para las tres plataformas “actuales” y las protestas de Ubisoft Montpellier van a surtir el mismo efecto que las protestas del vecino –bien nulo-.
Por último, con cierto aire aleccionador, concluimos que una vez más el dinero es el dinero y se antepone al esfuerzo de unos trabajadores, a la ilusión de los jugadores de Wii U, a la exclusividad de Nintendo y a cualquiera que se le ponga por delante. ¿No estuvieron acaso a punto de cargarse ellos mismos a su mascota a favor de los Rabbids, que a mediados de la década anterior vendía por decenas? ¿No lo enviaron precisamente ellos a la postre para beneficiar la posición de unos conejos locos?
A la hora de la verdad, ni sus propios padres se muestran interesados en su creación, se manifiestan por su tiempo invertido y por la plata, no porque les duela que jueguen con el personaje. El máximo afectado como cabría esperar, es el degollado Rayman, que sufre los designios de su estudio, de la compañía y de las compras de los jugadores. Rayman, compañero, a ti no te quiere nadie más que por sus intereses.
Por hoy, nada más. Gracias por seguir fielmente al medio y a esta sección en particular, que con el presente texto cumple ya un año. Esperamos que siga siendo de vuestro agrado. Y estad atentos al anuncio que prepara Sony para el incipiente 20 de este mes y…¡no cambiéis de canal!
SALVADOR BELIZÓN / REDACCIÓN