El otro día, la amiga de mi hermana –que, al igual que ella, está en la mayor empresa española, el INEM-, me contó que había vuelto a estudiar. Ella es diplomada en Turismo, y me comentaba que le resultaba curioso que en un país en el que la actividad turística es una de las fortalezas económicas, no se apueste por la calidad.
Creo que el turismo es uno de los sectores en el que más intrusismo hay y eso trae como consecuencia que en la recepción de algunos hoteles o en algunas agencias de viajes no haya personas que, por ejemplo, hablen un inglés fluido.
¿No echan de menos a los camareros profesionales? El trato, la forma de servir... nada tienen que ver con los que encontramos a menudo en bares y restaurantes. He de decir que no en todos y, por eso, yo siempre trato de ir a aquellos en los que el servicio es bueno.
Pues bien, esta chica de 33 años, ante las perspectivas de trabajo y su pasión por la belleza, ha vuelto a la enseñanza reglada para hacer un módulo (lo que antes era la Formación Profesional) de Esteticista. Y a mí me parece una idea excelente. No esperar, si no pensar qué es lo que yo puedo hacer, qué me gusta y en qué soy bueno o buena para, de inmediato, pasar a la acción.
La acción puede ser formarse más o en otra materia que pueda tener más salidas profesionales o buscar trabajo en otro campo. Pero para aquellos y aquellas que seáis imaginativos os pediría que penséis, que imaginéis y que llevéis a la realidad esa idea que os ronda la cabeza.
Nuestro país, que siempre fue territorio de soñadores y de aventureros, necesita gente que cree empresas y puestos de trabajo. Somos muy buenos en muchos campos. Yo siempre he pensado que en Cádiz, por ejemplo, debería haber muchas empresas de Publicidad; que Jaén y Córdoba deberían ya unirse de una vez para embotellar nuestro oro líquido y venderlo directamente, sin intermediarios. Y estos son sólo dos ejemplos.
Si buscamos en las redes hay mucha gente de nuestra tierra haciendo cosas. Una empresa de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) vende uno de los productos más exportados de España, las tortas de Inés Rosales. Seguro que las han probado alguna vez.
Quiero empezar el año con optimismo y con ganas de cambiar pequeñas parcelas de nuestra realidad. Por eso, otra de las ideas que me rondan la cabeza es que cada vez hay más gente que somos celíacos y que sólo encontramos productos sin gluten en grandes superficies. Somos un mercado potencial. Pensad en ello.
Creo que el turismo es uno de los sectores en el que más intrusismo hay y eso trae como consecuencia que en la recepción de algunos hoteles o en algunas agencias de viajes no haya personas que, por ejemplo, hablen un inglés fluido.
¿No echan de menos a los camareros profesionales? El trato, la forma de servir... nada tienen que ver con los que encontramos a menudo en bares y restaurantes. He de decir que no en todos y, por eso, yo siempre trato de ir a aquellos en los que el servicio es bueno.
Pues bien, esta chica de 33 años, ante las perspectivas de trabajo y su pasión por la belleza, ha vuelto a la enseñanza reglada para hacer un módulo (lo que antes era la Formación Profesional) de Esteticista. Y a mí me parece una idea excelente. No esperar, si no pensar qué es lo que yo puedo hacer, qué me gusta y en qué soy bueno o buena para, de inmediato, pasar a la acción.
La acción puede ser formarse más o en otra materia que pueda tener más salidas profesionales o buscar trabajo en otro campo. Pero para aquellos y aquellas que seáis imaginativos os pediría que penséis, que imaginéis y que llevéis a la realidad esa idea que os ronda la cabeza.
Nuestro país, que siempre fue territorio de soñadores y de aventureros, necesita gente que cree empresas y puestos de trabajo. Somos muy buenos en muchos campos. Yo siempre he pensado que en Cádiz, por ejemplo, debería haber muchas empresas de Publicidad; que Jaén y Córdoba deberían ya unirse de una vez para embotellar nuestro oro líquido y venderlo directamente, sin intermediarios. Y estos son sólo dos ejemplos.
Si buscamos en las redes hay mucha gente de nuestra tierra haciendo cosas. Una empresa de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) vende uno de los productos más exportados de España, las tortas de Inés Rosales. Seguro que las han probado alguna vez.
Quiero empezar el año con optimismo y con ganas de cambiar pequeñas parcelas de nuestra realidad. Por eso, otra de las ideas que me rondan la cabeza es que cada vez hay más gente que somos celíacos y que sólo encontramos productos sin gluten en grandes superficies. Somos un mercado potencial. Pensad en ello.
MARÍA JESÚS SÁNCHEZ A.