En épocas en las que la economía familiar o personal no brilla por su estabilidad, hay que optar por los objetos y productos de primera necesidad. Alimentos, útiles de aseo son primordiales frente a cualquier tipo de divertimento prescindible. No es casualidad que las ventas de videojuegos lleven descendiendo desde 2008.
No obstante, siempre hay soluciones para todo, puntos de vista más asequibles que otros. Si la cartera no te acompaña en tus compulsivas ansias capitalistas de obtener más y más software, al hilo de la voz de La Tienda en Casa, te traemos la solución. No se puede más que hablar del escenario online por excelencia. Es la hora de Steam.
El concepto de Steam es algo ambiguo, pero una vez explicado pierde todo su entramado. Se trata de una plataforma, algo así como una tienda online, puesta por la desarrolladora Valve Corporation, para exponer sus juegos en versión digital. A dicha base se han sumado otras de la talla de Activision o SEGA, por lo que se hace apreciable el caché que ha adquirido.
No obstante, no hay que permitirse el lujo de rechazarlo y dejarlo a su suerte al tratarse de “otra tienda online más”. Steam es más, bastante más. Abandonando la columna vertebral que es su tienda, se puede encontrar una sección para noticias, una comunidad con foros donde debatir sobre los distintos juegos y editar tu perfil personal, sumado a algo bastante práctico y novedoso para todo aquel que proceda de las consolas.
Para acceder a dicha base, el usuario se ha de hacer una cuenta. Pues una vez realizada, los juegos descargados se almacenan en la “biblioteca” de su cuenta, pudiéndose jugar en cualquier otro ordenador con tan sólo abrir la susodicha. Todo un gesto de gentileza y buen hacer por parte de Valve. No obstante, a pesar de las magníficas cualidades que ofrece y que hemos citado, hay que hacer especial hincapié en los juegos que ofrece. ´
La mayor parte de los productos ofertados son novedosos, de estreno y a un precio siempre más reducido, tampoco excesivamente, que en el formato físico. Hasta ahí todo normal, ningún altercado. Podemos volver a casa como otro día cualquiera.
El sobresalto procede de las ofertas que constantemente, prácticamente en un flujo permanente, ofrece la misma. Algunas como las de otoño reducen los precios a una cantidad que da incluso lástima comprar así. Un pack formado por las dos partes de Portal puede salir por cinco miserables euros. Pareciera que está suplicando que los compres. Pareciera que buscan el amor y cobijo de una casa. No los dejes abandonados.
Claro está, del libreto y carátulas típicas de los juegos ya os podéis olvidar. Aquí, la obtención del juego es por descarga tras la compra, para luego instalarse en el PC. Es eso, precisamente, lo que le permite tener precios tan competitivos, la ausencia de distribución, discos, etc.
Steam se vuelve así la solución definitiva para aquellos que quieran jugar tan barato que parece gratis, que quieran hacer un regalo a toda costa pero no les llegue el bolsillo para más. La excusa perfecta para que los consoleros pasen al PC, y para que los asiduos a la computadora echen aún más raíces. Si cabe. Y es que ser digital te impide ser coleccionista. Pero oye, ¿y las facilidades, ventajas y precios que te aporte ser cliente de Steam?
No obstante, siempre hay soluciones para todo, puntos de vista más asequibles que otros. Si la cartera no te acompaña en tus compulsivas ansias capitalistas de obtener más y más software, al hilo de la voz de La Tienda en Casa, te traemos la solución. No se puede más que hablar del escenario online por excelencia. Es la hora de Steam.
El concepto de Steam es algo ambiguo, pero una vez explicado pierde todo su entramado. Se trata de una plataforma, algo así como una tienda online, puesta por la desarrolladora Valve Corporation, para exponer sus juegos en versión digital. A dicha base se han sumado otras de la talla de Activision o SEGA, por lo que se hace apreciable el caché que ha adquirido.
No obstante, no hay que permitirse el lujo de rechazarlo y dejarlo a su suerte al tratarse de “otra tienda online más”. Steam es más, bastante más. Abandonando la columna vertebral que es su tienda, se puede encontrar una sección para noticias, una comunidad con foros donde debatir sobre los distintos juegos y editar tu perfil personal, sumado a algo bastante práctico y novedoso para todo aquel que proceda de las consolas.
Para acceder a dicha base, el usuario se ha de hacer una cuenta. Pues una vez realizada, los juegos descargados se almacenan en la “biblioteca” de su cuenta, pudiéndose jugar en cualquier otro ordenador con tan sólo abrir la susodicha. Todo un gesto de gentileza y buen hacer por parte de Valve. No obstante, a pesar de las magníficas cualidades que ofrece y que hemos citado, hay que hacer especial hincapié en los juegos que ofrece. ´
La mayor parte de los productos ofertados son novedosos, de estreno y a un precio siempre más reducido, tampoco excesivamente, que en el formato físico. Hasta ahí todo normal, ningún altercado. Podemos volver a casa como otro día cualquiera.
El sobresalto procede de las ofertas que constantemente, prácticamente en un flujo permanente, ofrece la misma. Algunas como las de otoño reducen los precios a una cantidad que da incluso lástima comprar así. Un pack formado por las dos partes de Portal puede salir por cinco miserables euros. Pareciera que está suplicando que los compres. Pareciera que buscan el amor y cobijo de una casa. No los dejes abandonados.
Claro está, del libreto y carátulas típicas de los juegos ya os podéis olvidar. Aquí, la obtención del juego es por descarga tras la compra, para luego instalarse en el PC. Es eso, precisamente, lo que le permite tener precios tan competitivos, la ausencia de distribución, discos, etc.
Steam se vuelve así la solución definitiva para aquellos que quieran jugar tan barato que parece gratis, que quieran hacer un regalo a toda costa pero no les llegue el bolsillo para más. La excusa perfecta para que los consoleros pasen al PC, y para que los asiduos a la computadora echen aún más raíces. Si cabe. Y es que ser digital te impide ser coleccionista. Pero oye, ¿y las facilidades, ventajas y precios que te aporte ser cliente de Steam?
SALVADOR BELIZÓN / REDACCIÓN